Esta situación nos exige reflexionar a todos, tanto a los partidos políticos como a los medios de comunicación.
Si el comunicado del Partido Nacionalista Vasco de hace dieciséis meses mantiene aún su pleno valor ello significa que poco ha cambiado, que no se ha producido nada nuevo sustancial. Que llevamos dieciséis meses "mareando la perdiz", repitiéndonos, pero sin, hasta ahora, adelantar nada.
Es hora de demostrar la seriedad que se le debe a la sociedad vasca. ETA debe abandonar de una vez las armas y Batasuna, también de una vez, debe sacar el conflicto de las calles y optar por las vías exclusivamente democráticas, tal y como prometió hacerlo hace dieciséis meses.
Es hora de demostrar la madurez que se le debe a la sociedad vasca. Batasuna no puede seguir esparciendo entre unos y otros partidos sus propias incapacidades o indecisiones. No puede continuar achacando a los demás sus propios errores.
Batasuna no puede un día menospreciar al Partido Nacionalista Vasco, exigirle lealtad al día siguiente y terminar más tarde acusándole de obstaculizar el proceso de paz que aún no se ha iniciado. Batasuna debe superar su infantilismo y demostrar un mínimo de madurez.
El Partido Nacionalista Vasco ha hecho con respecto a la pacificación cuanto estaba en su mano. En primer lugar, acordar con el PSOE la resolución del Congreso de los Diputados. Después, asegurar al presidente Zapatero la lealtad comprometida. Y, finalmente, elaborar, aprobar por unanimidad y presentar públicamente ante la sociedad vasca su iniciativa sobre pacificación y normalización política. Batasuna, por el contrario, ni acordó la resolución del Congreso ni ha presentado ante la sociedad iniciativa documental alguna, y es cada vez más cuestionable su sentido de la lealtad.
Todo ello sin olvidar, en absoluto, las posibilidades de actuación del gobierno de Rodríguez Zapatero, a través de los mecanismos propios de un Estado de Derecho. Humanizar la política penitenciaria es una decisión necesaria, más pronto que tarde, y evitar desmesuras en la acción de la Fiscalía General son decisiones que la sociedad no sólo entendería sino que lo agradecería vivamente y si, además, se evitaran pronunciamientos o manifestaciones que en lugar de consolidar la ilusión por un proceso de paz, más pronto que tarde, suponen mayor desorientación, mejor que mejor.
El Partido Nacionalista Vasco desea que el documento aprobado por el Euzkadi Buru Batzar hace dieciséis meses deje de tener actualidad. Y el abandono de las armas y la apuesta por vías exclusivamente democráticas únicamente lo pueden hacer ETA y Batasuna. Y la sociedad vasca sigue a la espera.