Llevamos ocho días de campaña y es como si llevásemos ocho meses.
Lo cierto es que casi son ocho meses desde que se inició el camino a las elecciones generales. Primera vuelta, discusión y bronca. Segunda vuelta, más lío y más ruido. Solo les falta dar la vuelta de campana. Y a este paso, ya veremos. Un auténtico desastre. Así que se nos está haciendo largo. No dejo de sorprenderme. Yo pensaba que las campañas electorales servían para que las formaciones políticas presentaran a la ciudadanía sus propuestas, sus programas. Para explicar qué es lo que pretende hacer cada cual para mejorar la situación de la gente, los problemas que están encima de la mesa. Aquí no. Todo es: ¿Quién va a gobernar? ¿El primero? ¿El segundo? ¿Quién más votos tenga? ¿Quién más escaños? Resulta infantil. ¿Os acordáis los que ya tenéis una edad de aquello que decíamos cuando éramos chavales, eso de ‘no te ajunto’? Pues eso. Sánchez no se ajunta a Iglesias, Iglesias no se ajunta a Rivera y éste a Rajoy. El uno por el otro, la casa sin barrer.
Kanpaina honetan behin eta berriz esan dugu Espainiako lau alderdiak ez direla fidagarriak, eta ez dira, ez, ezin gara fidatu. Zelan fidatuko gara kasurik egiten ez badigute? Ez dira gure gaiez arduratzen. Euskadira ez datorrenaz fidatuko al gara? Eta, etortzen direnean, beren poltronaz hitz egiten dute, ez gure gauzetaz. Zelan fidatuko gara bere aberriaz arduratzen ez denaz? Atara kontuak! Horrek arduratuko dira gure aberriaz? Guk gure aberriagatik, Euskadigatik, sentitzen dugun maitasunaren ehuneko hamarra sentituko balute, guk gure aberriari ematen diogunaren zati txiki bat beren aberriagatik egingo balute, Espainia ez litzateke horren txarto egongo, eta orain ez ginateke kanpainan egongo. Hori da lehen desberdintasuna. Guk Euskadiren alde dena ematen dugula. Euskadi lehenik!
He dicho que estos cuatro son incapaces de ponerse de acuerdo en nada, y debo corregir. Hay dos temas en los que los cuatro partidos españoles se han puesto de acuerdo. Primer acuerdo: olvidarse de Euskadi. De Rajoy qué os voy a decir: cuatro años de rodillo recentralizador, cuatro años sin atender al lehendakari, sin tener en cuenta las cuestiones que en varias ocasiones le había hecho llegar a la Moncloa. ¿Qué vamos a esperar de él? Nada. A lo sumo, que le diga a Carlos Urquijo que nos toque un poco más las narices. Cuatro años de recursos, de imposiciones, de recortes vía decreto. Cuatro años de LOMCE, de Reforma laboral, de Ley Mordaza, de incumplimiento de inversiones, de negar las transferencias pendientes, de desatender la necesidad de compartir un plan de paz y convivencia. Hay que tener la cara de hormigón para venir aquí en campaña, después de lo que han hecho durante cuatro años. Por eso pasó de refilón por Nafarroa: dos horitas por Tudela.
El segundo en disputa, que ya no sabe si será segundo o tercero, es Pedro Sánchez. Sánchez, que el otro día pasó sin pena ni gloria por aquí al lado, por Durango repartiendo rosas, sólo se ha referido a Euskadi una vez. Y para mal. Para sacar pecho y decir que ellos fueron los que dieron el portazo al Nuevo Estatuto Político aprobado por el Parlamento Vasco en 2004. Ni una sola referencia más.
Rivera sí. Por lo menos, a ese se le ve de lejos. Iba a decir que este viene de cara, pero no. Porque venir no ha venido. Mejor. Sabe que mientras mantenga su decisión de eliminar el Concierto Económico y hacer desaparecer las diputaciones forales va a tener poco futuro en Euskadi.
¿Y Unidos Podemos? Han sido respetuosos con su ideario marxista, pero de Groucho Marx. Tengo unos principios, pero si no os gustan los cambio y tengo otros. Lo mejor es que se expresen. Que hablen. Como el otro día Nagua Alba, su secretaria general en Euskadi y candidata por Gipuzkoa. Alba dijo que Podemos era la mejor garantía para desarrollar el Estatuto de autonomía. Y a renglón seguido precisó que era partidaria de la caja única de la Seguridad Social. ¿En qué quedamos? Pues me quedo en que también ellos son una franquicia. Que su centro de decisión está en Madrid y que cuando haya que expresar en el Parlamento Vasco la defensa del interés de Euskadi o del Estado votarán en clave de Estado. ¿Sabéis cómo llamo yo a eso? Deslocalización del voto. Modernos sí. Nuevos, un poco menos. Pero su interés está allí. No aquí. Por eso se dicen ‘patriotas’, no abertzales.
Os he dicho que los cuatro se han puesto de acuerdo en dos cosas. Olvidarse de Euskadi, por un lado, y en segundo término... su orgullo por ‘La Roja’. Ahí existe unanimidad. Han ganado un partido a la potentísima República Checa y ya se han venido todos arriba. No es solo que Iniesta vuelve a ser héroe nacional. Hasta a Piqué: hace tres días era un catalán malo, ahora es un español bueno. Pues bien, nosotros también en eso somos diferentes. Nosotros tenemos nuestra camiseta. La verde. ¿Sabéis por qué no vemos esta camiseta en la Eurocopa? ¿Sabéis por qué Euskadi no puede participar en competiciones internacionales? ¿Es un problema de legalidad? No. ¿Lo prohíbe la Constitución Española? Tampoco. Es un problema de voluntad política. Una cuestión de vetos. Como dirían los Cuatro Magníficos, de líneas rojas. Ayer jugaron Inglaterra contra Gales y la Tierra sigue girando. No pasó nada. También Irlanda del Norte y la República de Irlanda participan en esta competición. Y no participa, pero al menos pudo disputar la fase de clasificación, la selección de Escocia. Tienen selecciones nacionales Andorra, las Islas Feroe… ¡Hasta Gibraltar! ¿Y Euskadi? Euskadi no. ¿Por qué? Porque no quieren. Porque saben que miles y miles de vascos y vascas iríamos por toda Europa defendiendo esta camiseta y contando que somos una nación orgullosa de lo nuestro pero abierta al mundo, ancestral pero moderna, una nación que trabaja, que produce, que genera riqueza y bienestar…
Baina, ez, seriotan hitz eginez. Eurokopan edo sailkapen txandan kamiseta hori ikusten ez badugu, ez da lege kontu bategatik. Gibraltarrek edo Feroe irlek parte hartzen dute, eta ez da ezer gertatzen. Borondate politikoa da, besterik ez. Horra hor Gales eta Eskozia, noren kontra eta Inglaterraren kontra. Beraiek ahal badute, zergatik Euskadik ezin du Espainiaren edo Frantziaren kontra egin? Edo, Errusiaren kontra? Ba horixe da espainiar Estatua ulertzeko duten modua. Ikuskera miopea, benetan ikuskera zentralista eta ezkorra. Ba ikuskera hori aldatzea ere bada euskal agenda. Euskadik Eurokopan jolastu ahal izatea, hori ere da euskal agenda. Eta egin egingo du. Zalantzarik ez izan. Euskadik ere parte hartuko du nazioarteko lehiaketetan. Ez gara geldituko gure taldeak Eurokopan, Mundialetan, Joko Olinpikoetan eta behar den tokian ikusi arte. Gure eskubidea delako eta horrela erabaki dugulako.
Si los cuatro partidos españoles se han olvidado de nosotros, olvidémonos de ellos en las próximas elecciones. Que se queden con el artificio y el postureo. Ellos van a lo suyo y nosotros debemos marcar la diferencia. Marcar la diferencia para convertir las líneas rojas en líneas verdes. Para que nadie decida en nuestro nombre. Para que este país continúe adelante. Para que lo peor de la política española no llegue hasta nosotros. Marcar la diferencia porque somos diferentes. Marcar la diferencia para ser libres, no subordinados como ellos quieren. Démosles una lección con un voto diferente.
Frente a los azules, los rojos, los morados y naranjas, este país debe hacer valer su diferencia. Debe reverdecer. La diferencia es verde. Verde de Euskadi. Verde de primavera, verde esperanza. Verde luminoso. Verde de camino abierto. Marquemos la diferencia de un país, una sociedad verde. Orgullosa de su hecho singular.
El próximo domingo necesitamos una marea verde de votos. Solo así haremos valer nuestra diferencia. Mientras ellos discuten, nosotros decidimos. Porque lo que nos importa es Euskadi. Ellos van a lo suyo. Tú, elector y electora de Euskadi, vota por lo tuyo. Mételes un gol. Vota en verde. Vota por Euskadi. Vota Partido Nacionalista Vasco.
