Entrevistas
05Febrero
2006
05 |
Entrevistas

Javier Balza (Deia)

Entrevistas
Febrero 05 | 2006 |
Entrevistas

Balza: "Ni la Audiencia Nacional ni el PP ayudan, pero es ETA quien impide que la sociedad vasca pueda decidir"
JAVIER BALZA destila cautela y aporta la irremediable dosis de realismo, inseparable a su cargo. Los siete años que lleva al frente del Departamento vasco de Interior le llevan... le obligan a ‘pisar suelo’ de manera constante. Eso sí, defiende sin ambages que hay una oportunidad para la paz y la normalización. «Tenemos condiciones políticas como nunca», declara convencido, aunque no minusvalora al PP como ‘boicoteador’ del proceso e insiste en que «cualquier bomba se convierte en una piedra de choque». Lo que ve «incomprensible» es que Batasuna siga teniendo «miedo» a apostar únicamente por la política, «cuando ellos saben perfectamente que ganan en ese terreno porque las urnas les responden».

¿Son para asustar las cada vez más continuas y potentes bombas de ETA?

Sí, es el mantenimiento de una situación que hace ya muchos años que la sociedad vasca no entiende para nada. Y aquí, aparte del peligro real de que se dé una desgracia personal que nos deje al borde del abismo, lo que no se puede es estar diciendo que se apuesta por un proceso de paz y tensionarlo cada dos días con una bomba porque eso impide avances políticos y poder cerrar esta segunda transición que, se quiera o no, se niegue en el Congreso de los Diputados o no, está abierta. Además, la violencia confunde y genera otro tipo de tensiones y motivos de votación... Las bombas atemorizan el paso político.

¿Cree que ETA ha decidido asumir más riesgos o se inclina a pensar que no son profesionales y siguen su propio manual?

No, lo que estamos es ante una continuidad. Aunque ETA sí que puede tener una menor capacidad de actuación, sobre todo por la implicación de Francia en su persecución, esta organización es muy similar a la que teníamos hace cinco años y andábamos las tres policías buscando al ‘comando Donosti’.

¿Pretenden tutelar y condicionar el proceso?

Sin duda, parece que tienen miedo a dejar el tiempo a la política. La crítica fundamental que se les puede hacer es la idea del miedo al escenario político. Que ETA lo tenga, que al fin y al cabo es una organización terrorista viviendo en la clandestinidad, todavía sería hasta comprensible. Lo incomprensible es que Batasuna, que conoce las claves de la política, tenga esa reacción, susceptibilidad y miedo a separarse de dicho escenario. Y es que ellos saben que donde ganan es en el terreno de la política porque las urnas les responden y obtienen más parlamentarios que cuando hay violencia. Por eso creo que ni la Audiencia Nacional ni el PP ayudan, pero es la violencia la que impide la evolución política de este país.

¿Y por qué ese miedo a desligarse de la violencia?

Hay que ir a explicaciones socioculturales. Batasuna no se atreve a verse separada de ese mundo. Igual sí individualmente pero como conjunto están anclados en el mismo planteamiento de hace dos décadas respecto a la contestación a ETA.

Hay quien dice que la mayoría de la izquierda abertzale no toleraría un atentado con muertos...

Pienso es que la mayoría no quiere que pase eso, pero tengo mis dudas de que hubiera una reacción de ese mundo social en la calle o una reacción política contra un atentado. No veo a la mayoría de la izquierda abertzale criticando a ETA... no digo condenando, digo criticando.

¿Por qué?

Sus líderes dicen unas cosas terribles que supongo que ese mundo comparte porque si no, no las dirían. Por ejemplo, Barrena ha dicho que ETA no hace más daño porque no quiere y así demuestra buena voluntad, lo que es un avance. Si a estas alturas vamos a tener que agradecer que nos perdonen la vida.... pues no. Esos planteamientos son la admisión pura de la existencia de la violencia.

¿Dónde queda entonces el mensaje de Anoeta?

En la contradicción permanente. No vale decir que es el tiempo de la política y no desarrollarlo o hacerlo sólo si los planteamientos son los que me interesan. Si la apuesta es la política, lo será aunque no se aborde la territorialidad, la autodeterminación o la política penitenciaria. Si no, la apuesta no es real y Anoeta sería una mentira. Y la sociedad ha roto el círculo y hay un rechazo a la violencia que no tiene marcha atrás.

¿Y qué espera del mensaje del Bide Eginez, que aún se desconoce por la prohibición del acto del BEC?

Es una reflexión exclusivamente interna y que a efectos exteriores nos iba a aportar muy poco. Desde luego, ningún paso decisivo.

Pero estamos ante una oportunidad, ¿o no?

Hay una oportunidad. Precisamente, lo que estamos diciendo es !ojo!, no nos equivoquemos, que abortamos el proceso. Claro que hay condiciones políticas como nunca, claro que el acuerdo del Congreso apostando por el final dialogado de la violencia da una oportunidad como nunca. Y a la vez, hay grupos que sin duda van a boicotear desde la política todo lo que puedan, especialmente liderados por el PP y luego también, cualquier bomba es una auténtica piedra de choque en el proceso.

Y en esta situación, el Gobierno vasco crea el Consejo Político y anuncia que tomará la iniciativa en septiembre si el proceso sigue estancado. ¿Qué puede hacer?

El Gobierno, con el lehendakari a la cabeza, ha demostrado que tiene capacidad de poner sobre la mesa iniciativas que han liderado la centralidad de esta sociedad. La propuesta de Nuevo Estatuto ha sido en cuatro años la única iniciativa política que ha habido en este país. Los demás han estado subidos en el ‘no’ tratando de boicotearla y llevando a los tribunales la iniciativa. Y ahora, vamos a ser los colaboradores necesarios en el proceso de paz y líderes en lo que es la fase de normalización.

En cualquier caso, ¿qué ha cambiado para que se pase de evitar hablar de plazos a poner fechas?

Es que están corriendo los plazos. Todo el mundo es consciente de que el 2007 es un mal año para estas cosas con las elecciones.

Los meses pasan, pero las distancias entre los partidos, al menos los mensajes que trasladan, no se acortan. El PSE sigue negando el derecho de autodeterminación, por ejemplo...

Es que los principios básicos que sustentan al tripartito, a los socialistas y a la izquierda abertzale, son realmente contradictorios. Evidentemente, va a tener que ser la sociedad quien los delimite.Yo apuesto por la capacidad de decisión. Hay una profunda reflexión sobre el modelo de convivencia en muchos países europeos en los que existen distintas concepciones nacionales. Y esto no es una amenaza, sino una necesidad. Será en el momento de normalización política donde la sociedad recibirá los mensajes puros. Por ello, insisto en que lo que está retrasando que los vascos puedan decidir es ETA, no es ni la Audiencia Nacional ni el Partido Popular, que tampoco ayudan.

COMPARTE