Intervención
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2006
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Intervención

JOSU JON IMAZ
Balance de 2005 y objetivos para el 2006

Intervención
Enero 02 | 2006 |
Intervención

El objetivo de esta comparecencia es analizar el balance del año político 2005 para el Partido Nacionalista Vasco, y presentar los retos y objetivos de cara al nuevo año 2006.
La sociedad vasca ha vuelto este curso a dar su confianza a EAJ-PNV para que lideremos Euskadi durante los próximos 4 años. Y este es un reto que asumimos con humildad, pero a su vez con convicción y decisión. Así, hemos renovado la elección de Ibarretxe como lehendakari y hemos liderado un nuevo Acuerdo de Gobierno tripartito para hacer frente a las tareas que tenemos por delante. Son fundamentalmente cuatro: la paz, el bienestar económico y el empleo, los servicios a la ciudadanía para mejorar la calidad de vida, y la normalización política. Y para llevar adelante estos objetivos, hemos interiorizado otro mensaje que la sociedad vasca nos ha mostrado este año 2005: la necesidad de buscar acuerdos amplios y de ponernos de acuerdo entre diferentes para conseguir llevar adelante el proyecto de país.
 
Euskopolis: Innovación y modernización

El año se cierra con un grato sabor a acuerdo. Acuerdos, que EAJ-PNV ha impulsado para alcanzar dos objetivos: innovación y modernización de Euskadi. Acuerdos que han tranquilizado y satisfecho a la gran mayoría de la ciudadanía, y que sólo han desagradado a los que viven en su salsa en la trinchera del desacuerdo y la confrontación, a los extremos, se llamen PP o se llamen EHAK. El primero de los acuerdos es el de los Presupuestos Generales del Estado. El compromiso de EAJ-PNV con los mismos, ha supuesto ventajas indudables para el bienestar económico y la calidad de vida en Euskadi. El tren moderno de alta velocidad va a ser una realidad. Más de 4.100 millones de euros de inversión (la mayor que nunca se ha llevado a cabo en Euskadi) van a servir para que nuestra vida cambie. Podremos con normalidad trabajar en Bilbao viviendo en Donostia, o vivir en Bilbao trabajando en Vitoria o vivir en Gasteiz trabajando en Donostia, teniendo un transporte público que nos lleve de casa al trabajo en media hora. La ordenación del territorio en Euskadi va a transformarse. Vamos a conocer por fin la Euskopolis, la ciudad vasca en la que la vida se va a vertebrar alrededor de este eje de comunicación, integrándolo con una Eurociudad en la que el Donostia-Baiona por el mismo ancho de vía va a unir este continuo urbano: Euskal Hiria.
 
 
La actividad económica, la aplicación de nuevas tecnologías, la generación de empleo, los ingresos fiscales para nuestras Administraciones como consecuencia de esta obra van a ser importantes. Y en este acuerdo no podemos olvidar el apoyo a la regeneración de la Bahía de Pasaia y la construcción del Puerto Exterior, el gran reto económico y medioambiental Gipuzkoa para la próxima década, así como el impulso a un gran centro científico-tecnológico de dimensión europea. Pudiendo además activarse la ejecución del proyecto del tren moderno desde el Gobierno Vasco descontando después las inversiones del Cupo que anualmente pagamos al Estado. Por tanto, un avance importante en la práctica para nuestro autogobierno.
 
Acuerdos institucionales
 
Los Presupuestos de la Comunidad Autónoma Vasca han supuesto otro hito importante. La legislatura se inicia con estabilidad institucional. Unos presupuestos que apuestan por las infraestructuras, por el impulso a la ciencia y la tecnología como base de nuestro empleo y bienestar futuro, y por una educación y sanidad de calidad, han sido aprobados por dos tercios del Parlamento Vasco. Y a nadie se le oculta la importancia que este acuerdo tiene a la hora de tejer nuevas confianzas, de romper las heridas que han salpicado la política vasca a lo largo de estos años. Vamos a necesitar esta confianza recobrada para abordar entre todos el reto de la paz y la normalización política.
 
Otro acuerdo importante producido en las últimas horas del año ha sido el del impuesto de sociedades entre las tres Diputaciones Forales. Positivo, porque supone un esfuerzo institucional por buscar acuerdos que den confianza al tejido económico. Porque pone de manifiesto que nuestro entramado institucional funciona, dialoga y es capaz de llegar a acuerdos. Aunque no nos debe hacer olvidar un grave problema que debe ser resuelto. El respeto legal en el ámbito del Estado y en Europa al Concierto Económico, respeto necesario para dar seguridad jurídica a las empresas e inversores, y para tener una herramienta potente y flexible para que en un futuro próximo podamos seguir teniendo una sociedad dinámica, que genere empleo, que dé bienestar a sus ciudadanos y que responda con éxito a los retos que los nuevos actores económicos en el mundo (China, India, Europa Central y del Este) suponen ya para nuestras empresas.
 
Por ello, en los próximos meses deberemos blindar la normativa fiscal que emana de las Juntas Generales y buscar en cooperación con el Estado una fórmula de respeto a nuestro Concierto Económico en Europa. Las consideraciones del Abogado General en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo en el reciente caso de las Azores, dejan una puerta abierta a ese reconocimiento explícito del Concierto como sistema fiscal general.
 
El Concierto Económico permite que los ingresos fiscales del conjunto de Euskadi sean recaudados por las Diputaciones Forales, y distribuidos (una vez descontado el cupo al Estado), entre el Gobierno Vasco, las Diputaciones y los Ayuntamientos. Esa distribución se hace en función de los criterios marcados en la Ley de Aportaciones, que deberá ser renegociada este año 2006. En función de los servicios que cada institución presta (quién ofrece la Educación, quien la Sanidad, quien los Servicios Sociales, quien las infraestructuras...) se calcula el reparto para cada una de ellas. El reto para este año será definir un modelo para las actuales circunstancias de la sociedad vasca, para sus retos económicos y sociales, y para las características poblacionales (mayor edad y por tanto nuevos servicios requeridos). El Partido Nacionalista Vasco, desde su responsabilidad institucional en los diferentes niveles, asume el reto de trabajar e impulsar este nuevo acuerdo.
 
Pacificación y normalización
 
La paz es un gran objetivo para los próximos meses. EAJ-PNV ha fijado su posición con nitidez este año 2005, en la iniciativa aprobada por el EBB el 10 de octubre. Estamos ante una oportunidad que no debemos desaprovechar. Pero debemos también acercarnos a ella con unos valores claros y definidos. Conscientes de que la paz y su consecución no debe vincularse en ningún caso a un proyecto u objetivo político concreto. Pero decididos también a ayudar desde la política, a través del diálogo entre partidos y acuerdos de normalización, a que el escenario de paz se instaure y se consolide en nuestro país.
 
Y el proceso tiene una llave. No debemos marear la perdiz ni permitir que nadie nos confunda en estrategias de tinta de calamar. A ETA le corresponde abandonar de forma definitiva la violencia, incluyendo por supuesto las amenazas y el chantaje a personas. Una vez existan señales inequívocas de este paso, en la resolución que promovimos y acordamos en mayo del 2005 en el Congreso se establece el marco de un diálogo entre ETA y los poderes competentes del Estado para poner un final a la violencia. Y los partidos nos hemos comprometido a iniciar a continuación un diálogo sin exclusiones, un diálogo sin condiciones, que sirva para que las diferentes sensibilidades políticas de este país busquemos un punto de encuentro, un pacto sobre como construimos el futuro de este país respetando las decisiones de la ciudadanía, que será la que tenga que rubricar ese acuerdo en una consulta.
 
Un acuerdo que EAJ-PNV entiende en su documento debe ser integrador entre las diferentes identidades y sensibilidades políticas de este país, y debe alcanzar una mayoría suficiente para superar el apoyo ciudadano que tuvo el Estatuto de Gernika en su momento. Un nuevo punto de encuentro que concite como mínimo la misma adhesión ciudadana que el anterior.
 
Pero un acuerdo que debe ser respetado por todos, porque va a emanar de la decisión de los vascos y vascas, decisión que todos deberemos respetar y buscar los cauces para su inclusión en el marco jurídico-político. En definitiva, planteamos el acuerdo sobre dos bases: no imponer y no impedir. No imponer un acuerdo con menor grado de apoyo que los anteriores y, no impedir un acuerdo que haya alcanzado esos niveles de acuerdo.
 
El Partido Nacionalista Vasco pondrá sobre la mesa de negociación las formulaciones en torno a estas cuestiones incluidas en el Proyecto de Nuevo Estatuto Político. Ese es nuestro objetivo. Pero lo haremos convencidos de que sólo un acuerdo amplio e integrador, que supere la adhesión de acuerdos anteriores, contendrá las bases para resolver el futuro político de Euskadi.
 
En 2006 deberemos preparar las elecciones municipales y forales de la primavera siguiente. Esto nos va a exigir un esfuerzo de definir las políticas municipales cercanas al ciudadano, que inciden cada día en su bienestar y calidad de vida. El PNV va a trabajar por un proyecto municipalista que entronque con la andadura que hemos desarrollado en los últimos 25 años desde las instituciones y que las necesidades actuales de la ciudadanía y el futuro demandan.
 
Una esperanza razonable de paz, pero que debe ser matizada con la prudencia debida. Porque sólo se concretará la misma, si el que ejerce la violencia renuncia a apostar por ese camino y deja paso a la política y la democracia. Un esfuerzo de integración para que la voluntad de la sociedad vasca de dotarse del autogobierno que Euskadi quiere y necesita se pacte entre los partidos vascos y posteriormente con el Estado. Y un proyecto de innovación y modernización que sirva para que Euskadi se consolide como un área líder en Europa en crecimiento económico, bienestar y calidad de vida. Este es nuestro reto para el año 2006.
 
Relaciones internacionales
 
Seguiremos además trabajando nuestra red de relación internacional como Partido. 2005 se inició con una apuesta europea de la sociedad vasca, que no nos debe hacer olvidar la necesidad de seguir apostando por un mayor acercamiento de ese proyecto europeo a los ciudadanos. El referéndum en Holanda y Francia, en el que nuevamente Iparralde estuvo en el Sí, junto a Bretaña, Saboya, Alsacia y pueblos con identidad propia, refuerza esa necesidad de aproximación entre Europa y sus personas. A lo largo de 2005 hemos consolidado nuestra posición en el Partido Demócrata Europeo, celebramos en Bilbao el Primer Consejo del mismo, hemos establecido un Secretariado Permanente del Partido Demócrata a nivel mundial con el Partido Demócrata Americano, el Partido Demócrata Japonés, el Partido del Congreso de la India, el Partido Demócrata de Thailandia, el Partido Demócrata de Hong-Kong y el Partido Liberal de Filipinas. Y el PNV participa del mismo, habiendo estado en todos los foros y negociaciones para alcanzar este objetivo.
 
El mundo se une cada vez más. Muchas decisiones se toman ya a nivel mundial, desde el medioambiente, el comercio u otras. Y si no hay partidos políticos mundiales, la democracia irá alejando las personas de las decisiones. EAJ-PNV es un partido cercano, vasco, pegado al terreno. Trabajamos día a día por desarrollar nuestra propia identidad. En este sentido, este año 2005 hemos aprobado el primer Plan de Normalización del Uso del Euskera en nuestra Asamblea Nacional. El euskera, además de patrimonio cultural que la inmensa mayoría de los vascos queremos preservar, es, sobre todo, un instrumento vivo de comunicación de miles de personas. Que viven lo propio y están abiertas al mundo.
 
Nuestro objetivo son las personas, y para que la persona siga siendo la protagonista en un mundo globalizado, vamos a jugar sin complejos en este mundo abierto. Apostando por las redes de Partidos. Se abre un mundo de oportunidades para nosotros, si jugamos de forma abierta y sin complejos. Y el 2006 vamos a apostar de forma decidida por este proyecto.
 
Josu Jon Imaz
Presidente del EBB

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