Nuevamente como todos los años en estas fechas el debate político en el Parlamento vasco se centra en la discusión de los Presupuestos Generales de Euskadi. El debate actual confluye con condicionantes tanto en la esfera internacional como europea.
En el escenario internacional se constata el continuo crecimiento de la actividad económica debido a la pujanza de países como Estados Unidos, China, India e incluso Rusia, ello a pesar de la influencia de elementos negativos como la situación de inestabilidad en zonas influyentes del Oriente Próximo y Lejano y principalmente por la subida progresiva del precio del petróleo y su incidencia en el aumento de la inflación.
En el ámbito de la Unión Europea con carácter general se ha producido un comportamiento diferente, que se ha reflejado en un estancamiento y hasta una desaceleración de las economías motores en el crecimiento, como son la alemana, la francesa y la británica.
A pesar de este contexto general pesimista, la economía vasca ha experimentado un ritmo de crecimiento mayor que el de su entorno. Los últimos años se ha producido un crecimiento estable y continuado que ha propiciado la creación de empleo sostenido, una reducción del desempleo hasta un 5% y una tasa de población ocupada de 947.300 personas, la más alta de las tres últimas décadas.
Vivimos en un contexto de globalización mundial de la economía, que percibimos diariamente en nuestras vidas. En Euskadi la ciudadanía quiere mantener y ampliar un sistema de protección social integrador y cohesionador, armonizado con una economía productiva, para lo cual estimamos que el proyecto presupuestario presentado, apuesta sin ambages, en la buena línea de invertir en factores propiciadores de la competitividad. Exponente de ello es el compromiso con la dotación de infraestructuras tecnológicas y de comunicación, la formación reglada, ocupacional y continua de jóvenes y trabajadores, la investigación, desarrollo e innovación del tejido empresarial, con el fin de producir bienes y servicios que innoven y aporten valor añadido a nuestros productos, así como posibilitando un modelo de producción competitivo, generador de empleo, riqueza, promotor de crecimiento y garantizador de elevados niveles de protección social.
En línea con lo expuesto, esta semana el Gobierno vasco ha presentado ante el Parlamento un proyecto presupuestario que como instrumento nuclear de política, económica y financiera, parte de una previsión de crecimiento del 3,3% pretendiendo configurar una sociedad vasca solidaria, integrada y justa socialmente.
El esfuerzo económico que se propone tiene las siguientes características:
-El 73,2% del Presupuesto se destina a gasto social, experimentando un aumento del 9,6% y contemplando importantes actuaciones en sanidad, educación, vivienda, empleo, formación, familia y asistencia social.
-El 18, 1% del Presupuesto se dedica a Inversión Pública, suponiendo un aumento del 10,7% y que está orientado para actuaciones de carácter industrial, cultural, de promoción económica y de cohesión social y territorial.
-Los ingresos aumentan un 10,2% principalmente por la mayor aportación de las Diputaciones Forales, fruto de la mayor recaudación habida en los diferentes tributos concertados.
-Se destinan 230 millones de euros, un 14,65% más que el año anterior, para desplegar acciones en materia de titularidad autonómica que están pendientes de ser transferidas como son el apoyo financiero a las pymes, la investigación, desarrollo e innovación, la modernización tecnológica, el empleo, la formación ocupacional y continua, y el salvamento marítimo, materias en las que a su vez se contribuye a financiar los Presupuestos Generales del Estado, mediante el pago del Cupo.
Los trámites parlamentarios para la aprobación de los Presupuestos de Euskadi , van a permitir continuar y profundizar en una negociación ya iniciada y abierta a todos los grupos parlamentarios, con la voluntad sincera de lograr un acuerdo presupuestario satisfactorio y beneficioso para la sociedad vasca y que nos permita abordar los retos económicos indicados.
