Transcurridos ya cerca de treinta años desde la aprobación de la actual estructura del Estado y de su norma constitucional nos hallamos en un momento histórico crucial.
Las circunstancias políticas, históricas y sociales de aquel momento dieron como resultado el actual modelo territorial como marco de convivencia política para los diversos pueblos del Estado español.
Hoy, pasados esos años, las circunstancias son bien diferentes. Vivimos en una sociedad globalizada en la que los esquemas rígidos, las reacciones cerradas y las interpretaciones unívocas y unilaterales de los textos normativos, no constituyen instrumentos más adecuados para la convivencia política. Más bien al contrario, las normas deben ser algo ágil y vivo, que responda a las necesidades, inquietudes y ambiciones de la ciudadanía de nuestros pueblos y de una sociedad moderna plenamente cambiante e instalada en un nuevo siglo.
Por eso creemos que en este momento se dan las circunstancias históricas que permitan abordar una adecuación y una interpretación flexible y abierta de la norma constitucional que permita dar respuesta a esas nuevas necesidades.
Estamos convencidos de que los partidos políticos somos un instrumento al servicio de la sociedad y de que nuestro tarea es en parte la de contribuir a desbrozar y allanar el camino y asumir el liderazgo de nuestra sociedad en su avance hacia el futuro.
Estamos convencidos de que, entre todos, empleándonos en buscar un marco común donde desenvolvernos, en condiciones de igualdad, podemos interrelacionarnos y convivir en paz, respetando las diferencias.
Todos los pueblos somos únicos en nuestra diferencia. Pero estamos dispuestos a que esas diferencias sean las que nos acerquen en lugar de alejarnos, para poder llegar al establecimiento de relaciones de interdependencia entre los pueblos.
Los nacionalismo no pueden ser considerados como una forma de desintegración del Estado, sino que suponen la búsqueda de un modelo de integración diferente.
Nos encontramos en un momento en el que se ha abierto un proceso de reforma de los Estatutos de Autonomía de los diversos pueblos del Estado.
Por ello debemos aprovechar este momento para dar un paso hacia delante en las reformas de los Estatutos que responda a la realidad plurinacional y multicultural del Estado.
En consecuencia, los partidos nacionalistas, CIU, PNV, BNG y PA, queremos concentrar los esfuerzos en identificar lo que nos une sobre lo que nos separa, destacar las coincidencias políticas sobre las diferencias, en aras a defender, desde el pluralismo y la diversidad, lo que constituyen objetivos a lograr para todos en un futuro próximo.
En este contexto, para promover el debate constitucional y garantizar un marco de convivencia armónica y solidaria entre los pueblos desde el respeto a la pluralidad política, DECLARAMOS como puntos coincidentes de nuestra acción política los siguientes:
1º.- El derecho de los pueblos a decidir libremente su futuro, dentro de un Estado plurinacional y, por tanto, el respeto de las diferencias y las identidades de los diferentes pueblos que integran el Estado Español y la solidaridad entre los mismos.
2º.- La necesidad de avanzar en la representación territorial en los diferentes ámbitos de actuación política, en el conjunto del Estado y la Unión Europea.
3º.- La necesidad de profundizar en el autogobierno y en la creación de todas aquellas instituciones que contribuyan a ello con respecto a las necesidades y particularidades de cada pueblo.
Estamos convencidos de que la pluralidad y la diversidad cultural e identitaria nos enriquece a todos y de que es posible la consecución de un nuevo marco de relaciones entre los pueblos del Estado.
En Sevilla a 1 de Abril de 2006.-
Fdo. CIU, PNV, BNG y PA