Entrevistas
10Julio
2005
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Entrevistas

Entrevista al lehendakari Juan Jose Ibarretxe en el Diario Vasco

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Julio 10 | 2005 |
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Ibarretxe: «Habrá consulta sobre un acuerdo entre vascos con consenso en la pregunta»

LUIS CALDEVILLA

Juan José Ibarretxe reafirma la voluntad del Gobierno Vasco de pactar con todos los partidos de la oposición. Tras congratularse de haber abierto un «nuevo camino» en la relación institucional con el Gobierno central, cree que «ya es hora» de que el Estado transfiera al menos las competencias pendientes. El lehendakari explorará «en privado» la nueva disposición del PP a participar en una mesa de diálogo siempre que tenga lugar en la Cámara vasca y, por añadidura, con la participación de EHAK y no de la ilegalizada Batasuna. Su idea es cerrar la legislatura sometiendo a consulta un eventual acuerdo entre los partidos vascos para un nuevo marco jurídico, con la formulación en todo caso de una pregunta pactada.

-Las pasadas elecciones se saldaron con la pérdida de cuatro escaños para PNV-EA, lo que usted explicó entonces con el argumento de que la sociedad es «endiabladamente inteligente». Más allá de las cualidades de los electores, ¿ha realizado algún tipo de autocrítica?

-En esta vida es tan importante hacer autocrítica como tener autoestima. Por un lado es evidente que tuvimos un menor nivel de fortaleza en voto que en el año 2000. Pero, por otra parte, es evidente también que la sociedad vasca confió mayoritariamente en la coalición PNV-EA para seguir liderando este país en los próximos tiempos.

-El Gobierno Vasco se verá en la tesitura de tener que negociar todas y cada una de sus iniciativas con la oposición para que salgan adelante. ¿Podrá agotar los cuatro años de mandato?

-A mí me gustaría trasladar un mensaje de serenidad, de tranquilidad a la ciudadanía. Éste es un gobierno que nace con la mano tendida para negociar acuerdos puntuales con todas las formaciones políticas del Parlamento, absolutamente con todas. Tenemos detrás el 44% de los votos emitidos en las elecciones cuando, por ejemplo, el Gobierno del señor Zapatero tiene el 42%.

-Pero el inicio de la legislatura no ha sido muy alentador. Su partido ha tenido que sacrificar a Juan María Atutxa para mantener el control del Parlamento Vasco. ¿Un peligroso precedente?

-Me parece absolutamente injusto en democracia que se puedan dar vetos personales. Pero lo realmente importante ha sido atender la propia voluntad de Atutxa en relación con esta cuestión. Lo que pasa es que algunos medios de comunicación dijeron en un principio que el PNV se obcecaba en mantener a Atutxa como candidato y luego, cuando el interesado renunció en una actitud que le honra, no faltó quien dijo que el partido le había sacrificado con tal de mantener el control de la institución.

-Las relaciones entre EA y EB tampoco pasan por su mejor momento, tras la polémica por la composición de la Mesa de la Cámara y la sospecha del partido de Madrazo de que la formación de Errazti hubiese preferido a EHAK como tercer socio. ¿Meros rasguños o heridas larvadas?

-Siendo verdad que la legislatura no se comenzó excesivamente bien, lo cierto es que hemos demostrado de nuevo a la sociedad, los tres partidos, que pensando diferente es posible trasladar un proyecto conjunto para liderar el país.

-Lehendakari en segunda votación con dos de los nueve escaños de EHAK. ¿Crédito hipotecario?

-Los votos de EHAK son iguales que los de los demás. A partir de ahí, la voluntad con la que nace el Gobierno es de mano tendida para con todos los partidos políticos. Espero por lo tanto que traslademos a la sociedad que el Gobierno Vasco es capaz de pactar en el futuro con EHAK, con el Partido Socialista, con Aralar y, en su caso también, con el Partido Popular.

-¿En qué queda la «relación preferente» que anunció con Aralar si a quien necesitará es a EHAK si PSE-EE y PP acaban votando lo mismo en determinados asuntos?

-Las cosas han cambiado. El PP y el PSE-EE no podrán mantener un frente del "no" permanentemente como lo han hecho en los últimos tiempos. Parece incluso, y nosotros nos alegramos, que las posiciones públicas del Partido Socialista van por ahí. Adicionalmente diría que soy partidario de mantener un modelo de relación cercano y amable con Aralar, con el que mantenemos una sintonía muy alta.

-Algunos observadores vieron en la recuperación que hizo de su plan soberanista durante el debate de investidura el primer guiño de la legislatura a EHAK.

-Probablemente eso es no entender bien la política vasca. La propuesta de nuevo estatuto fue aprobada en su día por la mayoría absoluta del Parlamento Vasco, con 39 votos. Si en algún momento hay una propuesta que sustituya democráticamente a esta será porque tiene más votos.

-El PSE-EE le acusó entonces de seguir instalado en el «rupturismo» y el PP de «ir de la mano de ETA». Ahora que los socialistas vascos hablan de no entorpecer la acción del Gobierno si hay un cambio de rumbo en el PNV, ¿ve posible un acuerdo estable de colaboración con ellos que le haga innecesario el respaldo de EHAK?

-El objetivo de esta legislatura es un gobierno abierto a pactos con toda la oposición.

-¿Celebraría la consulta aunque no hubiese acuerdo con el Estado?

-El objetivo es lograr un acuerdo de normalización política en Euskadi y, sobre esa base, celebrar una consulta previa petición de autorización del Parlamento Vasco. Estamos hablando de un acuerdo entre las fuerzas políticas vascas, aunque es indudable que también tiene que procederse a un modelo de relación leal entre el Gobierno español y el vasco que no se ha dado en el pasado. En la autorización se deben precisar las condiciones de la consulta y consensuar el tipo de pregunta.

-Los Gobiernos central y vasco han logrado al menos recomponer el diálogo roto en la pasada legislatura. ¿Atisba algún tipo de acercamiento de fondo más allá del deshielo en las relaciones?

-Lo logrado hasta ahora no es poco. Es importante iniciar un proceso de generación de una confianza que está muy afectada. Es evidente que Aznar rehusó hablar conmigo a lo largo de la última legislatura y que Zapatero y yo hemos abierto un nuevo camino. Se trata de un paso entre otros muchos pasos que hay que dar en el futuro.

-¿Pactó usted con el presidente del Gobierno, durante su última visita a La Moncloa, la retirada de Patxi López como candidato socialista a lehendakari si la investidura llegaba a alargarse con una sucesión de empates entre ambos?

-No hablamos de eso, de la formación del Gobierno, que es una cuestión que fundamentalmente debe dilucidarse entre las fuerzas políticas vascas. La relación entre el presidente del Gobierno español y el lehendakari tiene que abordar los grandes problemas, esto es, cómo avanzar en un proceso de paz y de normalización política.

-Diferentes informaciones aseguran que había orden de Madrid al PSE-EE de facilitar su investidura para que no tuviese que depender de EHAK y favorecer a medio plazo un acercamiento al PNV de Josu Jon Imaz...

-Son cábalas mediáticas.

-¿Llegó Zapatero a proponerle la retirada de su plan a cambio de una reforma integral del Estatuto?

-Pues no, para nada se habló en esos términos. Tampoco creo que un modelo de discusión leal entre Zapatero y yo pueda darse sin un compromiso de una cierta reserva. La normalización política no se dará en los medios de comunicación.

-El ministro Sevilla dice haber acordado con usted, aprovechando su toma de posesión en Gernika, el retomar la negociación de las transferencias pendientes. ¿Qué hay de ello?

-Nos saludamos cordialmente y, a partir de ahí, sería hora que después de veinticinco años el Gobierno español se planteara en algún momento cuándo va a cumplir el Estatuto de Gernika. No está demás que hagan alguna reflexión en ese sentido, pero el saludo de Gernika fue eso, un saludo, y no un asunto de acordar o no acordar. El antecedente inmediato que hemos tenido sobre temas estatutarios fue la intervención de Patxi López en el debate de investidura, cuando dijo que cumpliría el Estatuto en un año si era elegido lehendakari, lo que no se ha cumplido por otra parte en veinticinco.

-¿Ve factible un nuevo encuentro con el presidente del Gobierno para hablar de todo esto antes de que acabe el verano?

-Ahora tengo un viaje oficial a Estados Unidos, a Boise. Luego mantendré un encuentro con el Rey, el primero tras la reelección. Mi pretensión es poder reunirme de nuevo con Zapatero en setiembre, pero no tenemos fecha todavía.

-¿En qué se basa para asegurar que ésta será «la legislatura de la paz y la normalización» y no acabará todo como Lizarra?

-En que estamos convencidos de que va a haber una oportunidad, seguramente la última, que debemos aprovechar para avanzar en un proceso de paz y normalización para toda una generación. La sociedad demanda una legislatura con integración y entendimiento. Veo además a los agentes políticos más comprometidos que nunca con la necesidad de buscar soluciones. Respecto a ETA, no soy muy partidario de hacer reflexiones.

-Aprovechó el pleno de investidura para proponer un mesa de diálogo extraparlamentaria con presencia de la ilegalizada Batasuna, pero no la condicionó a la desaparición previa de todo tipo de violencia hasta después del desmarque de los partidos constitucionalistas.

-Debe haber una fase previa con todos los partidos, también Batasuna, para acordar una metodología y un calendario que garantice la puesta en marcha, dentro de una segunda fase, de una mesa de diálogo en ausencia total de violencia, tanto de ETA como de la kale borroka.

-Tanto usted como el PNV y EB exigen ausencia de atentados y kale borroka para dialogar, mientras que EA no pone el acento en ello y Batasuna rechaza condiciones previas.

-Creo que todo el mundo asume hoy que el diálogo resolutivo sólo se puede alcanzar en una situación de ausencia total de violencia para no repetir los errores de Lizarra. Esto es algo que, afortunadamente, reconocemos todos, también Batasuna con su declaración de Anoeta.

-El PP dice ahora que aceptaría participar en una mesa si es dentro de la Cámara y, por extensión, con EHAK y no con Batasuna. ¿Estaría dispuesto a circunscribir el diálogo al hemiciclo para que estén todos los grupos con representación parlamentaria?

-Estoy dispuesto a hablar de esta cuestión con el Partido Popular; no con secretismo, pero sí con cierta discreción. El PP tiene que hacer una reflexión, porque está solo en relación con la necesidad de diálogo para afrontar el fin de la violencia y se ha quedado solo también respecto a su negativa a reformar el Estatuto. Estoy convencido de que el PP va a tener que mover ficha.

-¿Confía en acabar el año con una tregua indefinida de ETA y un gesto del Estado en materia de presos para allanar el camino?

-Aquí todos nos tenemos que mover con flexibilidad. ETA debe salir de nuestras vidas de una vez y para siempre abandonando la violencia. El Gobierno español debe cumplir por su parte las iniciativas que ha venido aprobando el Parlamento Vasco para garantizar los derechos de todas las personas y, entre ellas, la relativa al acercamiento a Euskadi de los presos con independencia de que haya personas con horribles delitos. Respecto a una tregua, a mí me gustaría, pero no quiero entrar en hipótesis y cábalas.

-¿Qué influencia puede tener la masacre de Londres?

-No sé si propiciará una reflexión en ETA, pero seguro que traslada un argumento más a la sociedad en contra del terrorismo.

-PSE-EE y PSOE han celebrado cónclave esta semana en Madrid para aunar estrategias, quedando en manos del primero posibles pactos puntuales con usted y del segundo la estrategia de paz. ¿Es un reparto de papeles o hay disparidad de criterios?

-En todo caso siempre es bueno que los socialistas tengan una única voz, que podamos tener claro quiénes son los interlocutores y las voces autorizadas dentro de ese partido.

-¿Cuál fue su apuesta personal para sustituir a Xabier Arzalluz al frente del PNV, Josu Jon Imaz o Joseba Egibar?

-Pues ninguna. Yo he tenido una satisfacción íntima ya que los dos, a los que conozco, quiero y admiro, tienen una personalidad extraordinaria.

-¿Ve a Imaz definitivamente consolidado como timonel del barco?

-Yo creo que no hay ninguna duda de que Josu Jon Imaz es un magnífico presidente del PNV.

-Pero hay quien sostiene que, por primera vez en la historia del partido, la directriz estratégica se lleva desde Ajuria Enea...

-Siempre ha habido muchas visiones respecto a la relación entre el lehendakari y el presidente del EBB del PNV. Ya sabe usted que se dan vaivenes sobre esto y siempre hay gente que piensa de una manera y gente que piensa de otra. Yo respeto todo ese tipo de planteamientos. El presidente del PNV es Josu Jon Imaz, quien tiene la responsabilidad de liderar el partido. Mi responsabilidad es dirigir el Gobierno Vasco.

-Afronta su tercer mandato al frente del Gobierno Vasco. ¿El último?

-Lo importante en esta vida es marcarse los objetivos y los trabajos con ilusión. Llevo ya seis años y lo que ocupa en este momento mi cabeza es lograr la normalización política y la paz, no sólo para nuestros hijos sino también para nosotros mismos. No tengo en este momento ocupada la cabeza con mi futuro personal. Mis energías las dedico al presente.

-Y lo hace con un gabinete continuista. ¿Tan bien lo han hecho sus consejeros?

-De los que iniciaron el camino conmigo hace seis años sólo quedan dos: Zenarruzabeitia y Balza, así que difícilmente (risas) lo han podido hacer bien todos ellos.

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