Zenarruzabeitia: "Pediremos al Estado un compromiso de inversiones como el de Cataluña"
El pasado diciembre, Idoia Zenarruzabeitia tuvo que morderse la lengua varias veces al día, hasta hacerse daño, para mantenerse callada mientras las diputaciones se peleaban en las negociaciones del nuevo Impuesto de Sociedades y los "suyos", desde los ejecutivos forales de Vizcaya y Guipúzcoa, se desmarcaban en solitario y agitaban el ambiente. La vicelehendakari del Gobierno vasco aguantó la tarascada y eso le valió salir reforzada cuando, al final del trayecto, ambas instituciones tuvieron que dar marcha atrás para pactar con Álava un tipo de gravamen del 32,6%. Su agenda para este año está llena de asuntos importantes: renegociar la Ley de Aportaciones, coordinar la reforma fiscal y acordar con el Estado una nueva Ley Quinquenal de Cupo.
-En aquellas semanas de diciembre, ¿se sintió ninguneada por las diputaciones?
-No, en absoluto. Nosotros ejercimos el papel que nos corresponde. Tal y como estaban las cosas, hicimos mucha terapia en aquellas reuniones semanales. Pero siempre hemos preferido la discreción cuando se discuten temas claves. La presión mediática no es buena en estos casos.
-Esa presión mediática a la que se refiere la desataron los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa cuando hicieron público aquel acuerdo unilateral para bajar el Impuesto de Sociedades al 32%.
-Digamos que se enmarañó el proceso porque cuando uno hace una manifestación pública eso provoca reacciones, contra-declaraciones y...no es el mejor escenario. Sin embargo, yo siempre tuve claro que todo el mundo tenía voluntad de llegar a un acuerdo.
-¿En algún momento llegó a pensar que podíamos encontrarnos con tipos diferentes en el País Vasco?
-No...bueno, siempre te queda una duda sobre lo que puede pasar al final, pero lo cierto es que en los contactos que mantuvimos la voluntad de cerrar un acuerdo era clara.
-Ustedes siempre han defendido que es algo normal la existencia de tipos impositivos diferentes en Cantabria y Vizcaya, por ejemplo. Sin embargo, la simple posibilidad de que existiese un tipo diferente en Álava y otro en Guipúzcoa era visto casi como una tragedia.
-Somos un sistema tributario diferente, en realidad tres en uno e incluso hay una ley, la LTH, que establece que los elementos estructurales de los impuestos deben ser «uniformes» en Euskadi.
-El pacto reciente con el Estado en torno a la construcción de la "Y" ferroviaria vasca ¿no le parece que indica que por la vía de la moderación y la búsqueda de acuerdos se pueden conseguir avances importantes para el País Vasco?
-Nosotros nunca hemos buscado la crispación y, además, seguimos siendo los mismos. Donde sí ha habido cambios es en el Gobierno del Estado. Lo que se puede deducir de ese asunto es que cuando hay voluntad de llegar a acuerdos, se llega. La fórmula que se ha adoptado para financiar este proyecto, con un anticipo de fondos por parte de la Administración vasca, la habíamos propuesto nosotros hace ya algunos años. Antes no se aceptó, ahora sí. Eso indica que, cuando se quiere... entonces se puede.
-El nuevo Estatuto catalán va a reconocer algunas competencias en la gestión de infraestructuras que ustedes reclaman desde hace décadas y también un compromiso de inversiones de la Administración central, de forma que la parte destinada a esa comunidad coincida con su peso en la economía española. ¿Qué les parece?
-Si existe el acuerdo, bueno sea.
-¿Le pedirán al Estado un compromiso de inversiones similar?
-Sí, claro, nosotros también queremos para Euskadi un compromiso de inversiones como el del Estado con Cataluña, porque durante años han sido prácticamente inexistentes. Hemos aportado el 6,24% y hemos recibido menos del 1%.
-¿En qué marco van a plantear esa reclamación? ¿Habrá que esperar a que se negocien los Presupuestos del Estado para 2007 y a un nuevo acuerdo entre PNV y PSOE?
-Yo creo que el marco adecuado para discutir sobre estos temas es la próxima negociación de la Ley de Cupo.
-Otra de las asignaturas pendientes para el próximo año es la reforma fiscal. ¿Esperarán a que el Gobierno central remita a las Cortes sus proyectos de ley?
-No es necesario. En el País Vasco se han hecho ajustes en el IRPF en los últimos años sin que lo haya hecho el Estado.
-¿Que le parece la reforma del Impuesto de Sociedades que ha dibujado el Gobierno central?
-No nos vale para Euskadi. El Estado plantea una rebaja del tipo de gravamen en un periodo de tiempo, pero también la eliminación de buena parte de las deducciones que existen en la actualidad. Aunque tiene como virtud la de tratar de simplificar el impuesto, lo cierto es que en nuestro caso necesitamos una fórmula que atienda a la existencia de un tejido productivo, en el que va a seguir siendo necesario incentivar la inversión, el I+D, las mejoras medioambientales, etc. Tenemos que mantener nuestra fiscalidad más adaptada al terreno en el que vivimos.
-Y, en la propuesta de IRPF, ¿no cree que es injusto que una especulación bursátil desarrollada en 48 horas tribute al 18%, mientras que un salario por cuenta ajena, ganado durante todo un año, puede hacerlo el doble o más?
-Planteado así, no cabe duda. Sin embargo, hay que analizar la tributación del ahorro en su conjunto y ver qué medidas favorecen a los ahorradores. Es, con toda seguridad, el tema al que vamos a tener que dedicarle más tiempo de análisis. En el IRPF, además, nosotros mantenemos una estructura de impuesto que lo hace más progresivo que el del Estado y que también favorece a las rentas más bajas.
-Volvamos a la inestabilidad del Impuesto de Sociedades en el País Vasco. ¿Confía usted en que el Tribunal Constitucional rectifique la sentencia del Supremo que ilegalizó el tipo de gravamen del 32,5%?
-Cuando uno recurre a los tribunales no lo hace por razones de confianza, sino de justicia. Esperamos que el Constitucional nos dé la razón y que también lo hagan los tribunales de la UE.
-En un intento de romper la actual dinámica de judicialización de las normas fiscales vascas, ¿cree que sería bueno reeditar un pacto político como el que se alcanzó en el año 2000, aquella "paz fiscal"?
-No fue una solución definitiva. El Estado cumplió el acuerdo y no volvió a recurrir las normas, pero comenzaron a hacerlo otras instituciones y también otras instancias como la patronal de La Rioja. Vivimos en un permanente diente de sierra. Se alcanza un acuerdo, se paralizan los recursos, pero luego renacen de otra forma. Creo que no son razones económicas las que justifican esta situación y que la hipotética deslocalización de empresas no es lo principal en este asunto .
-¿Quiere decir que en los recursos que presentan La Rioja o Castilla-León hay razones distintas a las económicas?
-Bueno, que me demuestren que La Rioja no tiene "efecto frontera" con Navarra, donde también aprobaron un tipo del 32,5% que, sin embargo, no han recurrido. ¿Por qué es nocivo el Impuesto de Sociedades de Euskadi y no lo es el de Navarra? Por eso pienso que las razones de fondo tienen que ser otras. Quizá desestabilizar de forma permanente para debilitar al de al lado y sacar un rendimiento de ello.