Ante los acontecimientos y decisiones institucionales que en Catalunya y sobre Catalunya hemos conocido a lo largo de la tarde de hoy, el Partido Nacionalista Vasco manifiesta:
-Nuestro respeto a las decisiones emanadas de las legítimas instituciones catalanas, en este caso del Parlament de Catalunya. La trascendencia y relevancia de la declaración de hoy pone fin a un largo proceso de desencuentro con los poderes centrales del Estado. Debemos recordar que en 2005, las instituciones catalanas aprobaron por una abrumadora mayoría un proyecto de Estatuto que fue tristemente “cepillado” en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. Aun así, en 2006, y aceptando aquellos cambios, se votó en referéndum y se aprobó también por amplia mayoría un Estatut que de manera absolutamente irresponsable fue luego objeto de recurso al Tribunal Constitucional por parte del Partido Popular. La sentencia subsiguiente, en 2010, vació y mutiló gran parte del contenido de aquel texto. Frente a la legitimidad democrática de las instituciones y frente a la decisión del pueblo de Catalunya se impuso una legalidad estrecha y miope. Desde 2010 y hasta hoy, las instituciones catalanas han promovido diversos intentos para buscar un encaje respetuoso y armónico de Catalunya en el Estado español, sin éxito alguno. Y hoy el Parlament, “de acuerdo con el mandato recibido de la ciudadanía de Catalunya”, ha decidido constituir la República catalana.
-Nuestra profunda discrepancia y rechazo tanto con la decisión del Senado de aplicar el artículo 155 de la Constitución Española como con las medidas que ha anunciado el Consejo de Ministros para su inmediata aplicación. La destitución de las legítimas instituciones catalanas elegidas libre y soberanamente por la ciudadanía, lejos de ser la solución, persiste y ahonda en el error con que los poderes centrales del Estado han abordado la cuestión catalana desde 2005. Catalunya solo puede estar gobernada por aquellas personas y aquellas instituciones que cuenten con el respaldo de su ciudadanía. El Partido Nacionalista Vasco no respaldó la Constitución Española por muchos motivos. Uno de ellos, la existencia precisamente de ese artículo, que otorga al Gobierno central una injusta supremacía y una capacidad absolutamente discrecional para imponerse sobre otras instituciones tan legítimas como él. Hoy, que vemos cómo se aplica este artículo, nos ratificamos en nuestra crítica abstención hacia la Constitución.
-El nuevo tiempo que se abre tras estas decisiones no puede estar fatalmente determinado por el no diálogo, la imposición y el desacuerdo. Catalunya y la solución a sus demandas necesitan democracia, ejercicio democrático para dialogar entre diferentes, para acordar con mayorías suficientes y para que la ciudadanía pueda expresar libre y plenamente su opinión y decisión política con todas las garantías y con eficacia plena. Euzko Alderdi Jeltzalea muestra su compromiso con la democracia y la convivencia y se reafirma en su convicción de que el reconocimiento de la realidad nacional catalana y vasca y del ejercicio del derecho a decidir de ambas sociedades constituye la mejor base para abordar el futuro. Catalunya y Euskadi somos dos naciones, cada una con su camino, a la que nos une un mismo deseo de libertad y democracia.