Hoy celebramos el Día de Europa. El 9 de mayo de 1950,la Declaración Schumansupuso la apertura de una nueva senda para nuestro continente que, hoy, sesenta y tres años después, debemos valorar positivamente.La Unión Europeaes una realidad que, pese a todas las dificultades y obstáculos que el trayecto ha conocido, se muestra como referente y como valor a escala mundial.
La Unión Europea, es evidente, conoce una compleja coyuntura. Unos momentos en los que la crisis aflige sus fundamentos y nos hace interrogarnos sobre su futuro. Una crisis cuya manifestación más despiadada es el alto desempleo y la desesperanza que ello provoca en personas y familias.
La Unión Europeano ha arbitrado una respuesta efectiva a la crisis: la debilidad de sus instituciones ante tal reto ha sido un dato evidente. La transferencia de soberanía de la política a los mercados, la división y el egoísmo de los Estados europeos, que descargan sus propias responsabilidades hacia Bruselas y la falta de solidaridad comunitaria son elementos fundamentales que explican la carencia de tal respuesta.
La ineficacia de la UE ha causado una progresiva desconfianza y alejamiento de la ciudadanía hacia el proyecto económico y político europeo, campo abonado para que la demagogia, el populismo y los radicalismos se fortalezcan en una deriva peligrosa y antieuropea.
Respuestas de unidad europea a los desafíos presentes
En este contexto de desafección europea y auge de los extremismos, apostamos por la primacía de la política al servicio de la persona y de los más necesitados y reiteramos nuestra convicción de que la respuesta europea no puede ser un desmantelamiento dela Unión. Necesitamosmás Europa. Necesitamos más unidad europea: una verdadera unión bancaria, fiscal y política europea, basadas en la disciplina, crecimiento, solidaridad entre Naciones y personas y en la insoslayable cesión de soberanía nacional a las Instituciones comunitarias.
EAJ-PNV declara su europeismo, declara su firme creencia enla Europa Políticay Federal, en una Europa unida, potencia económica y protagonista político en el ajedrez mundial, una Europa que preserve su modelo social y de equidad y que aporte sus valores tradicionales sustentados en la libertad y justicia, contribuyendo a un mundo más pacífico y democrático. Ese proyecto europeo forma parte de nuestro proyecto nacional.
Apostamos por una Europa Federal, de soberanías compartidas, construida desde el respeto al principio de subsidiariedad, desde el reconocimiento y respeto a las entidades políticas subestatales y a las competencias de las instituciones más cercanas al ciudadano.
Euskadi y las Naciones sin Estado en Europa
Abogamos por erigir a nuestro Pueblo en sujeto político dela Unión Europeaen pie de igualdad con el resto de los actuales Estados de la Unión, recordando que una parte significativa de los mismos ha accedido a la estatalidad en los últimos 25 años.
Nos asiste, como Pueblo, el derecho de autodeterminación con objeto que nuestra ciudadanía pueda determinar libre y democráticamente su estatus político, económico, social y cultural cara la institucionalización de un marco propio que comparta soberanía con otros Pueblos en el ámbito dela Unión Europea.
Creemos que los instrumentos del diálogo y negociación entre partidos y en el seno de la sociedad civil son claves para la convivencia y debemos activarlos y ejercerlos en nuestra propia Nación para lograr unas bases mínimas cara a construir la necesaria cohesión nacional y social, considerando también imprescindibles estas herramientas en nuestras relaciones con las autoridades del Estado, de las instituciones europeas y del conjunto dela Comunidad Internacional.
Reafirmamos que nuestro proyecto es democrático e inclusivo, cívico y abierto y tiene la legitimidad democrática sustentada en la expresión mayoritaria de la voluntad popular que se manifiesta a favor de un fortalecimiento del autogobierno de nuestra Nación y de su vocación de sujeto político en Europa.
Apelamos ala Unión Europeapara que reconozca las realidades nacionales que representamos y arbitre mecanismos jurídicos para la habilitación de una ampliación interna de la Unión, siguiendo los principios y condiciones -criterios de Copenhague-, que han articulado las ampliaciones externas.