Iñigo Urkullu
09Abril
2006
09 |
Opinión

Aberri Eguna: desde el derecho a decidir, construir y conmemorar un Aberri Berria

Iñigo Urkullu
Abril 09 | 2006 |
Opinión

A la pregunta de que si los vascos debiéramos tener una fiesta nacional reconocida por todos los partidos políticos de este país, la respuesta para un nacionalista es indudable: sí. Pero inexorablemente se plantea junto a esta pregunta genérica otra reflexión: y es que apostar por una fiesta nacional implica creer que Euskadi es una nación. Implica creer que el pueblo vasco es un pueblo con identidad propia en el conjunto de los pueblos de Europa y del mundo.
En definitiva, creer y defender que los ciudadanos y ciudadanas de este Pueblo tienen también derecho a decidir libremente y en democracia su propio futuro. Y, hoy por hoy, no creo que todas las sensibilidades políticas de este país estén dispuestas a ello. Una fiesta de este tipo es mucho más que una reivindicación folklórica o festiva. Sería lo que para los nacionalistas de EAJ/PNV representa el Aberri Eguna. Un Aberri Eguna que, este año por cierto, cumple su 75 aniversario de reivindicación nacional vasca ininterrumpidos, sea en libertad, en el exilio o en la clandestinidad.
 
Desde EAJ/PNV estamos dispuestos a pactar y llegar a acuerdos entre todas las formaciones políticas de este País para definir la fiesta nacional vasca. Pero siempre atendiendo al carácter de reivindicación y reconocimiento de la soberanía nacional de este Pueblo, preexistente a cualquier ordenamiento jurídico. Una soberanía que reside en el derecho a decidir nuestro presente y futuro. No se trata de imponer nada a nadie sino de reconocer que aquí existe un Pueblo y que este Pueblo puede optar por el marco jurídico que en cada momento crea conveniente según lo que sus ciudadanos y ciudadanas decidan.
 
Mientras tanto, EAJ/PNV seguirá celebrando el Aberri Eguna. Sin tratar de imponer nada a nadie sino simplemente celebrando y defendiendo unos principios políticos, sociales y unas señas de identidad que nos definen como Pueblo y que nos han llevado a ser, con todo el camino que aún nos queda por recorrer, una de las sociedades más avanzadas de nuestro entorno. Con la esperanza de que se abre ante nosotros la oportunidad de encaminarnos a una Nación sobre bases de normalidad política y de que también la sociedad vasca, el pueblo vasco, se sienta reconocida en un día de conmemoración.
 

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