Pero Don Patxi nada dice de lo que comentan sus compañeros. Por ejemplo. Todo el mundo anda revuelto por lo dicho por Rodríguez Ibarra en TVE en relación a ETA y Batasuna, por cierto, nada del otro jueves, pero todos pasan por alto una afirmación que da el tono de la actual democracia española: «Si se tira del caso Vera, se hunde la democracia en España». «Defendiendo a Rafael Vera estoy defendiendo a mi país». Carod-Rovira, a su lado, no dijo nada. Sí lo hizo la presentadora, Julia Otero, que le preguntó al socialista amigo de Patxi López a qué se refería. «Se ha pagado a la gente con fondos reservados, se han financiado partidos con ese dinero y, en tiempos de UCD, hubo 48 muertes de ETA que no fallecieron de gripe». Buen resumen para la modélica transición española exportable al mundo mundial por su pulcritud.
Pero no hay que ir tan lejos. El jueves publicaba ‘‘El País’’ un notición ya sabido. El jefe de la llamada Inteligencia española, Jorge Dezcallar, le había informado a José M. Aznar de la entrevista entre Carod-Rovira y ETA y al poco esa noticia salía en el ABC. Lo indignante para ‘‘El País’’ no era que se hubiera seguido a un dirigente político democrático, sino que esa valiosa información, según el pacto antiterrorista (antinacionalista), no se la hubiera pasado Aznar a Zapatero. Lo denunciamos en su día. Fue una gota en el desierto.
¿Por qué lo hicimos?
Por higiene democrática. Dezcallar, el hoy embajador de España en el Vaticano, dio la orden de seguir a Carod-Rovira, acto tipificado como delito en el Código Penal. Ese seguimiento les llevó a los del Cesid-CNI a la reunión con ETA. Y esa información se la dan a Aznar siendo clasificada, protegida y registrada con firma de acuse de recibo. Se trataba pues de un delito de violación de la intimidad. Era un CIR (Control Integral de Relaciones). Aznar la ve y se la da a Carlos Aragonés, su secretario, que la pasa a José Antonio Zarzalejos, director del ‘‘ABC’’. Y se arma el gran escándalo. Hay que recordar que Carlos Aragonés estuvo detrás de los recientes intentos de infiltración del PNV y detrás de aquellas informaciones sobre los ‘‘moderados y los radicales’’ y detrás de toda aquella estrategia de grupos sociales contra el nacionalismo vasco en la época de Aznar. Aragonés es compañero de estudios del ex presidente. ¡Pero ahora el escándalo es que esa información no se la dieron a Zapatero! ¡Vaya democracia¡
Y ahí está lo que sucede en Ucrania. Es el mismo Putin que masacra Chechenia bajo el silencio cómplice de Europa quien está detrás de toda la manipulación ocurrida el domingo en las elecciones. ¿De qué se queja Europa si calla ante otras atrocidades? ¿Para qué sirve Solana, correligionario de Patxi López, además de para dar abrazos a todo el mundo? Un panorama, pues, como para echar a correr y no parar.
Sólo intereses
Reconozco que tengo una aversión congénita a los militares en política. Mucho más si son populistas y golpistas. Y es que la relación política del PSOE en Venezuela fue siempre con
Fue todo un poema verle a Manuel Marín, el presidente del Parlamento, enseñar a un golpista en el techo del hemiciclo del Congreso los tiros de Tejero de 1981. Los tiros de otro golpista. ¿Y Chávez? Lo grave de todo este lío montado con las declaraciones de Moratinos es que se olvida lo principal. El primer golpe de estado lo da Chávez contra el gobierno legítimo de Carlos Andrés Pérez, ocasionando decenas de muertos entre ellos al hijo del delegado del Gobierno vasco en Venezuela, Gaizka Etxearte. Dato que siempre olvidan nuestros queridos contertulios por estos pagos. El que a raíz de todo esto el país se dislocara y haya venido lo que se vive en la actualidad, es otra cosa, pero la legalidad institucional la rompió Hugo Chávez ocasionando la muerte de un chaval vasco, entre otros. Y eso no se puede olvidar, porque también Fraga ha sido elegido democráticamente en Galicia pero nadie duda que sea un fascista de tomo y lomo.
¿Y la ley mordaza?
Hace un mes hubo elecciones a gobernadores en Venezuela con una abstención que rozó el 70%. Y es que nadie allí se fía de este especimen que pasó esta semana por Madrid como un huracán. Llevaba su claqué. La mayoría de ese público que le jaleaba en la estación de Atocha y en el Congreso eran militantes de IU y CC.OO. Había sólo 200 venezolanos traídos en avión por Chávez. Extras para la comedia de Atocha. Los venezolanos, el 15 de agosto, en el referéndum revocatorio, votaron contra él en un 95%. El dato no es mío. Lo dio la cónsul chavista de Madrid, Yolanda Rojas. Lo mismo ocurrió en Euzkadi, pero por pedir ese dato, el cónsul de Venezuela en Bilbao me lanzó aquella tonelada de basura encima. Por eso quería yo un encuentro con Chávez en este viaje. Y a tal efecto lo solicité en la comparecencia parlamentaria de Moratinos a petición del PNV. Me consta que Moratinos trabajó y logró un ‘‘encuentro de trabajo’’ de Chávez en el Senado para el martes entre las nueve y media y las diez. Media hora. Suficiente para plantear el por qué de la ‘‘ley mordaza’’ que trata de asfixiar la libertad de expresión en Venezuela, y que acaba de aprobarse. En breve, en aquel país, no habrá posibilidad de discrepar. Una ley que amparará el control político del pensamiento disidente. Pero el lunes por la noche nos avisaron que Chávez nos saludaría pero no habría ‘‘encuentro de trabajo"’’. El gran macho, el de los monólogos interminables de ‘‘Aló Presidente’’, no quería dialogar. Y quien no dialoga, pierde. No tiene argumentos. Por eso lo de Chávez es el monólogo. No el diálogo. Como lo suyo fue el café que con un termo le servía un edecán venezolano. El café del Senado podía estar envenenado. Hasta en eso tiene este hombre el comportamiento de un autócrata.
La víspera, Chávez había dejado en la estacada a más de doscientos empresarios y se había ido a ser jaleado por IU y CC.OO. Ese día, en
Lo decía Lord Palmerston: «Inglaterra no tiene ni amigos ni enemigos. Sólo intereses permanentes». Zapatero ha encontrado la fórmula. Y así nos va. Es la política sin principios. Gato blanco, gato negro.
Película sobre Sabino Arana
El 25 de noviembre se cumplieron 101 años del fallecimiento en Sukarrieta del fundador del nacionalismo vasco, Sabino de Arana y Goiri. Como cada año, el PNV organiza un acto de recuerdo. Hoy, en la plaza Albia, habrá un acto conmemorativo a las doce y media. Pero a este acto y al recuerdo de Sabino Arana se le une el estreno el próximo jueves 2 de diciembre, a las nueve de la noche en el auditorium del Museo Guggenheim, de una película dedicada a un hombre que marcó y sigue marcando los destinos de este país.
Javier Santamaría es el director independiente de esta película donde a manera del filme ‘‘Pelota Vasca’’, de Julio Medem, pregunta la opinión que le merece Arana a personas variopintas y de todos los pelajes. Desde Iñaki Ezquerra que dice que Arana no debió de nacer a Jordi Pujol y Carod-Rovira pasando por el lehendakari Ibarretxe, Josu Jon Imaz, Xabier Arzalluz, María San Gil, Andoni Cendoya, Jon Idigoras, Javier Madrazo, Albert Boadella, Mariano Monge, Nicolás Redondo, Julen Rentería, Jaime Larrinaga, Luis Gezala, Jean Claude Larronde, Joseba Agirreazkuenaga, Carlos Garaikoetxea, Elías Amezaga, Arantza Amezaga, Txomin Saratxaga, Gotzone Mora, Aletxu Etxebarria, Enriqueta Benito, Antonio Basagoiti, José Alcaraz (AVT), Ramón Sota, Xabier Zumalde (El Cabra), Torre, Heras, Portocarrero, Joseba Álvarez, Azaola, Oyarzabal y así hasta 39 testimonios.
Es un guiso fuerte. Una pizza con todos los sabores. Veremos cuál predomina más. Frente al unilateralismo español el que haya un mero contrapunto es ya un avance. De todas maneras tendrá usted la oportunidad de juzgarlo. El jueves
Y como de recordar a Sabino se trata, me quedo con lo escrito por Manu Sota en 1935:
‘‘Todo lo que fuiste forma en esta vida de miserias; todo lo que fuiste, Sabin de Arana, cuerpo y huesos, aquí yacen, bajo la misteriosa quietud de esa losa de silencio. Pero tu alma voló, se esfumó de ese sepulcro como aroma de flor que nunca muere, yendo a esparcirse por la vieja tierra de los vascos, de un confín a otro confín. Y en el pico del Gorbea que más osadamente reta al cielo, tu alma está; y al replegarse en Laida dice tu nombre, y al chocar con las rocas de Izaro,