Ibarretxe: "Batasuna estará en las elecciones de 2007 porque los sucesos lo permitirán; si no, sería un mal síntoma"
Una de las cuestiones que más ha trascendido de su discurso de fin de año es que reafirmara la vigencia de la propuesta de nuevo Estatuto como un documento que contiene los mimbres para la resolución del conflicto vasco. ¿Cómo valora la respuesta de PSE y PP?
Con respeto, pero resaltar la vigencia de la propuesta no es sino resaltar un acuerdo democrático del Parlamento Vasco que tiene 39 votos. Si detrás de otra propuesta política hay 45, miel sobre hojuelas.
El PSE se remite a los resultados electorales del 17 abril y considera que entonces la ciudadanía rechazó esa propuesta.
Pues hombre, las elecciones las ganó de una manera muy importante la coalición PNV-EA. Sería curioso que quien ha ganado las elecciones tuviera que prescindir de sus ideas, ésta es una novedad en democracia.
El PNV, en Elkarbizitzarako bake-bideak , ya reafirmaba la vigencia de la propuesta y planteaba buscar un consenso superior al del Estatuto de Guernica. ¿A qué se refiere con ese consenso superior?
Cualquier propuesta política que hagamos tendrá que tener siempre un consenso superior a las leyes básicas por las que ahora nos regimos: la Constitución y el Estatuto. Tendríamos que sacar muy mala nota para no superar el 30,8% que sacó la Constitución en Euskadi. Y añado más: tendrá que ser aprobada en todos los territorios, en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa como en su momento tendrá que serlo también, cuando se haga, en la correspondiente consulta en Navarra.
El último Sociómetro dice que tres de cada cuatro vascos apoyan el derecho de decisión. En campaña electoral hablaba de una legislatura para decidir. ¿Ese respaldo social le hace ser optimista?
Hace tiempo que no tengo ninguna duda, vamos a ser lo que queramos ser. Desde ese punto de vista, me parece que ésta es una puerta que ya no se va a cerrar. La sociedad vasca ha interiorizado que tenemos derecho a decidir y que, además, el futuro de Euskadi lo vamos a decidir aquí, no en Madrid.
Se lo pregunto de otra forma, ¿se celebrará esa consulta antes de 2009?
Yo espero que sí. Y tenemos que trabajar para que la consulta sea posible, ése es mi compromiso.
En el discurso de fin de año hablaba de que 2006 es un año para la esperanza, también de que el proceso abierto no tiene retorno. ¿Ve motivos para el optimismo?
Hombre, primero veo más madurez que nunca en los partidos políticos. Y, en segundo lugar, veo más exigencia que nunca en la sociedad vasca, que se manifiesta harta, cansada de la violencia, del sufrimiento, de las violaciones de los derechos humanos, y reivindica que los partidos de una vez y para siempre alcancemos acuerdos.
A pesar de la interiorización de esa necesidad de alcanzar acuerdos, hemos asistido a un acuerdo presupuestario con el PSE y, sin embargo, ha estado rodeado de declaraciones altisonantes, incluso dentro del propio tripartito...
Yo me quedo con la parte buena. La sociedad respira tranquila cuando ve que los partidos logramos pactos. Estamos llegando a acuerdos con el PSE, Aralar, EHAK, incluso con el PP en el Parlamento Vasco. No voy a ser yo quien quite importancia a que estemos trasladando a la sociedad vasca que somos capaces de ponernos de acuerdo. Eso tiene un valor en sí mismo que no se puede negar y, además, nos predispone en un camino de diálogo y consenso que es en el que tenemos que enfocar la legislatura.
¿Cómo ve la disposición del Gobierno español ante los procesos de normalización y pacificación?
Ésta es una materia en la que a mí me gustaría ser discreto, no secreto. Es evidente que el presidente Zapatero y yo hablamos de estas cuestiones, lo hacemos con lealtad, y por tanto no voy a ser yo quien transmita nada, absolutamente nada, a los medios de comunicación. La sociedad debe saber que estamos hablando, que el lehendakari está hablando con todos los partidos, pero tengo interiorizado hasta la médula que nuestros problemas no los vamos a arreglar en los medios de comunicación.
Suele hablar de las elecciones de 2007 como un momento significativo para el devenir de la situación política vasca en la medida en que esté o no presente Batasuna. Algo debería suceder en 2006 que permitiera esa presencia. ¿Ve margen para que el Gobierno español busque alguna vía para ello?
Yo estoy convencido de que Batasuna va a estar en las elecciones de 2007 y, por tanto, estoy convencido de que a lo largo de 2006 y 2007 se van a dar acontecimientos que lo posibilitarán. ¿Por qué? Porque veo el futuro con optimismo y, entonces, que Batasuna no estuviera en las elecciones de 2007 sería un enorme mal síntoma para el futuro.
Inmersa en el proceso Bide Eginez, ¿cómo ve a Batasuna? ¿Espera algún paso por su parte para facilitar esa vuelta a la legalidad?
Los movimientos de Batasuna los tendrá que trasladar Batasuna. Ellos establecieron sus objetivos cuando en Anoeta trasladaron su máxima de sacar de la calle el conflicto y llevarlo a una mesa de diálogo. Éste es un objetivo importante y aún no desarrollado; ahí es donde tiene Batasuna su desafío.
¿Cómo se compatibiliza ese desafío con el recrudecimiento de la amenaza de ETA sobre el empresariado, por ejemplo?
ETA lleva dos años y siete meses sin realizar atentados mortales y eso, en sí mismo, es un elemento de optimismo. Pero ETA tiene que dar el paso definitivo y abandonar de una vez y para siempre la violencia y la extorsión. Y una cosa tenemos que tener clara, porque es una experiencia del pasado: si vamos a un horizonte sin violencia, tiene que ser sin violencia de ningún tipo.
La mesa de partidos, ¿debe estar liderada por alguien concreto?
Tendrá que estar compuesta en función de los acuerdos que alcancen los partidos. La experiencia del pasado dice que la pelea por el protagonismo ha sido un mal acompañante de los procesos de normalización en la sociedad vasca.
¿Arrancará la mesa de partidos aunque ETA no declare una tregua?
Hoy existe ya un diálogo entre los partidos políticos y no hay tregua. Ese diálogo continuará, yo continuaré hablando con todos en profundidad. Pero tenemos que ser sinceros: diálogo resolutivo en un escenario de mesa de partidos o en cualquier otro escenario se dará cuando exista un escenario sin violencia y sin exclusiones. Todos hemos manifestado esto de alguna u otra forma, también Batasuna lo dijo en Anoeta. Si todos somos conscientes de ello, pues manos a la obra.
Sé que no es amigo de hablar de plazos, pero ¿cree que ese diálogo resolutivo se podría poner en marcha a corto plazo, quizá este año?
Me gustaría que fuera cuanto antes, precisamente por eso no soy amigo de poner fechas. Los partidos no nos tenemos que sentar para tomar café, ese diálogo tiene que ser efectivo. Para eso estamos intentando hablar de procesos, instrumentos y metodologías que puedan hacer que, puesto en marcha un instrumento de diálogo, éste sea, en sí mismo, un principio de solución y no el principio del problema.
¿Prevé una tregua de ETA?
No soy excesivamente partidario de elucubrar. Creo que, sin duda, ETA debe dar el paso definitivo. Es el principal obstáculo para que la sociedad vasca pueda vivir en paz y decidir en paz. Es así de claro.
¿Cree que si cambia la política de dispersión se habrá dado el primer paso para que ETA deje las armas o es la organización armada la que debe dar el primer paso?
Eso no debe plantearse en esos términos. El Gobierno español tiene que desarrollar una política penitenciaria acorde con los derechos humanos en cualquier escenario.
Pero, ¿cree que el cambio en la política penitenciaria ayudaría al proceso de pacificación?
No lo sé. Lo que sí vamos a hacer es reivindicar permanentemente este tipo de cuestiones.
