Alderdikideok, abertzaleok, zorionak! Zorionak en este día de fiesta para los vascos y las vascas, y doblemente festivo para los y las jeltzales. 122 años después aquí estamos los herederos de Sabino Arana, trayéndole flores a su estatua, convirtiendo la que fue su casa familiar, Sabin Etxea, en el símbolo del nacionalismo vasco y, sobre todo, continuando con su herencia y actualizando su ideario, luchando por construir la Nación Vasca.
Urtean hiru egun dira guretzat ezinbestekoak. Hiru egun horiek zuri, gorri eta berdez margoztuta daude gure egutegian: Aberri Eguna, Alderdi Eguna eta San Inazio eguna, gaur ospatzen duguna. Hiru une hunkigarriak dira abertzale eta jeltzale sentitzen garenontzat. Gure Aberriaren eguna, gure Alderdiaren eguna eta gaur 122 urte betetzen dituen abentura zoragarri honen hasiera ospatzeko eguna. Den dena hemen eta gaurko egunez hasi zelako, duela 122 urte. Eta gure Alderdiak egun hartatik hona egin duen bide luzean, batzuetan konplikatua baina beti emankorra, beti jakin dugu egon behar genuen tokian egoten, egin behar zena egiten: Euskadi, gure aberri bakarra, gure nazioa. Ez hobea ez txarragoa, baina gurea. Euskotarren Aberria, Euskadi da!
Ciento veintidós años dan para mucho. Nuestro Partido ha pasado por diferentes etapas. Nuestros primeros cuarenta años fueron de duro trabajo, de contagiar a todo un país que estaba postrado políticamente tras las guerras carlistas la ilusión de aquel puñado de jóvenes nacionalistas unidos en torno a Sabino. De construir y extender el Partido en todos los pueblos de Euskadi. De ir ganando el favor y la confianza de la gente que, con su voto, nos iba llevando a las Instituciones de aquella época. Hace pocos meses recordábamos el centenario, en 1917, de la primera vez que los nacionalistas llegábamos a la presidencia de una institución importante, la Diputación de Bizkaia. En solo dos años se pusieron en marcha iniciativas para recuperar nuestra lengua, crear Euskaltzaindia, abrir las Auzo Ikastolak, las conocidas escuelas de barriada que todavía hoy subsisten en muchos pueblos de este Territorio... Fueron años de pelear por lo nuestro también en Madrid, hasta conseguir el primer Estatuto y nombrar al primer Lehendakari y Gobierno Vasco. Una pena que todo aquello sucediera en medio de una guerra incivil que dejó asolado nuestro País. Hoy hace ochenta años nuestros gudaris sufrían el amargor de la derrota, arrinconados en la punta de las Encartaciones, abandonados internacionalmente por los llamados “aliados” y completamente olvidados por la República española. Solo el Lehendakari y las autoridades del Partido Nacionalista Vasco se quedaron hasta el final, hasta el último día, con los gudaris y con los que huían de las tropelías de los fascistas. Les debemos uno y mil homenajes a aquellos gudaris, a aquellos dirigentes del Gobierno Vasco y del Partido que arriesgaron sus vidas, y muchos de ellos la perdieron, por defender su ideal hace ahora ochenta años. Somos sus dignos herederos y nos sentimos orgullosos de serlo. Agur eta ohore beraientzat!
Y después vino la larga noche de la dictadura, del exilio. Cuarenta años de túnel asfixiante. Pero el Partido estuvo ahí también. En la clandestinidad del interior y en la acción del exterior. Y salimos del túnel, en 1977, y llenamos Aralar, y empezamos a ganar elecciones porque el pueblo estaba con nosotros. Cuarenta años en los que han pasado muchas cosas, muchas buenas, muchas malas, en todo caso más buenas que malas y que nos han traído hasta aquí, a la Euskadi que hoy tenemos. Si Sabino Arana estuviera hoy aquí, si el Lehendakari Agirre estuviera hoy aquí, si Juan de Ajuriagerra estuviera hoy aquí, si estas tres personas que simbolizan las tres etapas del Partido estuvieran hoy aquí, se sentirían orgullosas por haber hecho lo que hicieron y por lo que se ha conseguido. Mereció la pena y merece la pena. Ser del PNV merece la pena y luchar por la libertad de Euskadi, por la Nación Vasca, merece la pena. Este País merece la pena: es el nuestro y tenemos que trabajar por él con uñas y dientes.
Eta horixe, Euskadiren alde lan egin, da iaztik hona egin duguna. Iaz hementxe elkartu ginen eta bi helburu jarri genituen: Euskadin, krisi ekonomikoa gainditzea eta enplegu gehiago eta hobea sortzea; eta Alderdian, euskal hauteskundeetatik onik irtetea. Gaur esan ahal dugu: “Helburua lortu dugu”. Hauteskunde haietatik oso ondo irten ginen, eta gure ekonomia suspertze bidean dago. Langabeziak behera egin du. Langabezia puntu luze bat beherago dago. Eta puntu horren atzetik milaka euskal herritar daude azken hilabeteotan lanpostua aurkitu dutenak. Baina oraindik ehun eta hamalau mila pertsona daude lanik gabe. Beraiek dira gaur gure lehentasun nagusia. Gure Erakundeen eta gure Alderdiaren lehentasuna dira ehun eta hamalau mila pertsona horiek.
Euskadiren alde egin dugu, bai. Euskadi da gure helburu eta kausa bakarra. Euskadi dugu helburu eta goiburu. Euskal aberria sortzeko, Euskadi askea, emakume eta gizon askeek osatutako herria. Lan horri ekin diogu beti, eta azken hilabeteotan ere bai. Hemen eta Madrilen. Eta ondo joan zaigu. Gauza handiak lortu ditugu: Kontzertu Ekonomikoa babestea, Kupo bidezkoa ordaintzea, merezi ditugun trenak izatea, gure enpresak argindarraren prezioarekin zigortuta egon ez daitezen, Lemoiz berreskuratzea, Ertzaintza Europa mailan konektatuta egon dadin eta benetako polizia integrala izan dadin… Hori dena eta gehiago lortu dugu Madrilen.
Akordio hau zinatzeagatik, batzuek hitz gogorrak esan dituzte gure kontra. Hor konpon! Beraiek jakingo dute zer nahi duten edo zeintzuk diren beraien lehentasunak. Guk oso argi ditugu. Akordio horri esker, Euskadi duela urte bete baino Euskadi gehiago da. Hori da gure eredua. Hori da gure helburua: Euskadira gauza asko ekartzea, gure autogobernua indartzea, Herri gisa gero eta askeago izatea. Hala egin dugu eta hala egiten jarraituko dugu. Bai horixe! Hori egingo du EAJ-k, orain eta beti, hemen eta han, Gasteizen eta Madrilen!
Recordaréis que hace un año nos juntábamos aquí y nos poníamos una exigente tarea tanto para el País como para el Partido. Para el País, superar la crisis económica y crear más y mejor empleo; para el Partido, salir bien parados de las elecciones autonómicas que el Lehendakari había convocado justo dos días antes para el 25 de septiembre. Hoy podemos decir que “objetivo cumplido”. Salimos bien parados de aquellas elecciones, y nuestro país tiene hoy una estabilidad institucional que es alabada y querida por muchos de los que nos rodean. Y nuestra economía da signos indudables de recuperación. Esta semana hemos recibido positivas noticias que nos hablan de un incremento del crecimiento económico previsto y de un descenso apreciable del paro. Esta es la mejor noticia de todas, que descienda el paro. Y lo está haciendo. El año pasado teníamos el 12,5%. Este, el 11,2%. Un punto largo menos de paro. Y detrás de ese punto, miles de vascos y vascas que han encontrado trabajo en estos meses. Aún quedan 114.300 personas en desempleo. Ellas deben ser ahora nuestro principal objetivo. “Más y mejor empleo”, dijimos hace un año y lo repetimos hoy, prioridad número uno de nuestras Instituciones y de nuestro Partido. Porque los buenos datos no nos pueden nublar la vista: sigue habiendo problemas que necesitan nuestra implicación. Esas 114.300 personas nos miran y esperan algo de nosotros. Ellos y los que ven ahora amenazados sus empleos porque sus empresas atraviesan malos momentos: CEL, Xey, La Naval, Edesa-Fagor, General Electric, Ofita… Son situaciones que nos preocupan, pero que sobre todo nos ocupan.
Porque, como también os dije el año pasado, “este Partido nació por y para Euskadi”. Euskadi es nuestro objeto social, nuestra única causa. Vivimos para ella. Para construir la Nación Vasca, una Euskadi libre de mujeres y hombres libres. A eso nos hemos dedicado siempre y también estos últimos meses. Aquí y en Madrid. Y nos ha ido bien. Hemos conseguido muchas cosas en una negociación a brazo partido con Madrid.
Algunos han alzado la voz contra nosotros. No se han atrevido a criticar lo conseguido, y para atacarnos nos censuran por el hecho de negociar con quien está hoy en La Moncloa. Al parecer, les preocupa más quién se sienta en La Moncloa que los intereses de nuestro país, que el bienestar de los vascos y vascas. Allá ellos. A nosotros nos preocupan Euskadi y sus gentes. Y trabajamos para que, se siente quien se siente en La Moncloa, cada vez se tomen allí menos decisiones que afecten a Euskadi. Para que las decisiones sobre nuestro futuro en política, en economía, en infraestructuras, en todo lo posible, se tomen aquí y no allí. Y vamos por el buen camino. Gracias a este acuerdo, Euskadi es hoy más Euskadi que hace doce meses. Ese es nuestro modelo: traer cosas para Euskadi, fortalecer nuestro autogobierno, ser cada día menos dependientes o, lo que es lo mismo, más independientes como Pueblo. Así lo hemos hecho y así vamos a seguir haciéndolo. Con prudencia, con los pies en el suelo, con responsabilidad. Sin dar cheques en blanco a nadie. Poniendo sobre la mesa las muchas cosas, los muchos problemas que aún hoy hay entre Euskadi y el Estado español. Pero aportando soluciones y, sobre todo, haciendo más fuerte a Euskadi y más felices a los vascos y las vascas.
Nuestro único interés es Euskadi y nuestra única limitación, que la sociedad vasca entienda lo que estamos haciendo y lo respalde. Y honestamente creo que lo entiende y lo respalda.
Hoy he mirado un poco al pasado y me he detenido en el presente, pero no quiero acabar sin levantar la vista hacia nuestro futuro. Confío en un buen futuro para nuestra Nación. Creo que tenemos futuro como Pueblo y que en ese futuro vamos a encontrar la libertad que reclamamos, que vamos a poder decidir nosotros dónde queremos estar y quiénes queremos ser. Y creo que todo esto va a ser así porque creo en nuestro País y en sus gentes. Por eso hoy, día en que celebramos nuestro 122 aniversario, quiero hacer un llamamiento a las y los jóvenes vascos a que se sumen a esta tarea. Euskadi merece la pena. Y merece la pena trabajar por Euskadi desde el PNV. Hay que seguir construyendo un País en el que se viva bien, en el que todo aquel que se quiera quedar, tenga un empleo digno y una vivienda digna, y que aquel que quiera marcharse tenga luego opción de regresar. Un país que sea capaz de repartir justamente su riqueza entre los de aquí y los que vengan de otros lugares. Un país abierto y solidario. La Euskadi que queremos está en nuestras manos, especialmente en las de la juventud vasca, que es quien debe coger ahora el testigo. Euskal gazteok: Euzko Alderdi Jeltzalearen ateak zabal-zabalik dituzue!
Finalizo ya con una cita del lehendakari Agirre en el Manifiesto de Truzios, el último que hizo antes de marchar al exilio. Decía el Lehendakari: “El País Vasco mira al futuro con ilusión. Su alma nos pertenece. Nuestra conducta es la suya. Volveremos a recobrar el suelo de nuestros padres para restaurar el idioma escarnecido, la ley ultrajada, la libertad arrebatada”. El Lehendakari tenía razón: volvemos a mirar al futuro con ilusión, hemos recobrado el suelo de nuestros aitas y amas, nuestro idioma florece, tenemos nuestras leyes y estoy seguro de que vamos a decidir nuestro futuro, y con él recuperaremos la libertad arrebatada. Merece la pena Euskadi y merece la pena ser del PNV.
Gora Euskadi askatuta!