¿Serán los nuevos socios del Gobierno en el Congreso en septiembre?
Los acuerdos que vamos buscando tanto con el PSOE como con el resto de partidos tienen una prioridad, ir construyendo los mimbres del proceso de paz y trabajar por la normalización política**. Otras cuestiones son secundarias en relación con la primera. No estamos en condiciones de otro tipo de acuerdos en este momento.
El portavoz del PNV en el Congreso vincula ese acuerdo al traspaso de la competencias en materia penitenciaria al Gobierno Vasco.
Hay partidos que tienen por costumbre lanzar serpientes de verano de estas características, tanto si es para deshacer acuerdos como para crear otros. Lo que me parece más lógico es hablar con los interlocutores y no con los medios de comunicación. Me inclino a pesar que hay determinados responsables de partidos que buscan una cierta presencia, no porque hayan pensado seriamente estas declaraciones, sino porque están pensando de qué manera afectar a terceros con los que se comparten responsabilidades en el Congreso. No hay nada serio y si lo hay, malo es el camino por el que se trata de hacerlo saber.
Pero, ¿ven al PSOE dispuesto a traspasar las competencias?
Las competencias en materia penitenciaria están completadas en el Estatuto de Gernika. No parece que alguien necesitara de un acuerdo para el cumplimiento de la ley porque no haría falta más que cumplir el Estatuto de Gernika. La reclamamos, pero también reclamamos, por encima de la transferencia, una política penitenciaria basada en el objetivo de la reinserción que no contemple a los familiares de los presos como personas colateralmente culpables, de tal manera que se les pene a ellas haciéndoles recorrer distancias enormes. Por el contrario, se debería considerar a los familiares de los presos como potenciales agentes de paz y de reinserción. En estos momentos creo que los gestos de distensión, que no conllevan ninguna condición de nada, sino que es cumplimiento de la ley, serían un buen ejercicio al servicio de un proceso de paz.
¿Qué haría falta entonces para que el PSOE obtuviera su apoyo a los presupuestos?
Hacen falta bastantes cosas, una escenificación más seria y discreta, desde luego. Pero antes que todo eso, creo que para que estas intenciones merezcan la confianza hay una cosa anterior. El año pasado dimos el apoyo a los presupuestos previo acuerdo directamente rubricado por el presidente Zapatero. El PSOE y el Grupo Parlamentario Socialista asumieron compromisos en relación con una serie de deudas: la contraída por lo que aquí hicieron las instituciones vascas a cuenta de las consecuencias tan nefastas del Presige, una cuestión de ampliación de la Ertzaintza y una cuestión relacionada con la Sanidad. Ninguno se ha cumplido. No sé si pretenden venderlo por segunda vez, pero la confianza hay que ganársela y cuando la confianza de uno se ve frustrada, hacen falta más que palabras a través de la prensa para apoyar los Presupuestos Generales.
¿Han hablado PSOE y PNV de formar una mesa de partidos para un proceso de paz?
Estamos hablando todos los partidos políticos, unos con otros. Si alguna lección nos ha dado la ciudadanía vasca en las últimas elecciones es que todos somos necesarios y nadie es suficiente. Por ser la fuerza más votada nos corresponde una cierta responsabilidad añadida. Hay que seguir hablando para que cuando se constituya esta mesa haya garantías para que lleguen a buen puerto todos los objetivos, y eso exige conversaciones cruzadas con todos los partidos.
Si se alcanza un pacto en el Congreso entre PNV y PSOE, ¿se trasladaría a un pacto en el Parlamento Vasco?
Veremos cómo van sucediendo los acontecimientos a partir de septiembre. El año pasado no vinculamos el acuerdo por el cual apoyamos los Presupuestos del Estado a la aprobación de un acuerdo puntual parlamentario simétrico. En principio no sería partidaria de vincularlos.
El lendakari Ibarretxe ha dicho que quiere formar una mesa de negociación con todos los partidos, incluido Batasuna. ¿Cree que PSOE y PP aceptarán sentarse en ella?
Tanto uno como otro se han sentado en diferentes momentos con Batasuna e incluso han acordado cosas en contra del tripartido en el Parlamento vasco. Creo que sí se van a sentar. Lo creo. El PP, no sé, está diciendo que no, pero no lo está diciendo en términos de no me voy a sentar con Batasuna, sino que está negando que aquí exista un conflicto político. En su momento, el presidente Aznar llamaba a ETA “el movimiento vasco de liberación nacional” y se reunía no ya con Batasuna, sino con ETA. Las cosas no deben estar peor que en aquel momento y lo hacia. Tengo confianza en que finalmente nos sentaremos todos. Y el PP también, aunque sea por no encontrarse solo.
¿El Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) es Batasuna?
No, yo creo que no. Si fuera Batasuan estaría ilegalizada y no lo está. EHAK nace después de la ilegalización de Batasuna y ha pasado el filtro de la ley de partidos. Es evidente que hay una comunión política entre las dos fuerzas parlamentaria y la otra es una fuerza ilegalizada.
¿De ahí la exigencia del lendakari de que Batasuna se incorpore a la mesa?
A estas alturas a nadie en Euskadi se nos escapa que el éxito electoral de EHAK, entre otros factores que habría que analizar, está en el apoyo explícito y público que Batasuna le da. Creo que en esa mesa deben estar todas las sensibilidades políticas y si la izquierda abertzale considera que para estar totalmente representada se ha de sentar Batasuna, nosotros encantados de la vida. Cuantos más agentes estemos, será un acuerdo mucho más trabajado y sólido.
Uno de los puntos fundamentales en esa mesa será la reforma del Estatuto. ¿Qué puntos son irrenunciables para el PNV?
Creemos en el derecho de la sociedad vasca a decidir y debe hacerse en una consulta democrática sin violencia y en libertad para toas las opciones. Queremos que esa consulta habilite a las instituciones vascas a negociar con el Estado. Para el PNV es irrenunciable el derecho a decidir y es muy importante la relación interinstitucional estable entre las instituciones de la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra e Iparralde. Las sociedades de Navarra y de Iparralde deben decidir su propio futuro. Seguimos creyendo y apostando por el pacto con el Estado. Y queremos un acuerdo más amplio que el alcanzado por la propuesta del nuevo Estatuto aprobado por el Parlamento vasco el pasado 30 de diciembre.
¿Es cierto, como ha denunciado el PP, que la Ertzaintza hace la vista gorda ante la “kale borroka”?
No es cierto. La Ertzaintza es nuestra policía democrática integral, aunque a veces se le niegue ese carácter desde los poderes del Estado. La Ertzaintza no hace la vista gorda, sino que cumple la ley y actúa como policía democrática. Y si en algún momento no es así, existen los cauces para las correspondientes denuncias.
¿Debe el Gobierno hablar con ETA?
Creo que sí. Todos los gobiernos lo han hecho. Es posible que esté hablando y no lo sepamos, y a mí no me importaría nada no saberlo. Si no lo ha hecho, creo que debe hacerlo. Por hablar no se va a deslegitimar un gobierno democrático, nunca lo ha hacho. No hay nada que perder y sí mucho que ganar.
Estos días se ha visto de nuevo la división entre el portavoz del grupo parlamentario del PNV, Joseba Egibar, y el presidente del partido, Josu Jon Imaz. ¿Qué ha pasado para que salga a la luz de nuevo este enfrentamiento?
Vivimos en una encrucijada histórica muy importante marcada por dos años sin atentados, por un cambio de Gobierno en el Estado, por la aprobación de una reforma estatutaria con la negativa a negociar por parte del Congreso de los Diputados, por unas elecciones autonómicas y por una ley de partidos. Eso crea las condiciones para una nueva etapa histórica en Euskadi. Y ante esa situación, Imaz habla de lo que ha sido siempre el objetivo del PNV, que es construir la nación vasca en base a sí misma y lanza sus propias reflexiones en torno a lo que puede ser la posición y el marcaje de liderazgo del PNV.
¿No hay una contradicción ente lo que dice Imaz y lo que dice Egibar?
No, porque Egibar habla de los principios que inspiraron nuestra última ponencia política e Imaz habla de qué estrategias o contenidos poner en marcha desde la lectura de la situación política actual.
Ya, pero Egibar habla de soberanía e Imaz de cosoberania...
Lo que Imaz dice es ni más ni menos lo que dice la ponencia política cuando habla del reto fundamental que tenemos que abordar en relación con la construcción de Euskadi. Cuando hablas de principios tienes que hablar en términos generales y cuando hablas de estrategia tienes que referirte a lo que vas a hacer en los próximos tiempos. Luego están los amigos que quieren buscar contradicciones e historias extrañas. Y sobre todo una necesidad de vernos en titulares. Para eso el verano es especialmente propicio.
¿En qué ha cambiado el Partido Nacionalista Vasco desde que se fue Arzalluz y llegó Imaz?
Imaz es un líder de los tiempos actuales y de una organización en la que se debate y comparte. Arzalluz es una fortísima personalidad y un líder de los tiempos en los que las personas marcaban más los grupos. Hace 15 años los liderazgos eran más personales.
¿Están en sintonía Ibarretxe e Imaz?
No haga caso de las maledicencias. Ibarretxe es el lendakari, una personalidad muy importante de nuestro partido que tuvo en su Gobierno a Imaz y hasta que vino a presidir el partido fue portavoz. A nadie se le escapa que el portavoz de un Gobierno ha de ser de la misma confianza que el que lo preside. Sólo le voy a contestar que no van a fructificar esos malintencionados intentos.
¿No se piensa entonces en un cambio de lendakari?
No, por Díos, ¡si acabamos de investirlo!.
** Es un lapsus de la entrevistada, en la revista viene lingüística pero lo correcto es política.