Entrevistas
24Diciembre
2005
24 |
Entrevistas

Iñigo Urkullu (Gara)

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Diciembre 24 | 2005 |
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Urkullu: "Las diferencias con EHAK sobre renta e ´Y vasca´ eran insalvables"
El portavoz del EBB del PNV habla para GARA en pleno cruce de declaraciones sobre el acuerdo presupuestario suscrito entre el tripartito y el PSE. Pese a todo, Iñigo Urkullu no cree que el pacto esté en peligro, aunque la polémica generada le parece «de mal gusto». Al tiempo, apunta a que las «pretensiones de igualar la renta básica con el SMI y la cuestión de la "Y vasca"» se demostraron «insalvables» a la hora de lograr el apoyo a las cuentas de Lakua por parte de EHAK.


A Iñigo Urkullu no parece preocuparle la afirmación del PSE de que puede dejar en suspenso el acuerdo presupuestario. «Lo importante ­dice­ es el compromiso adquirido con la sociedad. Lo que tiene valor es el acuerdo suscrito, que desde el PNV lo valoramos mucho. Lo importante es la suma de voluntades, que ojalá el 29 se pudiera ampliar a algún grupo más».

 

­El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, dijo el jueves que había transmitido al PNV su queja por la actitud de la vicelehendakari, pidiendo una rectificación. ¿Es así?

Al PNV no nos han trasladado nada. A mí me parece una polémica de mal gusto, que tras haber suscrito un acuerdo entre el Gobierno y el PSE andemos queriendo hacer interpretaciones diferentes cuando el propio acuerdo dice lo que dice. Yo entiendo que venimos de épocas en las que algunos estaban muy cómodamente instalados en la incomunicación y que tengan sus propias tensiones internas. Pero lo positivo es que el acuerdo presupuestario da respuesta a los problemas diarios de la ciudadanía.

 

 

­En esta polémica hay dos partes. Una el PSE y otra el Gobierno. ¿Es de mal gusto sólo por una de las partes o por las dos?

Es de mal gusto en general.

 

 

­¿No corren peligro los presupuestos?

Creo que no. Por parte del PNV y de sus socios de gobierno seguro que no. El PSE retiró su enmienda a la totalidad y el trámite de las enmiendas parciales ya se ha sustanciado. Creo que el día 29 vamos a concluir el pleno de presupuestos con satisfacción, pese a las inercias persistentes en alguna de las formaciones políticas para acercar el ascua a su sardina a la hora de hacer ver el acuerdo a la ciudadanía.

 

 

­¿Cuál ha sido el papel de sus socios de gobierno en este acuerdo? Porque EBllegó a decir que no había participado en la negociación y que Javier Madrazo no había sido consultado ni siquiera en las partidas que afectaba a su Departamento.

La vicelehendakari y consejera de Hacienda es la responsable de esta materia y ella ha representado a todo el Gobierno.

 

 

­¿Qué ha ganado el presupuesto en sí con las enmiendas aprobadas al PSE?
 


Además de la retirada de la enmienda a la totalidad y de que el presupuesto pueda salir adelante con casi dos tercios de la Cámara ­que en sí es importante­, diría que el proyecto ha ganado en dotar de mayores partidas a políticas sociales como la renta básica, las ayudas de emergencia social, creo que ha ganado también en una mayor defensa de la vivienda de protección oficial, en la implicación de la administración vasca y española en la nueva red ferroviaria vasca y, desde luego, ha ganado en el ámbito de la educación con nuestro compromiso de cubrir la demanda en el tramo de dos a tres años. Se ha ganado también con enmiendas transaccionales que ha admitido el PSE.

 

 

­¿No había ninguna iniciativa positiva de PPo Ezker Abertzalea para que alguna enmienda suya hubiera sido aceptada?
 


El PP no ha tenido disposición a negociar nada más que el planteamiento de la enmienda a la totalidad. Habrá habido enmiendas parciales, siempre las hay, que podrían ser consideradas, como ha sido en el caso de EHAK. Ha habido una secuencia de conversaciones entre diversos grupos parlamentarios y el Gobierno, en el que había habido buen talante y acercamiento de posturas entre el Gobierno y el PCTV, pero, sin embargo, determinadas pre-tensiones de igualación de la renta básica al SMI y de rebajar la edad de sus perceptores, así como la cuestión de la «Y vasca», parece que han sido insalvables.

 

 

­Pero, ¿no había ninguna enmienda de ninguno de los dos partidos que se pudiera aprobar?
 


Hay enmiendas del PCTV que se han cruzado con enmiendas que ha hecho Aralar en materia de euskara [propuestas por Kontseilua] que no siendo sólo del PCTVhan sido tomadas en consideración por el tripartito.

 

 

­¿Al tripartito le daba igual pactar con el PSE que con Ezker Abertzalea?

No es que le diera igual. No es un planteamiento de el primero que pase por aquí, aquí cae. Puedo dar fe de la disposición del Gobierno al diálogo con todas las fuerzas políticas y luego es el debate el que permite avanzar o no. Y en ese debate hay cuestiones que parece que son insalvables, no en lo referente a las señas de identidad, sino de modelo social, en la medida en que nosotros, como tripartito, tenemos un acuerdo de gobierno que nos marca cuáles son los límites. Por ejemplo, un límite es la igualación de la renta básica al Salario Mínimo Interprofesional, con lo que eso dibuja en modelo social.

 

 

­¿Qué influencia ha tenido en este pacto el alcanzado por el PNV y el PSOEsobre los presupuestos del Estado?

Ninguna. Pese a que pueda parecer paradójico porque coincida en el tiempo, que es algo que ocurre en esta parte del año.

 

 

­Resulta difícil de creer...
 


Sí...

 

 

­...al menos sí que se ve un deshielo de las relaciones.
 


Más que un deshielo es intentar poner encima de la mesa el valor de la voluntad de diálogo. Y esa voluntad no sólo se ve entre el PSE, el PNV o el PSOE, sino también, y ojalá se consolide, entre la mayoría de las formaciones políticas, salvo en el PP.En ese diálogo se van dando pasos. Uno ha sido el de los presupuestos del Estado. También se han dado en otros proyectos de ley, como el de Educación, que ha contado con el voto favorable de PNV y EA. No se resume sólo en los presupuestos del Estado y en que, en compensación de ello, se dé en los de la comunidad autónoma. Es más complejo. El PSE ha mantenido la enmienda a la totalidad en los presupuestos de Bizkaia y está tratando de influir en el PP para los de Araba.

 

 

­Hace un año PNV y PSOE prácticamente ni se hablaban. ¿Qué ha cambiado para que ahora se dé esa mayor sintonía?
 


La realidad que refleja la propia sociedad.Se pueden hacer análisis interesados de lo que la sociedad nos dice con unos resultados electorales, pero más allá de eso, en las encuestas se constata que la sociedad apuesta por el diálogo como herramienta de debate y, en su caso, del acuerdo. Se apuesta por el diálogo en resoluciones tan importantes como la aprobada por el Congreso de los Diputados en mayo de este año, si se dan las condiciones para un final dialogado para una situación que afecta a la sociedad vasca en particular, y eso denota una postura del PSOE. Hay una situación que ha cambiado con respecto a la relación anterior, no sólo entre el PNV y el PSOE, también entre la izquierda abertzale y el PSOE. Más que el enamoramiento que se pue-da atribuir entre el PNV y el PSOE, es notorio el enamoramiento entre la izquierda abertzale y el PSOEdesde la declaración de Anoeta, con su se- cuencia de comunicación subliminal entre ambos.

 

 

­¿Hay «comunicación subliminal» también entre el PNV y la izquierda abertzale?
 


No sólo subliminal. Hay comunicación directa. El PNV está hablando con todas las formaciones políticas, salvo con el PP.

 

 

­El PNV hizo pública su propuesta «Elkarbizitzarako bake-bideak». ¿Cuál es su núcleo?
 


Se asienta en dos caminos. La propuesta de pacificación y la de normalización política, entendiendo ésta como la resolución de un problema político que es anterior al de la violencia. Son dos caminos que han de converger en un punto culminante. Y hay una apelación a ETA, en la medida de que ha de favorecer que las formaciones políticas que ponen como límite la existencia de la violencia para poder sentarnos a dialogar del problema político puedan sentarse. Al final, la resolución por vía de una mesa de formaciones políticas ha de ser consecuencia del cese de la violencia y no consecuencia de la violencia. Hay, por tanto, un problema político anterior a la violencia. ETA debe acabar con su violencia declarando un alto el fuego definitivo. ETA está lastrando la posibilidad de abordar el problema político. Un problema político que, como PNV, identificamos desde hace 110 años con que aquí hay un pueblo vasco que tiene derecho a decidir su propio futuro y, por lo tanto, a ser consultado. Identificar la identidad del pueblo, el reconocimiento del derecho a decidir y su ejercicio, debe llevarse de una manera lo más consensuada posible en una mesa de diálogo para, al final, trasladar ese consenso en una consulta a la sociedad.

 

 

­Sobre la puesta en marcha de ese proceso se pasa por fases de optimismo, otras de pesimismo... ¿Ustedes que conocen cómo van las cosas por dentro, cómo lo valoran?
 


Somos conscientes de que es un proceso muy complejo. No es cuestión de poner plazos, a pesar de que hay límites temporales como las elecciones municipales y forales de 2007 que al- gunas formaciones políticas pueden estar esgrimiendo. Es un proceso condicionado por la persistencia de la violencia.Y un problema político que tiene dos siglos de existencia no podemos pensar que se va a solucionar de la noche a la mañana. En estos momentos sí que vemos con preocupación que las declaraciones no vayan acompañadas de pasos concretos. No hay un anuncio de alto el fuego de ETA y no hay tampoco pasos desde el Gobierno en ámbitos de su responsabilidad, como la política penitenciaria por ejemplo. Da la impresión de que hemos llegado a un estadio en el que unos y otros sienten vértigo a dar el siguiente paso.

 

 

­Se acaba 2005, ha habido elecciones... ¿Qué balance hace el PNV de este año?

Con lo que resulte el día 29, un balance positivo, en la medida en que se va echando tierra sobre las trincheras que en los últimos ocho años se habían levantado por parte de algunos. Además, llevamos treinta meses sin atentados que hayan costado una vida humana, lo que también nos lleva a hacer un balance positivo, aunque con la sombra de la persistencia del chantaje a la clase empresarial y, por lo tanto, de la violencia con atentados que nos están preocupando últimamente por el incremento en la frecuencia y su cualidad.
 


 

­En el aspecto interno, ¿la pérdida de escaños en las pasadas elecciones autonómicas le puede hacer al PNV cuestionarse su relación con EA al menos en la correlación de fuerzas dentro de la coalición?
 


No. Las lecturas no deben hacerse sólo con los resultados de una noche electoral, sino que hay que mirarlos con perspectiva. Ni el PNV ni el resto de fuerzas podemos tomar como única referencia las elecciones de 2001. Hay una senda. En 1998, en una situación de alto el fuego, también tuvimos unos resultados que en aquel tiempo se consideraron negativos, pero que nosotros valoramos positivamente mirando a todo lo que era la trayectoria anterior. Y los resultados de este 2005 no han sido comparables a los de 2001 porque no podían serlo, no se daban las circunstancias y las condiciones. Estoy satisfecho por lo que, más allá de los resultados, se marca en el camino del PNV. Y en relación a EA, nosotros dijimos en enero de 2004, y anteriormente también, que el mapa sociológico vasco invitaba a pensar que tendría que haber acuerdos estratégicos entre el PNV y EA, y lo seguimos pensando. Otra cosa es lo que EA pueda decidir.

 

 

­¿Y qué piensa EA? ¿Lo han hablado con ellos?
 


Lo planteamos públicamente y lo hemos hecho cuando ha habido que negociar acuerdos de coalición. Es cierto que, ante ese planteamiento, hay decisiones orgánicas de EA que limitan o condicionan la política de pactos que pueda desarrollar en el futuro. Yo me quedo en que la sociedad vasca invita a que haya una concentración de esfuerzos y una simplificación de formaciones políticas que puedan tener más elementos en común que aquellos que les puedan dividir, que venimos de un tronco común y que tenemos un proyecto de país muy muy similar.

 

 

­Hace un año el Parlamento de Gasteiz estaba en plena efervescencia con el nuevo Estatuto. ¿Qué ha sido de él?
 


Es el tópico de si hemos aparcado o no el nuevo Estatuto. No hemos renunciado a él y los principios que se recogen en la propuesta «Elkarbizitzarako bake-bideak» son los del nuevo Estatuto. Lo que ocurre es que, en el ámbito institucional, esa propuesta está aprobada por el Parlamento y, mientras no se presente otra propuesta que concite un apoyo mayor, para nosotros seguirá estando presente. Y seguirá también como un elemento más de debate en esa mesa de partidos políticos que ojalá se pueda constituir cuanto antes. -

 
 

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