Iñaki Anasagasti
16Enero
2005
16 |
Opinión

Abu Mazen debería estar en Carabanchel

Iñaki Anasagasti
Enero 16 | 2005 |
Opinión

Iñaki Anasagasti

Opinión

Deia


El pasado domingo hubo elecciones en Palestina. Las ganó Mahmud Abbas (Abu Mazen), fundador, junto con Arafat en los años sesenta, del Al Fatah. Su brazo armado son las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

El primero que acudió a felicitarle fue Javier Solana, el míster PESC europeo. De seguir la doctrina de su partido, el PSOE, le debería haber dicho que mientras no condenara la violencia de Hamas ni renunciara a la capitalidad de Jerusalén, no tenía nada que hacer con la Unión Europea. Y, sin embargo, abrazo va y abrazo viene, dijo al salir de la reunión que el futuro pasa por Abu Mazen porque es un hombre sensato y la comunidad internacional apuesta por él.

Ariel Sharon, por su parte, que no podía verle a Arafat ni en pintura y lo tuvo en el secadero de la Mukata durante años, ya le ha llamado por teléfono y, en breve, Abu Mazen, quien entrara triunfante con Arafat en Gaza en 1994, será recibido por George Bush a pesar de que Abu Mazen, en la campaña, describió a los judíos como el demonio.

Bien. Pues de seguirle al PP y al PSOE sus argumentos sobre la votación del Parlamento vasco del 30 de diciembre y conociendo la biografía de Abu Mazen, si por aquí viajara este buen hombre, lo lógico sería que lo metieran en Carabanchel en caso de estar abierta o, como en el caso de José Ignacio de Juana Chaos, le dieran una doble vuelta de llave a las puertas de la prisión. Y, sin embargo, hacen todo lo contrario, con lo que se demuestra que todo es relativo y cuanto más lejana sea la situación a analizar, más comprensivo se es.

Cuando en esta semana he hablado en Madrid de Abu Mazen, me han mirado como si fuera un bicho raro. «¿A qué viene sacar a la palestra el caso palestino y a qué viene hablar de Irlanda? El tema vasco no tiene nada que ver con estos dos fenómenos. La violencia en estos lugares tiene otro tipo de etiología e Ibarretxe es un tipo peligroso». «Pero bueno, ¿no habíamos quedado que todos los terrorismos son iguales siguiendo la doctrina Aznar? ¿A qué viene esta comprensión suprema con Abu Mazen y una manga tan estrecha con Batasuna y sus epígonos?» Y es entonces cuando cambian de conversación. Y es que no hay argumentos que le permitan a Solana darle un abrazo quebrantahuesos a Abu Mazen mientras huye despavorido de Otegi, Permach y Salaberria.

Pero así es la política española. La de la doble vara de medir. La de la sacrosanta unidad de la Patria. La del Yihad Islámico e Hispánico que sólo funciona con dogmas.

Otro caso es el de José Ignacio de Juana Chaos al que le han creado un nuevo tipo penal para que se quede en prisión otra larga temporada tras haber pasado en ella dieciocho de sus 3.000 años de condena. Este personaje no tiene para mí la menor simpatía y lo que le acaba de pasar se lo ha buscado y ganado a pulso.

Pero no es eso lo denunciable. Lo denunciable es la doble vara de medir de la justicia española.

La Audiencia Nacional acaba de conceder el tercer grado al general español Rodríguez Galindo, que cumple una pena de prisión de 75 años por secuestro, tortura, asesinato y entierro con cal viva de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. A un general, que cometió semejantes atrocidades desde los aparatos del Estado y por tanto su delito es infinitamente más grave, se le pone en la calle porque en el fondo se está hablando de un buen español, aunque hiciera cosas poco recomendables. «Pero es uno de los nuestros. De Juana Chaos es un etarra y eso lógicamente tiene que tener otro tratamiento y, además, que la condena a Chaos se entere todo el mundo y lo del general pase cuanto antes y lo más desapercibido. Sin imágenes».

Es preciso recordar la responsabilidad que tuvo el PSOE en la creación y desarrollo del GAL y como de todo aquel caso sólo se ha investigado el ‘‘caso Marey’’. Ahí sigue coleando el asesinato de Santi Brouard o, la última revelación, la semana pasada, del agente Gómez Nieto que ha dicho que Mikel Zabalza no murió ahogado en el río Bidasoa, sino como consecuencia de la tortura de la bañera aplicada por la Guardia Civil en Intxaurrondo. ¿Y quién era hace 19 años el jefe de la Guardia Civil en Intxaurrondo? Pues un coronel que se apellidaba Rodríguez Galindo. ¿Y el fiscal general? Muy bien, gracias.

¡A mí la Legión!

El Madrid político ha vuelto a los tiempos de Aznar. El del histerismo patriótico. Mientras el PP se reunía en Sigüenza para preparar un decálogo españolista y seguir desde allí con el tarro de las esencias la rueda de prensa del lehendakari Ibarretxe, el PSOE emitía un documento donde involucraba el acuerdo del Parlamento vasco con ETA. Y es que en esta escalada no ha faltado nadie.

Desde la secretaría de la Conferencia Episcopal, con su extraña nota, algo parecido a la Carta que declaró en 1936 que aquella sublevación militar era una Cruzada, hasta un Círculo de Empresarios que no se ha distinguido precisamente por defender el Estatuto de Gernika ante las continuas agresiones de las famosas leyes de bases.

Pero también ha salido Javier Rojo, el presidente del Senado, diciendo que Ibarretxe es un irresponsable y un iluminado que mientras éste sale a pecho descubierto «el resto debemos salir con escolta». En la misma línea, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, dice que en el Plan «confluyen la mitología con la historia, el fanatismo en lugar de la política y la extravagancia en lugar del derecho. En definitiva, es un compromiso entre el separatismo etnicista y el nacionalismo terrorista». Y el tipo se hace llamar Defensor del Pueblo.

Tratando de mejorar las relaciones, el presidente de Navarra, Miguel Sanz, da el primer paso para llevar el acuerdo al Tribunal Constitucional por invadir competencias, y Pepiño Blanco le dice al lehendakari que renunció a ser el presidente de todos los vascos. Por si faltaba alguien, gentes del PP han contratado un artículo en el "Wall Street Journal" donde le indican a Zapatero que impida la balcanización de España porque si no hay mano dura, se pone en riesgo la democracia en toda Europa. Nada menos. Pedro J. Ramírez, aquel director de "El Mundo", propiciador en su día del derecho de autodeterminación y quien entrevistó a ETA, sin embargo ahora le dice a Zapatero: «Si vis pacem, para bellum». Es decir, leña al mono.

Antonio Elorza quiere que los vascos rechacen lo acordado en el Parlamento vasco porque de otro modo «esa monstruosidad acabará revestida de ropaje democrático y su eliminación por vías legales resultará prácticamente imposible».

Como al parecer es su obligación, la única, el rey en la Pascua Militar y en las Navidades nos dice que la unidad de España es intocable y el socialista Bono, como ministro de Defensa, en su discurso oficial de la Pascua Militar concluyó que esto se arregla con «más España». Algo más contundente lo fue Fraga quien pidió disolver la autonomía vasca como en 1934 se hizo con la catalana «y no pasó nada». Sólo que a los dos años estalló la guerra civil. Y ahí está también Vidal Cuadras clamando por un gobierno PP-PSOE y ese bufón, nada gracioso, llamado Albert Boadella quien dice que «el Plan Ibarretxe es nostalgia de tribu y toda la España autonómica es un error». Ansón escribe que el lehendakari no tiene media torta y «la altanería y desfachatez del lehendakari sólo tiene una respuesta seria: devolverle el Plan sin debatirlo, denunciarlo ante el Tribunal Constitucional y, si Ibarretxe se mantiene en su actitud, aplicar el artículo 155 y suspender provisionalmente la autonomía vasca».

Hasta el ex comunista Ramón Tamames que se jubila de la Complutense, antes de irse nos ha dejado una perla: «Ibarretxe y sus secuaces están más allá de la cartera y, el plan, ni desde el punto de vista político, ni económico, ni social, ni antropológico es viable porque es una aberración integral».

Un poco más fino, Josep Piqué dice que no hay comparación con lo que están haciendo ellos y que el Plan «es un disparate desde cualquier punto de vista». Piqué está picado con Mayor Oreja porque éste desde su "mesura" dijo que no sólo hay un proyecto de ruptura sino dos planes de ruptura de la Constitución añadiendo que «el arbitraje de ETA ha sido palpable en el caso vasco, pero también ETA actúa por vía de intermediario, apadrinando el arbitraje de ERC en el conjunto de España».

¿Sigo? No creo que haga falta. La mezcla de la ‘‘Brunete mediática’’, la España eterna, el facherío desatado, la debilidad del PSOE, la antidemocrática actitud del PP, la forma unilateral de concebir las relaciones institucionales, la ausencia de cultura democrática y una democracia de pésima calidad, han hecho de una aprobación parlamentaria, legítima y mayoritaria, un alud que corre el riesgo de llevarse muchas cosas por delante porque se ha tocado con el pétalo de una rosa eso de la «indisoluble unidad de España, patria común e indivisible de todos los españoles».

Volvemos a los años de Aznar, pero no se dan cuenta que a toda fuerza se le opone una igual, pero de sentido contrario. Es la ley de la física.

Frente al "!A mi la legión!" el lehendakari ha contrapuesto en La Moncloa una argumentación serena, inteligente y respetuosa. El raca, raca, ñaca, ñaca de la matraca. Y no asustarse.

El memorial democrático

Toda esta arremetida facha que estamos viviendo tiene su base en una transición política que no rompió con el pasado. Aquel infausto régimen se reconvirtió en una luminosa realidad para toda la nomenclatura de la dictadura y de sus hijos que habiendo explotado durante cuarenta años a todo un pueblo pactaron con Carrillo y el socialismo de González la horrible injusticia de que había que mirar al futuro y pelillos a la mar.

De ahí que indigne que nos pongan el ejemplo sacramental de una Transición española tan llena de mentiras y trampas pero que logró que al rey nadie le pasara factura alguna y lo tengamos ahí casando a los hijos y más contento que unas pascuas diciéndonos en Navidad y en la Pascua Militar que la Unidad de España es lo fundamental. Y todos los militares dando taconazos.

Por eso me parece muy bien lo que están preparando los catalanes de Iniciativa per Catalunya. El presidente de ICV, Joan Saura, tiene como uno de sus proyectos estrella el Memorial Democrático, una futura institución de la Generalitat que conmemore el antifranquismo y sus valores y que permita «conocer el costoso proceso histórico que ha cimentado nuestra democracia, la Constitución y el Estatuto». El memorial está en proceso de consulta y se tratará de un espacio donde organizar actividades culturales y conservar los lugares físicos de la memoria. Dispondrá de bases de datos e impulsará un programa de investigación de sumarios de consejos de guerra, expedientes de responsabilidades políticas o de deportados en campos nazis. También se dispondrá de una exposición permanente, se conmemorará el 75 aniversario de la Segunda República Española en 2006 y el 30 aniversario de la muerte de Franco de 2005, con el objeto de analizar los elementos que aún perduran y los que no.

Aquí deberíamos hacer algo parecido para que los Fraga de turno y todos los gloriosos apellidos de la dictadura sientan por lo menos un poco de vergüenza por lo que hicieron sus mayores. Eso sí sería también trabajar por las Víctimas del Franquismo. Tan víctimas como las de ETA.

Finalmente, un apunte. Recomiendo el DVD del lehendakari Aguirre. Por un error omití «por nada de dinero compre usted el DVD de la vida…». Se me cayó de la línea lo del "dinero" y parecía otra cosa. Y no lo es.

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