Iñaki Anasagasti
11Marzo
2006
11 |
Opinión

RECUERDO EN EL ZÓCALO

Iñaki Anasagasti
Marzo 11 | 2006 |
Opinión

El año pasado presentamos una Moción para que se recordara que en agosto de 1945 y, a instancias del Lehendakari Aguirre, se reconstituyera el gobierno de la República.
Había fallecido en 1940 Manuel Azaña y todo el exilio andaba manga por hombro. El lehendakari Aguirre que tenia la idea muy clara en el sentido de que para que hubiera democracia e instituciones en Euzkadi las tenía que haber en España se puso de acuerdo con el presidente de la Generalita, Josep Irla, de Esquerra Republicana. Irla había sucedido al fusilado Luis Companys. El Lehendakari le había convencido que hacía falta recuperar la institucionalidad republicana. Había mucho salsero en danza y si él era Lehendakari lo era por el marco institucional de la República y ante la muerte por suicidio de Hitler, el fusilamiento de Mussolini y los juicios de Nuremberg se adivinaba que Franco tenía los días contados y había que hacer algo serio e institucional ante el mundo.  Y México facilitó la extraterritorialidad para este hecho.
 
Nosotros que sabemos que hablar hoy de la República es como hablar del diablo queremos ir recuperando la Memoria Histórica con hechos concretos y por eso presentamos una Moción recordando como en agosto de 1945 México había prestado todo su apoyo para que los diputados que habían sobrevivido a la guerra pudieran elegir un nuevo presidente de la República. Estuvieron 96. Y nuestra Moción se aprobó en el 2005 a pesar de la abstención del PP y de que el PSOE nos añadiera el recuerdo a Lázaro Cárdenas, cosa que aceptamos con gusto. Pero, aprobada la Moción aquello no se movía hasta que un sensible asesor del Ministerio de Exteriores nos llamó para decirnos que la cosa estaba lista, que el ministro Moratinos quería ir a la ceremonia y que la embajada de España en México había terminado por volcarse. Solo faltaba poner día y hora.
 
Al final ese compromiso se hizo realidad. El acto sería en el Zócalo el  28 de febrero.
 
Para ello se nombró una Comisión de la Mesa presidida por el vicepresidente segundo Juan José Lucas, ex presidente del Senado y ex presidente de Castilla León. Como a mi me había tocado tomar la iniciativa fui propuesto y como siempre tenía que haber alguien del PSOE, se pensó en Segundo Bru que a la vez es presidente de la Comisión de Exteriores. Yo propuse  que Jordi Casas, de CIU, también estuviera presente recordando esa conexión catalana. Y se aprobó. Quedó pues constituida la delegación por Lucas, Bru y Anasagasti, con la incorporación de Casas.
 
Así las cosas Lucas se debió asustar por el componente republicano del hecho y se inventó la excusa de que estaba cansado de viajar y así, de repente, sustituido Lucas por el senador malagueño del PP, Damián Caneda me vi presidiendo una delegación del Senado en un acto conmemorativo de la  República al ser el Secretario primero del Senado. ¡Ostras!. A ésta delegación se le añadió la letrada Paloma Martínez, la asesora del Ministro, Enma Aparici y la administrativa María Franco.  Siete personas.

VISITA A LA DELEGACION VASCA

Llegamos el 27, lunes, a la ciudad de México. Son once horas de viaje. Nos recibió la Embajadora Cristina Barrios. Donostiarra y antigua introductora de embajadores se mueve muy bien. De segunda en la embajada tiene a una bilbaína, María Isabel Vicandi, antigua alumna de Deusto y cuyo esposo es el embajador en Honduras. Nada más llegar nos enseñó el folleto que habían hecho sobre el acto. Me pareció muy bueno. Tenía material histórico y buenas fotografías. Nos alojamos en el hotel Camino Real. Mucho pasillo.
 
Decido no ir a ver las pirámides de Teotihuacan. Me las se de memoria. Le llamé al delegado vasco Iñaki Ruiz. Al poco vino a buscarme. Acaba de sustituir a Imanol Aburto. Viene de ser un alto directivo del BBVA en aquel país. Se conoce y mueve muy bien en el mundo económico. Es un buen fichaje.
 
Me lleva a la Delegación. Es una villa muy grande. Saludo al histórico Josu Garritz. Allí está con su sonrisa y su aspecto de pelotari. Su aita fue una referencia en la colectividad. Su mujer trabaja en la Universidad. Saludo a tres chicas. La que da clases de euskera me dice que lo hace a setenta mexicanos. Me quedo con la boca abierta. En eso llama Karmelo Sanz de la Maza. Quiere mover a la Coral de niños de Leioa. Después de hablar de lo de aquí y de lo de allá con Ruiz y Garritz, me devuelven al hotel.
 
 Lo vasco oficial en México tiene un buen punto de apoyo. Aunque creo les hace falta mayor dimensión porque es un país de oportunidades. Más equipo. El que hay es muy bueno. El Lehendakari debería duplicar la apuesta. Y crear un Departamento con Consejería. Lo exterior es identidad y es economía y es conocimiento. Eso también es construcción nacional.
 
  A media tarde vamos  al ministerio de Asuntos Exteriores en la Torre de la Plaza de las Tres Culturas. Nos vemos con la segunda del ministro, la subsecretaria de asuntos exteriores, embajadora Lourdes Aranda. Le contamos a lo que hemos ido y me toca regalarle la famosa polvera. Nos habla de los retos de México. Eran noticia las declaraciones de Aznar en un mitin del PAN. En ese país, el artículo 33 impide a cualquier extranjero ingerirse en los asuntos internos. Le decimos que no nos gusta un pelo Aznar, pero que ese artículo 33 es una rémora del pasado. En Europa cualquier político va a cualquier país y habla en sus convenciones. Lo vimos con Prodi, lo hacemos nosotros y lo acaba de hacer Sarkozy en el mitin del PP. Pero es que a Aznar en México no lo pueden ni ver. Todavía recuerdan el viaje  que hizo para presionarle a Fox con el fin de que éste les apoyara en la ONU en la guerra contra Irak. Fox le dijo que no y esa imagen de correveidile de Aznar no se ha borrado.
 
La subsecretaria me dijo que conocía Hondarribi, Donosti y Bilbao. Sobre todo sus restaurantes.”No saben ustedes lo que tienen” me comentó. Y también me habló del “Vasco” Aguirre. El Osasuna se ha convertido en el equipo de México. Todos lo siguen.
 
CONDECORACION A CUATRO REPUBLICANOS
Vamos a la residencia de la embajadora. La han arreglado y modernizado. Tiene hasta txoko. Está muy bien.
La  casona estaba llena. Cuatro intelectuales del exilio republicano recibían la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. Santiago Genovés, paleantropólogo e investigador que anduvo por esos mares  con aquella balsa de Thor Heyerdal. Llegó arrastrando una bombona de oxígeno. Adolfo Sánchez Vázquez .Erguido a pesar de su bastón y peripuesto como buen filosofo marxista y autor de más de 25 libros. Ramón Xirau que sigue escribiendo  en catalán. Poeta, escritor, crítico, profesor. Tomás Segovia, dramaturgo, poeta y ensayista. Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe.
 
La embajadora fue leyendo el decreto de concesión de la medalla y poniéndoles la chapa y la banda. Habló y hablaron. Recordó una frase de Maria Zambrano que me gustó: “españoles sin España, animas en pena”. Xirau quiso saber que era eso del mérito civil. Tanto Xirau como Sánchez Vázquez refrendaron su origen republicano.
No deja de tener bemoles que a setenta y cinco años de la proclamación de la Republica y con toneladas de mérito sobre sus cargados hombros la España monárquica se acuerde ahora de estos hombres. En fin. Nunca es tarde si la dicha es buena.
 
Saludé a Beatriz Paredes candidata del PRI a la gobernación. No tiene nada que hacer. Sin embargo me parece una señora espléndida y una política como he visto pocas en mi vida. Saludé a mucha gente y me saqué fotografías con dos señoras. Una de Trápaga y otra de Gasteiz. “Aquí esta nuestro vasquito” me decían. También salude a Joaquín Ibarz el corresponsal de La Vanguardia. Es un tipo de primera  que hace unas crónicas sensacionales. Conoce la zona como nadie y hablé con varios mexicanos. Uno me repitió una aguda frase de Octavio Paz: “El problema de México -me decía, es que le hemos echado la culpa de nuestro pasado a España y de nuestro presente a Estados Unidos y lo malo es que ahora buscamos a quien echarle la culpa de nuestro futuro”.
 
DISCURSO EN EL ZÓCALO
Nunca hubiera pensado cuando anduve hace doce años con Iker en los brazos que un buen día pronunciaría un discurso republicano en el palacio del Gobierno del Distrito Federal en el Zócalo. Y sin embargo, tras saludar  al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas en su despacho y regalarle una medalla bajamos al patio donde se había congregado lo más representativo del republicanismo en México, del funcionariado de la embajada, de personalidades varias y del delegado del Gobierno Vasco, Iñaki Ruiz, y asimismo, del presidente del Centro Vasco, Eduardo Ormaetxea que allí estaban junto a una pareja hija de vascos: Itziar Iñurrategi con su marido. Fue una alegría verles y saludarles. Lástima que Germán Iñurrategi, su aita, haya fallecido para haber visto aquello.
 
Hablamos Cristina Barrios, el jefe del gobierno y yo. La intervención la dejé a varios que la pidieron. Hablé de memoria viva. Hay que convertir la Memoria Muerta en Memoria Viva. Aunque les pese a los franquistas y a los desmemoriados. Es también seña de identidad y una demanda no de los hijos, sino de los nietos de aquella tragedia, que quieren romper ese muro de silencio.
 
SALUDO EN EL SENADO MEXICANO
Tras el acto nos fuimos al Palacio Nacional a ver los murales de Diego Rivera y a la catedral. De allí al Senado. Nos recibió su presidente Enrique Jackson en el salón Colosio. Les contamos lo que habíamos hecho, les dimos el regalo, y nos llevaron al hemiciclo para que saludáramos a los senadores. La semana que viene nos vienen a Madrid en visita oficial. Están en plena campaña y nadie sabe quien va a ganar .Al candidato del PRI, Roberto Madrazo le sale cada día un escándalo nuevo. El del PAN, Felipe Calderón, está estancado y quien repunta es Manuel Antonio Lopez Obrador del PRD y al que temen más que a un nublado, pero debe ser el único con capacidad de cambio, siempre y cuando no se alíe con Chaves y compañía.
 
COMIDA EN LA UNAM
No recordaba lo tarde que se come en México. A las tres fue el almuerzo en el despacho del rector de una Universidad que cuenta con la friolera de 250.000 alumnos. La vista desde aquel piso era impresionante. Y el rector, Juan Ramón de la Fuente, un águila que está en expectativa de destino. Puede ser secretario de gobernación con cualquier gobierno.
 
 En el almuerzo nos preguntaron por Piqué, por el Estatut, por ETA, por la independencia, por la economía. Hablamos del exilio republicano. Allí había profesores e hijos de rectores y de republicanos que a su vez eran profesores en la Unam. Estaba también Antonio Navalón, representante de Prisa. Encontré simpatía hacia el exilio vasco y lo más importante en este mundo de ignorantes: conocimiento de que existió.
 
Me preguntaron por el fin de ETA y conté lo que pude y supe. Me interrumpió el senador socialista diciendo que él podía hablar mejor y con mayor conocimiento de causa ya que era del partido de Zapatero y por sobre todo representante de una de las dos mayorías. Estos españoles, de derecha y de izquierda, hablan de pluralidad pero no admiten la pluralidad y les enerva que lo que para ellos es una minoría pueda opinar sin tutelas.
 
DIEGO MARTINEZ BARRIO
Las distancias en México son infinitas .Y el tráfico aterrador. Salimos de la Universidad y llegamos justo justo al Colegio de México, una institución muy acreditada del exilio republicano. Allí escuchamos una magnífica conferencia  sobre Diego Martínez Barrio. A fin de cuentas habíamos ido a México a recordar el hecho de su elección como presidente.
 
Tengo que decir que hacía tiempo no escuchaba una conferencia tan interesante. La inició Jose Antonio Matasanz, profesor de la Facultad de Filosofía de la UNAM quien nos relató la consecuencia del gobierno mexicano con la Republica. La mantuvo hasta el final y no claudicó. Fue una de sus señas de identidad. Todo lo que duró el franquismo duró el reconocimiento a la Republica. México y Yugoslavia fueron consecuentes hasta el final.
 
Desde Sevilla había venido con nosotros el profesor de su Universidad Leandro Álvarez Rey quien se conoce la figura de Diego Martínez Barrio al dedillo. Nos dijo que en el Archivo de Alcalá de Henares están todos sus diarios desde que fue elegido presidente y que es un material invalorable. Finalizó el turno  el decano de la Facultad de Derecho  de la Unam, Fernando Serrano que me pareció un tipo de primera. Hijo de republicano se emocionó al hablar de toda aquella época con sus miserias y virtudes, sus comités de no intervención, los niños de Morelia, el abandono de todos y la importancia que para México y su intelectualidad tuvo aquel exilio. Me pareció una conferencia magnifica.
 
Por la noche, en la cena en la embajada, me tocó a su lado. Le pregunté por el edificio que había albergado a la embajada republicana. Me comentó que cuando se  normalizaron las relaciones con España, tras las elecciones de junio de 1977, España no había querido saber nada de aquella casa que era preciosa y ahora está abandonada y en mal estado. Se quejaba de cómo el gobierno español de la UCD había troceado el valioso archivo republicano pero que ellos habían tenido buen cuidado de fotocopiarlo casi todo y se quejaba de lo poco que se había hecho por dar a conocer toda esta historia. Me preguntó por Galíndez y si el Gobierno Vasco estaba haciendo algo por dar a conocer quien fue aquél alavés tan insigne. Le dije que Josu Legarreta anda en ello aunque el resto, casi nadie lo hace en serio, con presupuesto y sobre todo con entusiasmo. Parece que da vergüenza hablar de estas cosas.
 
Fernando Serrano me hizo llegar sus libros. Uno de ellos es muy notable: “Duras las tierras ajenas”. ”Misión de Luis I. Rodríguez en Francia”. Es la historia de la protección de los refugiados republicanos en Francia. ”Los Maestros del Exilio español en la Facultad de derecho”. “Isidro Fabela y la Diplomacia Mexicana”. Libros pesados pero que he traído con verdadero gusto. Pesados de peso, no de contenido. Creo que nosotros los vascos no tenemos en ningún país latinoamericano a nadie como Fernando Serrano. Y tuviéramos, un tipo como Galíndez, no le haríamos ni caso. Es así.
 
Bueno. Al día siguiente nos fuimos a Morelia. TVE destacó el hecho. Otros no. Bastante tienen con ocuparse a todas horas de la violencia. Lo demás no existe. Aunque sean cosas vinculadas con la historia de un país de ficción que nos cuentan en sus ensoñaciones. La historia real, la de estos hombres y mujeres de carne y hueso que vivieron y murieron desterrados por ser consecuentes con un ideal, eso sigue sin interesar. Una pena y una triste realidad. Y parte también de la historia vasca. No en vano fue el Lehendakari Aguirre quien propició en 1945 este hecho histórico.

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