GALIZA, CATALUNYA, EUSKADI: la dignidad de sus lenguas y culturas, el derecho a su desarrollo normal
24Julio
2002
24 |
Otros documentos

GALIZA, CATALUNYA, EUSKADI: la dignidad de sus lenguas y culturas, el derecho a su desarrollo normal

GALIZA, CATALUNYA, EUSKADI: la dignidad de sus lenguas y culturas, el derecho a su desarrollo normal
Julio 24 | 2002 |
Otros documentos

El 24 de julio de 2000 Galeuska se reúne en Santiago de Compostela para reafirmar la voluntad de impulsar la normalización y proyección de las lenguas y culturas gallega, vasca y catalana, y de hacerlo con la profunda convicción de que en este afán se deben encontrar todos los pueblos.

Nos reunimos aquí, en estos lugares que tanto recorrió Rosalía, cerca de su estatua y bajo su atenta mirada, representantes de partidos gallegos, vascos y catalanes, en esta víspera del Día da Pátria Galega. Queremos enunciar nuestras palabras, amparados por todo lo que representó esta mujer, su obra, y lo que aún representa para Galiza y para todas las naciones negadas, silenciadas y maltratadas del mundo. El derecho a la defensa de nuestra dignidad, la dignidad de todos los pueblos y de todas las lenguas y las culturas. Este derecho es lo que nosotros defendemos en cada uno de nuestros países: Catalunya, Euskadi, Galiza.

En esta circunstancia es lógico que recordemos cual ha sido la difícil trayectoria de las lenguas y culturas propias de estos pueblos y que haciéndolo rechacemos nuevamente la opresión de que fuimos objeto durante siglos por parte de aquel Estado español que se fundamentaba en el uniformismo y el centralismo.

Asimismo, hoy ante Rosalía, también es justo recordar que fue el esfuerzo de millones de gallegos, catalanes y vascos el que impidió que aquellas agresiones obtuvieran el propósito que se proponían.

Manifestamos nuestra voluntad política con el fin de que nuestros pueblos puedan seguir desarrollando en plenitud este derecho a la normalidad, rechazando toda intransigencia, incomprensión e intolerancia de los que haciendo una interpretación restrictiva y no constitucional de la legalidad se afanan en imponer una concepción del Estado español no acorde con su realidad plurilingüe y pluricultural, es decir, plurinacional. Nosotros no imponemos nada a los demás; simplemente queremos para nuestras lenguas y culturas, para nuestros pueblos, en cada territorio propio, abrir, impulsar y consolidar procesos de normalización. Bajo ningún concepto ni presión vamos a renunciar a este objetivo.

Nuestros pueblos son pueblos con historia propia. No pueden ser minusvalorados, deformados o ignorados bajo la manipulación mítica de una historia oficial, empeñada en convencernos de que sólo existe, y siempre fue así, una sola nación, la española, y de la que debemos aceptar resignadamente su versión y el papel que en ella se nos asigna a cada uno de nosotros. Semejante manipulación de la historia tropieza con las evidencias documentales, no explica el proceso para llegar a la situación actual, desde perspectivas plurales, y se asienta en la ignorancia de los esfuerzos científicos por descubrir el pasado real de nuestras naciones y sus interrelaciones. Que un gobierno, no contento con la primacía que da la versión oficial de la historia de España, además de contar con un poderos aparato de poder y propagandístico, ya secular, a su favor, intente reforzar esa primacía en el sistema educativo, sin tener en cuenta las diversas realidades nacionales, las competencias propias en este sentido y el mismo carácter plural, en cuanto a la perspectiva nacional o de clase, que deben caracterizar la investigación y la enseñanza de la historia...: todo esto es preocupante y no puede dejarnos indiferentes. La política gubernativa en esta materia está destinada a impedir un conocimiento y una información que puede servir para terminar con los prejuicios, alimentar la conciencia de la realidad plural del Estado y potenciar el espíritu de convivencia que reclamamos y promovemos los partidos firmantes de la Declaración de Barcelona.

Trabajaremos conjuntamente y desde cada una de nuestras realidades nacionales combatiendo los intentos gubernativos de reducir y secundarizar o incluso impedir la presencia de nuestras identidades como pueblos en la formación básica del sistema educativo. Ninguna de las deficiencias del sistema educativo tiene que ver con su grado de adaptación al carácter plural y diverso del Estado español. El interés ideológico y político que mueve al Gobierno en este tema, es contrario a una concepción de la democracia como pluralidad, contrario a la libertad de investigación y de docencia, dentro del respeto al espíritu científico. Parece estar guiado solo por la obsesión en atacar al nacionalismo y anular la diversidad nacional.

Invocamos en nombre de Rosalía, aún hoy una desconocida en su real dimensión y significado históricos, el ejercicio de nuestro derecho a ser pueblos libres, con un alengua y cultura normalizadas y nos comprometemos en aras a la consecución de este objetivo.

Así pues, reafirmamos la voluntad de impulsar la normalización y proyección de nuestras lenguas y culturas y de hacerlo con la profunda convicción de que en este afán debemos encontrarnos todos los pueblos con el ánimo de no dar ni un paso atrás y continuar y acrecentar el esfuerzo a favor de nuestras lenguas y culturas en el marco del nuevo siglo que empieza.

Santiago de Compostela, 24 de julio de 2000

COMPARTE