Imaz: “Un sensor de la tregua será la desaparación de la extorsión”
Está llamado a ser uno de los protagonistas para configurar el nuevo escenario que se puede abrir en Euskadi tras el alto el fuego “permanente” decretado por ETA hace apenas dos semanas. Josu Jon Imaz (Zumarraga, 1963), presidente del PNV, asegura que hay que mirar “con prudencia y cautela” el proceso de paz en Euskadi. Aún así, ya se ha imaginado el País Vasco en un plazo no muy lejano. La sociedad vasca será, según él, “moderna, dinámica, integrada, orgullosa de su identidad, atractiva y un referente en Europa”. Para conseguirlo, dice, queda un camino por recorrer que ineludiblemente pasa por la finalización de la “extorsión y el chantaje” a los empresarios, del acoso a políticos y de la violencia callejera. Más tarde, pero en el periodo que abarca la actual legislatura autonómica, se sentarían las bases para consultar al pueblo sobre el autogobierno.
Pregunta.- ¿Qué efectos puede tener para la economía vasca la decisión de ETA?
Respuesta.- Serán positivos en todos los ámbitos. La violencia ha sido un factor desincentivador durante muchos años. El empresario ha apostado por este país pero, como consecuencia de la situación, no hemos sido capaces de atraer inversiones que por nuestro peso específico nos hubieran correspondido.
P.- ¿Usted fue consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno vasco. ¿Qué sectores serían los más beneficiados?
R.- Creo que todos. El mercado ya había descontado ya el efecto terrorista. Por ejemplo el turismo ya superó hace dos años los niveles máximos alcanzados en la tregua de 1998. Hay una confianza e ilusión general, se ha incrementado nuestro nivel de autoestima y ahora tenemos la posibilidad de proyectar una imagen más atractiva en el exterior.
P.- Se habla de la tregua pero ¿qué puede comentar de la extorsión a los empresarios?
R.- Estamos esperanzados, prudentes y cautos. En el PNV siempre hemos pensado que si no desaparece la extorsión no se de darán las condiciones para avanzar en el marco de la resolución que se aprobó en el Congreso de Diputados.
P.- Pero en su comunicado, ETA no hacía una mención expresa a este tema
R.- La señal inequívoca de que la violencia ha desaparecido debe implicar la finalización de la extorsión y el chantaje a los empresarios. El alto el fuego debe ser universal.
P.- ¿Cree, entonces que ya no se extorsiona?
R.- Ha pasado muy poco tiempo. Debemos esperar mes y medio o dos meses más para verificar la situación. Tiene que ir en la línea con la declaración del 22 de marzo.
P.- También deberá desaparecer la kale borroka
R.- Cuando hablo de la universalidad del alto el fuego evidentemente entra la violencia callejera y el acoso a parte de la sociedad. Creo que, junto con la desaparición de la extorsión, son los principales sensores para medir la evolución del proceso.
P.- ¿Puede marcar los ritmos que puede llevar el proceso de pacificación?
R.- Lo primero es consolidar el alto el fuego. A partir de ahí se iniciaría un diálogo entre ETA y el Gobierno para alcanzar un final dialogado a la violencia. Después los partidos deberíamos pactar una metodología sobre los futuros acuerdos políticos que se tendrían que conseguir en Euskadi.
P.- ¿Hay que diferenciar ambas procesos?
R.- En el tiempo si, pero en una sociedad en paz y libertad los acuerdos políticos no pueden prologarse sine die. Hay que acordar los calendarios.
P.- ¿Quienes deben jugar el partido que suponga ganar la pacificación y dar el carpetazo a una larga etapa de violencia y extorsión?
R.- Es un proceso de equipo y habrá fases en las que a alguno le tocará meter gol. En principio el diálogo debe ser entre el Gobierno y ETA y los demás debemos hacer todo lo posible para pasarles el balón y que gane la paz. Pero el protagonista del partido debe ser la sociedad vasca y las instituciones de Euskadi fiscalizando el proceso, apoyando a las víctimas., etc. Insisto, no es importante quien va a rematar de cabeza, lo fundamental es el futuro de nuestros hijos.
P.- ¿Como ve el escenario final?
R.- El final es una salida sin violencia, sin víctimas, sin vencedores ni vencidos porque no es bueno. Y si los hay, que los vencedores sean la democracia, la integración y el respeto. Los vencidos el totalitarismo, la violencia y la negación del adversario político. Un acuerdo debe integrar todas las sensibilidades. Que suponga un respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca y que, finalmente, desemboque en una consulta sobre el autogobierno.
P.- ¿Habla usted de reforma estatutaria?
R.- Si y procederá de un acuerdo político. A lo largo de esta legislatura autonómica debe estar cerrado el proceso que fije un nuevo marco de autogobierno.
P.- ¿Como interpreta usted la remodelación realizada por Rodríguez Zapatero en el Gobierno que dirige?
R.- Tiene su sentido político y es una apuesta para reforzar las esperanzas que se han abierto en Euskadi. Creo que ha puesto a las personas indicadas para este proceso.
“La fusión de las cajas vascas es urgente”
El presidente del PNV tiene claro que la fusión de las tres cajas de ahorro radicadas en Euskadi, una integración paralizada de momento por discrepancias políticas, es un proyecto puramente empresarial y que cobra actualidad.
P.- Por qué se ha paralizado la fusión de las tres cajas de ahorro (BBK, Kutxa y Vital) del País Vasco
R.- Sigue teniendo su vigencia y cada día es más urgente. En términos relativos están, en conjunto perdiendo posiciones, unas más que otras. Por ejemplo su nivel como agentes principales en los sectores industriales estratégicos está disminuyendo como consecuencia de su tamaño. Además las medianas y pequeñas empresas demandan una entidad fuerte y sólida que les permita crecer con ellos, tanto en su mercado como en el exterior además de acompañarles en sus procesos de expansión. No tiene sentido continuar en solitario, cada una por su lado. Hay que aunar esfuerzos.
P.- ¿Entonces por qué no ha salido el proyecto adelante si, como usted dice, es tan beneficioso para las cajas?
R.- El proyecto de fusión tiene más actualidad que nunca. No entiendo que desde la política se paralice un proceso que supone sumar, y mucho. En Álava, donde se concentran los mayores problemas para la integración, tanto el PSOE como el PP están haciendo lecturas negativas sobre la fusión, a pesar de los criterios del presidente de la Vital, Gregorio Rojo, que si comparte las tesis de Xabier de Irala y Carlos Etxepare, responsables de BBK y Kutxa. Pero creo que los problemas se pueden superar, es cuestión de sentido común. La sociedad alavesa está perdiendo proyectos para su obra social por problemas de dimensión. El que está utilizando los argumentos políticos para oponerse a la fusión está perjudicando la expansión del compromiso social de las cajas, tanto en la sociedad alavesa como en el conjunto de la sociedad vasca. A este capítulo hay que sumar que en determinadas operaciones industriales y financieras una caja fuerte y con recursos, como podría ser la resultante de las tres entidades vascas, tendría crédito para participar en ellas cumpliendo los requisitos del Banco de España.