CIEN DIAS DE LA PRESENTACION DE LA INICIATIVA "ELKARBIZITZARAKO BAKE-BIDEAK. ANTE EL FINAL DIALOGADO DE LA VIOLENCIA Y LA NORMALIZACION POLITICA"
Hoy se cumplen 100 días desde aquel 10 de octubre en el que el Partido Nacionalista Vasco aprobó la Iniciativa en favor de la Paz y la Normalización Política.
Lo hemos hecho por nuestro compromiso desde la convicción de que tenemos una responsabilidad añadida por ocupar la centralidad en la política vasca, lo cual nos obliga a favorecer los acuerdos, conciliando sensibilidades diferentes. Y lo hemos hecho sin arrogancia, conscientes de que sólo tenemos una parte de la verdad y la solución, y que el camino de la solución se completará con las aportaciones del resto.
100 días más tarde, agradecemos la acogida favorable que el resto de formaciones políticas han dado a la iniciativa que hemos puesto sobre la mesa. Ello nos reafirma en nuestra confianza de que hay un camino que podemos recorrer juntos, y a su vez esperamos ansiosos la lectura de las aportaciones del resto de partidos. Con el objetivo además, de valorarlas con la misma óptica que una parte importante de la sociedad vasca ha escuchado la nuestra: centrándonos sobre todo en lo que nos une, en lo que tiene de aportación a una solución y un proyecto de convivencia, y respetando aunque no compartiendo aquello que el acervo de cada partido tiene de discurso diferenciador.
También hemos recibido múltiples mensajes de ciudadanos y sectores sociales en Euskadi. Me quiero quedar sobre todo con uno: nuestra iniciativa abre un camino de trabajo en común. Abre la vía a trabajar un espacio de entendimiento.
Los aspectos especialmente apreciados en los contrastes que hemos llevado a cabo los reseñamos a continuación:
- En primer lugar, el compromiso en la radical incompatibilidad entre violencia y política. La ciudadanía percibe claramente que la negociación política debe abordarse sin violencia, una vez desaparecida la misma. Por ello, la negociación para llegar a una acuerdo entre las diferentes sensibilidades del país, debe llevarse a cabo sin violencia. porque coarta la libertad de opinión y niega la democracia. Porque es difícil negociar con una pistola enfrente.
- La afirmación de que la paz no debe ser consecuencia de la aceptación de ningún proyecto político, por legítimo que este sea. Los proyectos políticos deben llevarse a cabo porque los ciudadanos los apoyan y legitiman, no porque nadie los ponga como condición para dejar de ejercer la violencia.
- La voluntad de construir este país entre todos. Nadie sobra. Ninguna sensibilidad y ninguna identidad política que viva entre nosotros debe quedar fuera de nuestro futuro compartido. Por ello, nuestro compromiso de alcanzar acuerdos con el mismo nivel de apoyo o superior que tuvo el Estatuto de Gernika.
Vivimos un tiempo en Euskadi que debe ser un punto de inflexión. Se abre una nueva etapa. Debemos construir el futuro en base a una nueva cultura política en la que trabajemos más el pacto y menos la imposición. Necesitamos una renovación de los usos de hacer política, desde la aceptación de la identidad del otro, viendo la pluralidad como enriquecimiento común.
Por ello, es especialmente importante el principio básico que hemos aportado en nuestra iniciativa. El principio de no imponer-no impedir. En definitiva, buscar acuerdos amplios entre diferentes, desde el compromiso de que esos acuerdos deben ser respetados por todos. Un compromiso que limita a la mayoría de partidos nacionales vascos en Euskadi, pero que a su vez limita a la mayoría de los partidos de ámbito estatal en Madrid. Una autolimitación que nos enriquece para construir el futuro entre todos.
Avanzábamos ya a primeros de este curso político que a lo largo de este proceso se producirán nubarrones. Ayer tuvimos la ocasión de apreciar algunos de ellos. La decisión de la Audiencia Nacional de impedir a Batasuna celebrar su acto político es, sin duda, una muy mala noticia. Una decisión que vulnera derechos fundamentales en democracia: el derecho de asociación, el derecho de reunión y el derecho a la libre expresión de los ciudadanos.
El día 21 era y es el momento para que Batasuna se retrate. Era el momento para posibilitar a Batasuna profundizar en una línea de aceptación de la política y la democracia como único camino. Y algunos poderes del Estado lo impiden. Son sectores judiciales que actúan desde impulsos políticos incompatibles con el rigor y las garantías mínimas exigibles en un Estado de Derecho, inmersos en un sistema judicial que todavía no ha llevado a cabo la transición que el resto de poderes del Estado han realizado. como ejemplo la cúpula judicial está presidida por un personaje, el Sr. Hernando, que se mueve entre la intolerancia, el radicalismo, la politización extrema y el esperpento de sus manifestaciones públicas. o las propias funciones de la audiencia nacional actuando como tribunal de excepción.
La decisión de la Audiencia Nacional, además, no contribuye a la convivencia de esta sociedad. La crispación política y social, y la decepción añadida que va a generar esta decisión en la sociedad vasca, y más después de las últimas declaraciones de dirigentes socialistas que se mostraban partidarios de que se celebrara, va a ser notable.
No vamos a actuar ni desde la precipitación ni desde la desmesura. La importancia del momento que vivimos exige responsabilidad añadida al primer partido de este país. Por ello, unimos a la denuncia firme de estas actuaciones movidas desde la voluntad política de dificultar un proceso de paz y convivencia en Euskadi, nuestro apoyo a las instituciones vascas en su decisión de cumplir la legalidad, aplicada con equidad y responsabilidad.
Batasuna tiene una magnífica oportunidad de obstaculizar estos intentos con una posición clara y nítida en favor de la política, y de distanciamiento y de cierre de un pasado y un presente de violencia en este país. Nosotros estamos dispuestos a escucharles. Nos reuniremos con Batasuna para saber directamente qué quería decir en BEC. Porque queremos conocerlo sin que las actuaciones de Grande-Marlaska nos lo impidan. Y esperamos una posición clara y nítida de Batasuna reclamando el fin de la violencia. Si ésta se produce, será esperanzador y un paso adelante. En caso contrario, si estamos ante más de lo mismo, la Audiencia Nacional habrá colaborado con Batasuna en ayudar a tapar su falta de respuesta a la exigencia de la ciudadanía vasca, con esta decisión polémica, limitadora de libertades y escasamente democrática.
Ratificándonos en la Iniciativa aprobada el 10 de octubre, vamos a seguir, pese a los obstáculos, con responsabilidad y equilibrio trabajando por la paz y la convivencia en este país, y por un acuerdo político en una Euskadi en paz, en el que construyamos el futuro entre todos, y entre todos también decidamos nuestro porvenir. Hoy es día de nubes. Hoy más que nunca, cien días después, la aportación que hemos hecho a la sociedad vasca cobra todo su valor.
En resumen:
1. Nos ratificamos en la plena vigencia del la iniciativa “Elkarbizitzarako bake-bideak. Ante el final dialogado de la violencia y la normalización política” aprobada por el EBB el pasado 10 de octubre y apelamos al resto de formaciones políticas para que, por encima de circunstancias coyunturales, expongan públicamente su propuesta concreta para un proceso de pacificación y normalización política.
2. Solicitamos al PSOE y al presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, que tome las medidas necesarias para superar la herencia de la época negra de Aznar, como es la Ley de Partidos tan negativa para un Estado de Derecho.
3. Batasuna sabe que la mayoría de la sociedad vasca es favorable a su derecho democrático de reunión, pero no debe olvidar que, asimismo, la mayoría de la sociedad vasca desea que Batasuna apueste claramente por las vías exclusivamente políticas y rechace expresamente cualquier método de violencia, chantaje y extorsión, lo que permitiría la constitución de una mesa de negociación entre partidos. No vale apelar continuamente al deseo mayoritario de la sociedad y, al mismo tiempo, hacer caso omiso de lo que realmente desea.
4. Es sin duda importante que Batasuna pueda reunirse públicamente con los suyos allí donde considere más oportuno, pero es aún más importante que Batasuna traslade al conjunto de la sociedad vasca su propuesta concreta de pacificación y normalización, para lo que no hace falta más que voluntad y autonomía política para hacerlo.
Sabin Etxea, a 18 de enero de 2006