La genial frase acuñada por Asterix y Obelix adquiere estos días rabiosa actualidad en Vitoria-Gasteiz. Los legendarios galos que vivían en armonía con la naturaleza utilizaban la expresión de “están locos estos romanos” cuando observaban el errático comportamiento de unos pretorianos muy “urbanitas” que llegaban con la intención de “civilizarlos” en nombre del imperio.
Aquellos “aldeanos” no entendían absolutamente nada de lo que consideraban sinsentidos carentes de toda lógica y, a la vez que pronunciaban la lapidaria frase, acercaban el dedo índice a la sien dibujando círculos en el aire, como metáfora del desajuste del mecanismo cerebral de los invasores del imperio.
Esta semana, después de la presentación del Presupuesto municipal y en plena indigestión de las partidas económicas, cifras y sobre todo recortes al por mayor, me ha venido a la cabeza la imagen de Asterix y Obelix (en representación de nuestros vecinos de la Zona Rural del municipio) observando a los romanos (sus vecinos de la capital) con cara de alucinados y sin dar crédito a lo que estaban viendo.
De manera simultánea, el Partido Popular ha informado de la necesidad de ajustes presupuestarios debidos a la crisis económica y ha eliminado partidas imprescindibles para la supervivencia de la Asociación de Concejos ACOVI. Con la misma excusa y de la misma tacada, el alcalde ha cercenado partidas presupuestarias de inversión en los pueblos del municipio.
Hasta aquí parece que todo guarda una aparente coherencia: hay crisis, luego hay recortes. La incoherencia de esta historia toma forma por la acumulación de despropósitos presupuestarios. No hay dinero para nuestros pueblos -63 núcleos rurales que configuran nuestro privilegiado paisaje- a pesar de ser en gran medida los responsables de la buena salud de nuestro entorno natural que a lo largo de los siglos (incluso antes de la fundación de Vitoria) han venido cuidando y gestionando y que nos convierte en el municipio más agrícola de Euskadi.
Sin embargo, sí hay dinero para planes faraónicos como la reconversión de la zona industrial de Betoño para transformarla en un “polo tecnológico” y el “anillo verde interior”. Proyecto este último que, aparte de costar un pastizal, pretende recuperar el cauce de un río que no pasaba por allí, alimentado con un caudal de agua que no existe en la época de estiaje y que habrá que sustituir por un bombeo que recircule el agua, y que pretende imitar un paisaje de ribera mediante jardinería naturalizada. Todo ello con el objetivo de acercar la naturaleza a la ciudad para que los gasteiztarras puedan disfrutar del green sin quitarse los tacones ni la ropa de domingo.
Por eso, nuestros Asterix y Obelix que viven en un entorno natural donde hay ríos de verdad, árboles de verdad, bosques de verdad y fauna y flora silvestre de verdad ponen cara de haba, ojos como platos y, pensando en el alcalde Maroto y su equipo “Ppopular”, exclaman aquello de “¡ESTÁN LOCOS ESTOS ROMANOS¡”.
