Manifiesto Aberri Eguna 2013
27Marzo
2013
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Manifiesto

Manifiesto Aberri Eguna 2013

Manifiesto Aberri Eguna 2013
Marzo 27 | 2013 |
Manifiesto

MANIFIESTO ABERRI EGUNA 2013

 

De Melbourne a la Tierra de Fuego. De Durban a Shangai. De norte a sur, de este a oeste del planeta, los vascos instalados en el mundo celebran el domingo el Aberri Eguna, el Día dela Patria Vasca.Será no no nacionalistas, pero para muchos de ellos esa fecha es una cita en el calendario en la que tener presente a Euskadi, un pequeño pueblo que mantiene  sus signos de identidad a través de los siglos adaptándose y superando  los avatares  y obstáculos que han salido a su paso.

 

El Aberri Eguna es el día de la nación vasca. Hoy, reivindicamos el reconocimiento del Pueblo Vasco como tal, formado por Araba, Bizkaia, Nafarroa Beherea, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa, y el derecho que nos asiste a decidir libre y democráticamente nuestro futuro en igualdad de condiciones con el resto de los pueblos y naciones del mundo.    

 

La negación al reconocimiento de nuestros derechos nacionales constituye el origen del conflicto político vasco y el punto de partida a favor del reconocimiento de nuestra identidad colectiva, del sujeto político de pleno derecho y de su libre determinación.     

 

El Día de la Patria Vasca no es una conmemoración contra nadie, ni una exaltación sectaria de enfrentamiento de identidades. Es el reconocimiento de una Nación, la Vasca, que por voluntad democrática  de una parte mayoritaria de sus ciudadanos, pretende encontrar su espacio jurídico-político en libertad.

 

Libertad para desarrollar nuestra identidad colectiva, libertad para decidir sobre el proyecto político con el que queremos abordar el futuro para nuestros/as hijos/as; la libertad para conformar una comunidad abierta, plural y solidaría para todos aquellos que deseen participar en ella sin ningún tipo de exclusión.

 

El proyecto de identidad colectiva al que aspira EAJ-PNV es un proyecto fundamentado en la democracia, en la solidaridad social inspirado en el humanismo europeo, en la recuperación del euskera y la cultura vasca en un diálogo permanente con otras culturas, en una economía avanzada para poder competir en un escenario global.

 

Hoy, queremos reivindicar, la identidad colectiva vasca como factor de desarrollo humano; desarrollo de un futuro en solidaridad frente a un individualismo que desprotege a las personas; desarrollo de una comunidad de valores que apuesta por el bien común, por el crecimiento cultural, social y político. El desarrollo de una comunidad que se proyecta al mundo y crece desde su influencia.    

 

Nuestro proyecto de identidad colectiva, de nación vasca, se contrapone a la de aquellos que desprecian la democracia; a la de aquellos que creen en la imposición; a la de aquellos que utilizan el desaliento social para impulsar un modelo totalitario; a la de aquellos que instrumentalizan las instituciones comunes a favor de un proyecto partidario.

 

En defensa de esa Patria Vasca, generaciones de vascos han sufrido en carne propia opresión, violencia y sufrimiento. Y en el nombre de esa misma Patria Vasca también se ha sometido a una parte de la ciudadanía al horror del terrorismo y la persecución.

Hoy, afortunadamente para este Pueblo, iniciamos un tiempo de paz. Debemos poner cimientos seguros y sólidos para levantar la paz y tejer una nueva convivencia. Es tarea de todos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, representantes del pueblo y agentes sociales. EAJ-PNV lo expresa afirmando que ninguna idea o proyecto político, ni su defensa, ni la denuncia de una injusticia, ni la razón de Estado, es anterior o superior al valor de la dignidad humana. Este principio ético es ya patrimonio del Parlamento Vasco. Es lo que deberemos profundizar a lo largo de estos años, para que el pueblo entero haga suyo el valor de los derechos humanos, el primero de ellos, el derecho a la vida. 

 

Son las personas las que configuran una patria y los derechos básicos de aquellas son los que cimentan la estructura de cualquier entidad, organismo o institución que les agrupe. Por eso, hoy más que nunca, ante le expectativa cierta de poder desarrollar en el presente y en el futuro una convivencia sin violencia, el Partido Nacionalista Vasco se compromete a consolidar y alcanzar una paz duradera para Euskadi. Una paz que alimente las posibilidades de impulsar una nueva Patria Vasca libre y sin más límite que la expresada por la voluntad de su ciudadanía.

 

Una nueva Patria para avanzar juntos. Para ser, cada día menos dependientes y decidir por nosotros mismos cuál  puede y debe ser nuestro porvenir.

 

Para ello nos hemos marcado dos objetivos  concretos en el ámbito político-institucional. Por un lado,  establecer un consenso básico de Paz y Convivencia que abra las puertas a un nuevo tiempo de concordia en Euskadi. Y, en segundo término, abordar una estrategia progresiva e integral para institucionalizar el derecho a decidir de nuestro pueblo. Esta tarea no puede ser liderada exclusivamente por los partidos políticos y por las instituciones vascas; debe ser un proyecto colectivo del conjunto de la sociedad vasca.  

 

Esta gran tarea ha de desarrollarse en contexto de grandes y constantes transformaciones políticas, sociales y económicas; en un contexto global en el que las identidades colectivas viven profundas mutaciones. El futuro de la nación vasca estará sellada por la diversidad  y la complejidad propias de nuestro tiempo. Pero, es a nosotros, a quienes corresponde, decidir sobre nuestro proyecto colectivo de futuro.  

 

Esa es la nueva Patria que proponemos. Más paz, más convivencia, más libertad. Para vivir mejor. 

 

Indudablemente ese proyecto está anclado en Europa,  un proyecto en transición en el que vivimos y con el que seguiremos vinculados. Porque Euskadi es y seguirá siendo tan Europa como Flandes, Escocia o Catalunya. O como lo es Alemania, cuyo proceso de reestructuración, con la incorporación de los territorios de la antigua RDA,  no fue en ningún caso cuestionado ni requerido de nueva integración pese a constituir un Estado distinto al que formalizara en su adhesión inicial ala Unión.

 

Europa es nuestro punto de partida y de llegada.

 

Hoy, más que nunca, es el momento de reivindicar la construcción democrática de la Unión Europea.Euskadi aspira también a tener un reconocimiento en las estructuras políticas y sociales europeas. Un reconocimiento, que debe partir, en primera instancia, de los estados que niegan los derechos nacionales a nuestra nación. Aspiramos a una Europa fuerte y unida en el que todas las naciones tengan la misma legitimidad política en el proceso de construcción de esa unión. El futuro de las soberanías nacionales estará condicionado a múltiples transformaciones sociales, políticas y económicas a nivel mundial y a la voluntad real de todos aquellos que queremos construir esa Unión Europea. Pero, queremos unir el futuro de nuestra soberanía nacional al resto de las soberanías nacionales en igualdad de condiciones; no en inferioridad de condiciones. El futuro de Europa debe estar fundamentado en los principios democráticos de los derechos individuales y colectivos. Ese es el reto dela Unión Europea.         

 

Europa debe ser un punto de encuentro democrático, próspero, socialmente avanzado, en el que la diversidad de culturas  perviva desde el respeto y en el que lo global y lo local se complementen para satisfacer más eficazmente los problemas de la ciudadanía.

 

Ese es el modelo de una nueva patria del Partido Nacionalista Vasco; de la independencia a la interdependencia, de la pujanza económica occidental a la protección social, del liderazgo internacional a la paz, a los derechos humanos y a la convivencia solidaria.

 

Mientras algunos en nuestro país parecen mirar a modelos “alternativos”, embelesados por ensoñaciones revolucionarias caribeñas, el Partido Nacionalista Vasco mantiene firme, pese a los evidentes déficits en su gobernanza política y económica y desajustes existentes en la cohesión dela Unión, su convicción en Europa. No se trata de una convicción  de última hora ni  una toma de postura adoptada al socaire de una determinada coyuntura. Fuimos y somos  europeístas de vocación temprana por entender  que sólo desde la unidad política de los pueblos que componen este viejo continente se podrá afianzar el futuro de nuestras respectivas sociedades. Unión política  que vaya más allá de la mera acción económica o monetaria. Unión política que trascienda también del concepto global de seguridad o de la acción exterior.

 

La Europa que hoy conocemos manifiesta  sensibles imperfecciones.  Pero sigue siendo el espacio que mejor aúna en el Mundo democracia, progreso y solidaridad. Pese a tener tan solo el 7% de la población mundial,  Europa representa el 21% de Producto Interior Bruto del planeta, una cuota del 19,5% del comercio internacional y una participación del 51% de los gastos en cooperación y desarrollo del conjunto de la humanidad. Europa es, por lo tanto pujanza, progreso, competitividad y, también desarrollo humano sostenible, protección social.

 

El proyecto europeo, tal y como lo entiende el Partido Nacionalista Vasco, aunque a un ritmo demasiado lento, va quemando etapas. Al inicial Mercado Común, le siguióla actual Unión Europea cuya viabilidad comienza a ponerse en entredicho por los efectos devastadores de una crisis financiera de larga duración que ha destapado  consecuentemente una crisis de gobernanza a la que, más tarde o más temprano habrá que dar respuesta.

 

Muchos pensamos que para poner fin a la crisis hay que pensar en “más Europa”, una nueva Europa con poderes ampliados y un Gobierno real. “La crisis –dicen- es una oportunidad para hacer grandes cosas, una oportunidad para cambiar el mundo. ¿Por qué, por ejemplo, no va a ser posible que “los europeos” se unan, como hicieron los 13 nuevos Estados americanos en 1787 para celebrar la convención de la que salió su constitución? También entonces los estados se disputaban el poder y el dinero. Pero, después de una larga lucha, lograron constituirse -bajo el lema “Nosotros, el pueblo”- en un Estado federal poderoso y democrático que todavía hoy perdura.

 

Los estadounidenses consagraron “la búsqueda de la felicidad” en la Declaraciónde Independencia. ¿Es tan distinto de aquel el sueño europeo de paz, libertad y prosperidad? ¿Será posible que las palabras “Nosotros, el pueblo”, o “Nosotros, los europeos”, queden grabadas también en la constitución de un Estado federal europeo algún día?

 

Euskadi también  formará parte de ese proyecto. Lo hará en virtud a la voluntad democrática de su ciudadanía expresada libremente. Como nación renovada  capacitada para compartir su experiencia vital con otros pueblos, con otras sociedades dispuestas a respetar y ser respetadas.

 

Ese es el camino que viene transitando el Pueblo Vasco  desde que los vascos tomáramos conciencia de nuestra singularidad nacional. Hemos pretendido encontrar el espacio  en el que una sociedad que se reconoce como Nación pueda desarrollarse plenamente en armonía con las naciones y pueblos que perviven a su alrededor en igualdad de condiciones.

 

A nadie se le escapa  que vivimos tiempos de dificultad, de crisis y de necesidad. Miles y miles de familias se ven sacudidas por las consecuencias de una parálisis económica que ha provocado la mayor recesión de cuantas hayamos conocido en las últimas décadas.

 

Vivimos tiempo de emergencia social, de escasez de recursos públicos para plantar cara a las trágicas consecuencias de paro y desamparo que miles de personas padecen entre nosotros.

 

Ese, y no otro, es y debe seguir siendo el objetivo prioritario del Partido Nacionalista Vasco y de sus representantes públicos en el actual momento. Debemos redoblar nuestro esfuerzo para mitigar primero el sufrimiento y poder salir cuanto antes de esta quiebra sistémica  que amenaza con provocar una involución severa de nuestro estado de bienestar.

 

Sabemos que no hay soluciones mágicas, pero deberemos intentarlo todo para recobrar en pulso. Desde la reactivación interna del consumo y la producción a la internacionalización de  productos y empresas. Desde el ajuste de nuestro nivel de vida  a la utilización de reservas para la estimulación de la actividad y la competencia en un mercado global.

 

Y lo deberemos hacer con responsabilidad. Mirando más allá de los intereses partidarios en beneficio dela colectividad. Fraguando acuerdos políticos y sociales. Acuerdos que garanticen la estabilidad, aunque en su consecución debamos dejar, todos, pelos en la gatera

 

El Partido Nacionalista Vasco es muy consciente de su liderazgo y de su representación en los ámbitos institucionales. Y porque somos conscientes de ello no nos temblará el pulso a la hora de buscar y cerrar acuerdos, alianzas y apoyos que hagan más sencillo una acción conjunta frente ala crisis. Buscaremos el mínimo común denominador entre fuerzas políticas, económicas y sociales para conseguir, frente al desánimo y la adversidad que hoy nos invade, salir de la crisis económica.

 

Apelamos, en dicho sentido, al resto de agentes políticos y sociales para que, en la misma sintonía, ejerzan también su responsabilidad. Estamos en momentos de emergencia nacional y nadie entendería que, mientras las familias, las empresas, las personas resisten,  nos empeñemos en exhibir nuestras diferencias en lugar de arrimar el hombro.  

 

Abordamos por lo tanto este Aberri Eguna 2013 apremiados por lo urgente. Pero tampoco olvidamos los desafíos que inexorablemente llegarán como consecuencia del nuevo tiempo y de la nueva patria en construcción que tenemos por delante.

 

Nuestra confianza está en los vascos y las vascas. En este Pueblo que, aún en los momentos más difíciles,  es capaz de mantener en pie a un país fuerte, que se resiente con los graves problemas que asolan el mundo occidental, pero que también superará esta fuerte tormenta y recobrará todo su potencial, como lo ha hecho en el pasado ante adversidades aun mas duras. Somos un Pueblo que a lo largo de su milenaria historia ha desarrollado una capacidad de supervivencia gracias a saber adaptarse a tan cambiantes condiciones. Desgraciadamente, muchos pueblos han desaparecido y solo sabemos de ellos por los libros de historia. Nosotros seguimos vivos y estamos escribiendo nuestra propia historia.

 

Convivencia, paz, libertad, Europa, recuperación económica, cohesión social, acuerdo, son los conceptos básicos que el Partido Nacionalista Vasco quiere dejar constancia en este Aberri Eguna 2013. Ellos forman parte de nuestro compromiso con Euskadi. Nuestro compromiso con todas las personas que aquí viven.

 

Gora Euskadi Askatuta!!

 

Bilbao, 31 de Marzo de 2013

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