Mikel Burzako Samper

Mikel Burzako Samper es desde febrero de 2016 el burukide del Euzkadi Buru Batzar responsable del Área de Relaciones Internacionales. Nacido en Bilbao el 17 de diciembre de 1969 y residente en Donostia, fue su amama Agirre quien le introdujo el ‘gusanillo’ de la política. Burzako afirma que es precisamente su amama una de las personas que más ha influido en su vida. Ella fue quien, desde su ardua labor como militante jeltzale, hizo que Mikel, siendo muy joven, no tuviera duda a la hora de embarcarse en el ambicioso proyecto del Gobierno Vasco consistente en abrir las primeras delegaciones modernas. Chile fue su destino. Allí coincidió con el que ha sido, “desde siempre”, su referente político: Andoni Ortuzar, hoy presidente del EBB. “Además de compañero, es un gran amigo”, afirma Mikel sin rubor. Con Ortuzar ha vivido Burzako momentos muy duros, como aquel en el que tuvieron que gestionar la repatriación de los cadáveres de dos montañeros vascos que murieron en Torres del Paine. O el caso de una joven vasca que fue secuestrada en Perú. Pero también conocieron alegrías y logros. “Recuerdo con especial orgullo cuando conseguimos traer a Euskadi al entonces presidente de Chile, Eduardo Frei, para promover relaciones económicas y empresariales entre ambos países. En aquella época, los jefes de Estado no visitaban comunidades autónomas. Aquello fue un hito para Euskadi”, recuerda con orgullo. Experiencias, todas ellas, que le han marcado, como reconoce.

Su trayectoria de servicio público está muy vinculada al Gobierno Vasco. En 2000 fue nombrado Director de Cooperación al Desarrollo, dentro del Ejecutivo del Lehendakari Ibarretxe. Posteriormente fue designado Director de Relaciones Exteriores, responsabilidad desde la que contribuyó a poner en marcha las delegaciones de Euskadi en EE.UU., México, Chile y Argentina. En la primera legislatura del Lehendakari Urkullu, Burzako desempeñó el cargo de Director de Coordinación en Lehendakaritza, responsabilizándose del programa de gobierno y de la planificación general del Ejecutivo. En la actualidad es asesor en Estudios y Análisis del Sector Público del Departamento de Hacienda y Economía.

Viajador incansable, Burzako ha vivido por diferentes circunstancias en Chile (durante siete años), la India, Estados Unidos, México, Brasil… y, aunque es oriundo de Leioa, ha acabado por afincarse en Donostia, donde comparte proyecto vital con una gallega, Fabi. Se conocieron en Galicia y hace 9 años decidieron establecerse en la capital guipuzcoana. Donostia es ahora el campo base desde el que Mikel emprende sus salidas al monte, esas que le equilibran y le permiten desconectar. “El monte y el contacto con la naturaleza me proporcionan el equilibrio mental necesario para poder compaginar el trabajo con la vida privada. Mi mujer trabaja muchos fines de semana, por lo que suelo aprovechar sábados y domingos para hacer rutas de 4 o 5 horas por la zona de Otzaurte, en Gipuzkoa, o la de Arano, en Nafarroa”, afirma. De Donostia, Burzako destaca que es una ciudad “preciosa” que “ofrece un estupendo ambiente deportivo. Es increíble la cantidad de gente, y de todas las edades, que practica deporte. Se vive un ambiente muy sano”, destaca.

Lector empedernido, Burzako recomienda diferentes títulos: ‘Elkarrekin esnatzeko ordua’ de Kirmen Uribe; ‘El arpa de hierba’, de Truman Capote (su escritor favorito); y cualquiera de Haruki Murakami. También hay en su biblioteca un estante para los clásicos, sobre todo los rusos Fiódor Dostoyevski y Antón Chéjov. Milan Kundera o Sándor Márai son otros autores de referencia.

En el panorama musical se declara “hijo de los grupos británicos de los 80”. Le gustan ‘Lloyd Cole&The Commotions’, ‘The Smiths’, ‘The Cure’… aunque su número uno es Bob Dylan. Entre los de casa destaca a Kepa Junkera y Mikel Urdangarin. En cuanto a películas, confiesa que ha visto ‘La misión’ “muchas veces, y me sigue emocionando”. Le va el cine antiguo. Su referencia ha sido siempre la cinematografía italiana. “Me apena que Italia haya perdido ese espacio referencial en el mundo del cine. Allí se hacían unas películas diferentes, con un toque más emocional, más sensible. A día de hoy creo que el mejor cine es el iraní. Hubo una referencia, que fue Abbas Kiarostami, y a partir de él brotó un grupo de gente mucho más joven. Se puede decir que hoy el mejor cine que se hace en el mundo, y que además está ocupando espacio en Europa, es el de Irán, y con diferencia”, opina.

No es de redes sociales. Entiende que son muy importantes, pero a él le va más pensar en estrategias a medio y largo plazo, “y eso, si estás absorbido por la inmediatez del momento que exigen las redes sociales, no lo puedes hacer bien”, se defiende.