Entrevistas
18Septiembre
2005
18 |
Entrevistas

Entrevista a Idoia Zenarruzabeitia en El Correo

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Septiembre 18 | 2005 |
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Zenarruzabeitia: "Esta vez el proceso para la pacificación tiene que salir bien"

Resulta un intento baldío salvar el muro de discreción en el que se ampara Idoia Zenarruzabeitia para no alimentar los crecientes rumores sobre el final del terrorismo. Aún así, la vicelehendakari se aferra a «la oportunidad» que cree que ha renacido para lograr la paz y la normalización y trata de contagiar su esperanza. Esta vez, remarca, tiene que ser la buena.

-¿Disponen de datos que apunten a una próxima tregua de ETA?

-No me gusta especular y menos en este tema. Lo que hemos dicho es que ETA tiene que dejar definitivamente las armas, porque es un clamor insistente de la mayoría de la sociedad vasca y cada vez más de la mayoría de la izquierda abertzale. Es el primer paso. Tenemos una oportunidad para la paz, y ETA debe dar respuesta a ese clamor.

-¿Zapatero tiene agua en la piscina cuando ve posible la paz?

-Eso deberían hablarlo directamente con él y trasladarnos su percepción. Yo intentaría reproducir lo que el obispo Uriarte ha dicho acertadamente: que procesos tan importantes y tan dificultosos se deben llevar con la mayor discreción, lealtad, generosidad y altura de miras. Es vital de necesidad.

-Ese supuesto rechazo mayoritario de la violencia en la izquierda abertzale no se termina de concretar en un alto el fuego, diez meses después de la declaración de Anoeta.

-Aquí estamos hablando de un proceso de paz, pero también tenemos pendiente un proceso de normalización política y convivencia. Porque en este país existe, sí, un conflicto de violencia, pero también hay un conflicto político no resuelto preexistente a la violencia. La gran aportación del lehendakari en su momento, porque ambos planos se confudían por unas y otras partes, fue decir que la paz era la paz, y la política, la política. Pero no hay ningún proceso de normalización donde puedan existir indicios o atisbos de violencia. Y de la misma manera, no se puede parapetar nadie en la violencia para negar el debate y la solución a los conflictos políticos existentes en este país. He hablado de los dos procesos y de las dos partes, y de cuáles son los caminos a seguir.

-¿Sería factible constituir una mesa de partidos sin que el proceso de paz esté realmente en marcha?

-Creo que les he contestado. He dicho lo que he dicho.

-Ésta es una cuestión sustancial: el propio lehendakari se ha autoimpuesto como condición para el «diálogo resolutivo» que desaparezcan los atentados y la "kale borroka".

-Son dos procesos diferentes, pero paralelos. Y son vitales las dos cuestiones, porque aquí parece que se están no sólo diferenciando planos, sino que se ponen tiempos a los procesos. No hay adjetivos ni para procesos resolutivos ni para calificar la gradualidad de la violencia: violencia es violencia, y no existen, para comenzar uno u otro tipo de proceso, violencias de baja intensidad. Somos firmes defensores de los derechos humanos para todos y de que todo tipo de violencia debe desaparecer. Pero también decimos que nadie se puede parapetar, en un proceso de pacificación, en que debe de llegar a la fase resolutiva con no sé qué tipo de condicionantes; y que, en un proceso de normalización, nadie se escude en la existencia de un tipo de violencia para no abrir los debates para la solución del conflicto político.

-¿Y no temen que la ciudadanía piense que, bajo la discreción, se le ocultan datos que debería conocer o que se alientan expectativas que no se corresponden a los hechos?

-Yo vivo en un pueblo muy pequeño y algo conozco de mi entorno. Hay cosas en las que la discreción debe ser respetada por parte de todos, y eso lo entiende perfectamente la ciudadanía. Si no, se ve sometida a un mareo de expectativas que es mejor evitar. Tenemos una oportunidad para la paz y queremos tener una oportunidad para la normalización. Por favor, hagámoslo con sinceridad, con voluntad, con coraje político y altura de miras, con responsabilidad, con honestidad. Y también con discreción, que no es secretismo.

-¿Confían en encontrar esa actitud en el Gobierno de Zapatero?

-La confianza se gana, no se otorga.

-¿Y por qué va a salir bien esta vez?

-(Enfática) Porque tiene que salir bien, tiene que salir bien. Hablo como Idoia Zenarruzabeitia, como alguien de Usansolo, sin más: proyecto mis deseos, que no creo que sean diferentes de los de la inmensa mayoría de la sociedad. Hemos llegado a un punto en que tenemos que solucionar los conflictos, el de la violencia y la normalización. Merece la pena que se consiga.

«De todos un poco»

-¿Esto no tiene marcha atrás?

-Yo creo que no, pero quizás estoy hablando de mis deseos y percepciones y de la voluntad de mucha buena gente que conozco. Cuando confluye toda esa esperanza, parece que todos creemos que ha llegado el momento oportuno después de tantos intentos. Pero la paz no sólo hay que desearla, hay que trabajarla, como la normalización.

-Lo que ocurre es que el paso fundamental está en manos de ETA.


-(Pausa) De todos un poco.

-Ibarretxe ha advertido de que ésta es la última oportunidad para una generación de políticos, la suya. ¿Tiene usted esa misma sensación?

-Hago mías sus palabras en el sentido en el que las dijo: creo que tenemos una verdadera oportunidad. Si no se realiza, la decepción y el desasosiego serían absolutos.

-¿Qué margen atisban para lograr nuevas transferencias, dada la negativa a traspasarles Prisiones?


-En julio, establecimos de nuevo las prioridades y aún no hemos tenido contestación oficial. Pero ante una materia concreta como Instituciones Penitenciarias, la respuesta del ministro de Interior, además del estilo prepotente, ha sido totalmente preocupante. Como le dijo un diputado nacionalista: no la transfiere porque no le da la gana. ¿Qué cumplimiento del Estatuto es ése? Representantes de un partido que pide "más Estatuto" están subsumiendo ese pacto que dicen defender en otro, el Antiterrorista. No me parece admisible.

-¿Sospechan que el Gobierno quiere amarrar un instrumento que puede utilizar en la pacificación?

-Yo interpreto lo que se dice públicamente, porque no se nos da una razón para no transferirla.

-¿Van a seguir exigiéndola?


-Insistentemente.

-Encarrilada la solución de los litigios pendientes, ¿ven más cercano un pacto presupuestario en Madrid?

-Primero quiero ver los acuerdos. Cuando se cierre el tiempo de los desencuentros, se abrirá la puerta del de los posibles encuentros.

-¿Se entendería que se llegase a un acuerdo sobre las Cuentas Generales del Estado y no en las vascas?

-Hemos abierto una ronda con los grupos de la oposición, porque queremos un acuerdo lo más amplio posible. Mi intento va a ser sincero e intenso con el PSE, EHAK, el PP y Aralar. Sobre su pregunta, vengo escuchando a determinadas formaciones que abrimos una etapa de diálogo, de talante, de acuerdo entre diferentes... Y frente a eso, se dice: "si hay un acuerdo, debe ser exclusivo conmigo y en políticas de fondo"; es decir, piensa como yo para acordar conmigo. No se abren nuevas etapas con políticas del pasado. O no se aclaran o, coloquialmente, parece que están "rayados".

MANU ÁLVAREZ / LOURDES PÉREZ/VITORIA

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