Opinión
10Abril
2006
10 |
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Hacia un nuevo modelo de los aeropuertos vascos

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Abril 10 | 2006 |
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«La descentralización de la gestión de nuestros aeropuertos permitiría, desde una visión integral y complementaria, diseñar un plan director para cada aeropuerto, adecuado a las necesidades de nuestra comunidad, al número de pasajeros, a la necesidad de transporte de mercancías...»
Uno de los factores de desarrollo socio-económico de las sociedades avanzadas es su capacidad de comunicación; las infraestructuras del transporte han de posibilitar desde parámetros de accesibilidad, calidad, seguridad y sostenibilidad los crecientes flujos de movilidad interna y externa existentes en Euskadi. Son por ello, objeto de debate permanente. En los últimos años y, especialmente en los últimos meses, asistimos a un intenso debate sobre las infraestructuras aeroportuarias y sobre su modelo de gestión. Las instituciones y los diversos organismos públicos y privados debemos de tomar la iniciativa en el debate sobre el futuro de los aeropuertos vascos debido al importante papel que estos desempeñan el desarrollo de nuestra comunidad.

Uno de los aspectos de este debate reside en la innegable necesidad de adecuar las infraestructuras (pista, parking, accesos intermodales, etcétera) de forma que se garanticen las óptimas condiciones para su actividad y desarrollo. Es fundamental insistir, por ello, en la ejecución de las inversiones, equipamiento y personal de control, competencia del Ministerio de Fomento a través de su empresa pública AENA.

El debate sobre la modernización del sistema aeroportuario se debe de abordar desde un escenario mucho más amplio. Los tres aeropuertos de Euskadi son infraestructuras de titularidad estatal gestionados exclusivamente por AENA; es un objetivo político irrenunciable la competencia y la capacidad de decisión sobre estas infraestructuras que en estos momentos son calificados como de interés general por parte del estado. Sin embargo, con independencia de la titularidad de estas infraestructuras, es estratégico llevar a cabo la descentralización de la gestión de los aeropuertos y posibilitar la incorporación de instituciones y organismos públicos y privados a las sociedades de gestión con el objeto de garantizar los niveles de competitividad e impulsar el desarrollo de nuestro país. Es necesario pasar del modelo de gestión de AENA basado en el trabajo en red (se considera a todos los aeropuertos del estado como un único aeropuerto) y la gestión pasiva a un modelo de gestión activa en sintonía con los modelos de gestión de la mayoría de los aeropuertos europeos. De hecho, AENA, a través de su sociedad filial AENA Internacional participa junto con la iniciativa privada en la gestión de aeropuertos como el de London Luton o Orlando Sanford (EE UU); la lógica debería llevarnos a aplicar con coherencia ese mismo principio en el ámbito estatal.

La descentralización de la gestión de nuestros aeropuertos permitiría, desde una visión integral y complementaria, diseñar un plan director para cada aeropuerto adecuado a las necesidades de nuestra comunidad, al número de pasajeros, a la necesidad de transporte de mercancías, el modelo intermodal del entorno, etcétera. Permitiría, asimismo, introducir modelos empresariales de gestión ágil y flexible adecuados a la propia realidad, establecer tasas/tarifas para todo tipo de labores aeroportuarias, realizar la gestión del handling, impulsar diversos usos comerciales y actividades industriales. Este modelo implica que los aeropuertos vascos deberían de ser gestionada como una unidad de negocio, que hemos de ser capaces de compatibilizar una respuesta a la demanda social existente con un modelo de gestión que tienda a la autofinanciación y a un proceso de modernización constante gracias a la propia actividad que se ha generado.

Este proceso que ya esta avanzado en el contexto europeo tendrá una influencia decisiva en el estado por lo que los responsables del Gobierno del Estado no pueden retrasar más esta cuestión. El fortalecimiento de nuestros aeropuertos pasa por la descentralización y por aprovechar la potencialidad de una gestión más eficaz y aunque las formulas adoptadas pueden ser diversas la dirección definitiva apunta hacía un modelo de gestión y financiación público-privada. Es posible que la transformación del actual sistema de monopolio de gestión requiera todavía un recorrido temporal. Sin embargo, sería importante explorar la potencialidad que ofrece el actual ordenamiento jurídico para avanzar en la dirección propuesta.

En cualquier caso, la actividad de la promoción de los aeropuertos a través es también vital para el mantenimiento y crecimiento de los mismos. Esta actividad implica la capacidad de ofrecer servicios y fidelizar la demanda en un contexto tremendamente competitivo. La competitividad de los aeropuertos vascos no puede residir exclusivamente en el bajo coste sino en el valor añadido ofertado. Una promoción activa implica desarrollar servicios y establecer una búsqueda permanente de clientes para consolidarlos. Implica entender la infraestructura del aeropuerto como parte integrante de la potencialidad de la red social y económica del entorno, lo cual obliga inevitablemente a realizar un trabajo de equipo a los actores regionales y a los gestores del aeropuerto. Desde un modelo propio y ágil de gestión es necesario la búsqueda de una complementariedad entre los aeropuertos que comparten espacios económicos y transfronterizos.

La modernización de los aeropuertos vascos es fundamental para avanzar en el desarrollo socioeconómico del país. Para poder abordar con garantías este proceso es necesario dar pasos firmes en el proceso de descentralización y modernización de las infraestructuras y servicios, desde la colaboración y participación interinstitucional.

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