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1997ko irailaren 30a                                                                    47. alea

SUMARIO

- Debate de Política General. Parlamento Vasco. 26/9/97. Intervención del    Lehendakari. Conclusiones.

- Alderdi Eguna 97. Asier Aranbarriren (EGI) agerraldiaren laburpena.

 

 

DEBATE DE POLÍTICA GENERAL

INTERVENCIÓN DEL LEHENDAKARI

  He insistido, a lo largo de mi intervención, en los notables avances que ha hecho nuestro país en los últimos años, así como en la eficacia gubernamental en esta última legislatura. Con ello, he pretendido algo más que desempeñar el papel que me corresponde como Lehendakari del Gobierno. He querido expresarles, con sincera convicción, lo que ha sido mi experiencia a lo largo de estos últimos trece años. Porque creo sinceramente que la euskadi de hoy es una Euskadi mejor que la de entonces y, sobre todo, una Euskadi que puede encarar el futuro con más confianza en sí misma y con mejores expectativas de éxito que en aquellos momentos.

  Pero este convencimiento no me impide reconocer los serios problemas que todavía tenemos planteados y los grandes retos que tendremos que superar en el futuro.  Ahí están, como he dicho, los problemas del desempleo y del terrorismo, los que más duramente azotan, sin duda, cada uno a su modo, a los miembros individuales de esta sociedad y a toda ella en su conjunto.  Ahí están también, en un orden más manejable y menos dramático, los problemas derivados de nuestra aún deficiente vertebración territorial o los conflictos que pueden surgir en razón de nuestras concepciones, tan alejadas todavía, sobre lo que somos y sobre lo que queremos ser como pueblo o como nación, sobre nuestro encaje deseable en el concierto de los otros Pueblos del Estado y de Europa.

  Casi todos ellos, más que problemas, que demandan soluciones definitivas, son conflictos, que sólo admiten arreglos progresivos y siempre perfeccionables. Y, como tales arreglos, requieren de nosotros y de todas las partes implicadas unos talantes y unas actitudes que tengan muy en cuenta la realidad en que vivimos.

  Esta realidad en que vivimos tiene, a mi entender, tres componentes, tres puntos cardinales, que nos deben servir a todos de referentes ineludibles a la hora de orientar nuestra actuación.

  Está, en primer lugar, el hecho incuestionable de que la sociedad vasca es una sociedad diferenciada. Está, luego, el hecho de que la sociedad vasca es una sociedad internamente plural.  Y está, finalmente, el hecho de que la sociedad vasca forma parte de ese mundo en construcción que se llama la Unión Europea.

  Estos tres hechos han de servirnos de referentes a todos, tanto a nosotros, los vascos, como a aquellos con los que más directamente nos relacionamos.  Pero cada uno de ellos dirige su exigencia de manera más particular a uno u otro de nosotros.

  Así, el carácter diferenciado de la sociedad vasca es una llamada especialmente  dirigida a quienes tienen la responsabilidad de negociar y pactar con nosotros, los vascos, el modelo de autogobierno que nuestra diferenciación o singularidad demanda, es decir, a la responsabilidad de los poderes competentes del Estado.  No cabe abordar nuestro autogobierno olvidándose o marginando esa diferenciación.  No cabe hacerlo, por tanto, desde concepciones o prejuicios políticos que se basen y fijen su objetivo último en una organización homogénea y simétrica del Estado.  Sería un fraude a la realidad.  No se hizo así a la hora de aprobar la Constitución y el Estatuto de Gernika, y no debe hacerse tampoco así a la hora de desarrollarlos y de afrontar el futuro del autogobierno de nuestra sociedad.

  El carácter plural de nuestra sociedad, por su parte, nos dirige su llamada, muy particularmente, a nosotros, los vascos.  Nos impone la responsabilidad de pactar con nosotros mismos, de aceptar al otro que hay en nosotros como parte de nuestra propia realidad, de asumir la legitimidad de su proyecto y la necesidad de compaginarlo con el nuestro, de vivir, en suma, la pluralidad como fuente de enriquecimiento mutuo y no como hipoteca que lastra la posibilidad de hacer realidad la particular visión de cada uno.  El diálogo, la negociación y el acuerdo entre vascos es la exigencia que nos impone la necesidad de tener que convivir en una sociedad tan plural como la nuestra.

  Nuestra inserción en una Europa en proceso de construcción constituye, finalmente, una llamada dirigida a todos los agentes que intervenimos en ella.  Es una llamada a que todos, los vascos, los poderes del Estado y los responsables europeos, vayamos abandonando conceptos y estructuras políticas que, si bien han rendido su servicio en épocas pasadas, se han hecho ya caducos y se han convertido hoy en obstáculos del proceso de unificación.  Es, por tanto, una llamada a revisar el pasado, a innovar el presente y a ganar el futuro.  Los conceptos y las realidades del Estado, de la nación, del Estado-nación, de la soberanía, de la independencia, de las fronteras, de la cooperación, de la identidad, de la pertenencia común, etc. deben ser radicalmente repensados y adaptados.  Lo cual exige de todos, como es obvio, un talante de extrema flexibilidad mental y política.

  Esta triple condición -de diferenciación, de pluralidad y de inserción en entornos más amplios y cambiantes- constituye, como he dicho, la referencia inexcusable, los tres puntos cardinales, que han de orientar nuestra actuación hacia el futuro.  Así lo ha sido para mí en mis trece años como máximo responsable institucional de esta Comunidad.  Pero es ésta una tarea siempre inacabada.

  Si alguna recomendación me permite hacer mi experiencia, esa es precisamente la de que nunca nos desviemos de esos tres referentes cardinales, la de que nunca actuemos como si esa triple condición nuestra no existiera.  Porque, si logramos mantener todos ese difícil y delicado equilibrio, Euskadi podrá ser lo que sus ciudadanos y ciudadanas quieran realmente que sea.  Y esto es, creo yo, el máximo al que podemos y debemos aspirar.

  Esta reflexión vale, naturalmente, para todos.  Tanto los poderes del Estado como los miembros y las instituciones de Euskadi tenemos que ser escrupulosos en el respeto de esta triple condición de nuestra sociedad, que equivale, en el fondo, al respeto de la voluntad popular libre y legítimamente expresada.

  Pero, sí para alguien vale en especial, es para quienes se empeñan en interpretar nuestra diferenciación como incompatibilidad, en ignorar nuestra propia pluralidad para imponer su proyecto particular, y en no atender a los cambios que introduce en las estructuras políticas el proceso abierto de una Europa en construcción. Porque, si no se obcecaran en ese empeño erróneo e imposible, pronto nos veríamos libres de su efecto más doloroso y destructivo: el terrorismo, y podríamos iniciar un diálogo productivo en orden. a la construcción conjunta de este País.

 

   

ALDERDI EGUNA ´97.

Asier Aranbarriren hitzaldiaren laburpena

 

  20 urte bidea eginez dio Alderdiaren aurtengo lemak. Eta egia da. 20 urte pasa dira Aralarko lehenengo Alderdi Egun hartatik.

  Baina, 20 urte pasa dira eta gurekin batera Euskadi ere asko aldatu da.  Orduko Euskadi ez da gaurko Euskadi.

  Gauza asko egin dira baina beste asko daude egiteko. Balantze baten ordua izan daiteke, baina hau ondorengo hizlarientzat utziko dut. Esperientziak hitz egin dezala iraganaz, eta, guk, Eusko Gaztedik etorkizunaz hitz egingo dugu.

  Eta zer esan etorkizunaz ?

  Informazio eta ekonomiaren mundializazioaren ondorioz, aldaketak izugarriak dira. Internet sistema izan daiteke aldaketa honen adibiderik nagusiena. Denbora eta espazioaren kontzeptuak guztiz erlatibizatu dira.

  Estatu-nazioak eroriko dira, eta beste errealitate politiko batzuk izango dira protagonista nagusi. Zenbait autorek estatu-erregio bezala ezagutu dituzten errealitateak. Hauek izango dira XXI mendeko estatu-nazioak.

  Eta Euskal Herria hauetako bat izan daiteke. Baldintza ezin hobeak betetzen ditugu. Kokagune geografiko ona, azpiegitura onak, teknologia leiakorra...

  Baina baldintzak betetzea beharrezkoa bada ere, ez da nahikoa. Baldintza aukera da baina egikaritu egin behar da. Laranjari zukua ateratzeko gai izan behar gara.

  Beste hitz batzutan esanda,  Euskadi askatzear egon daiteke baina ez dago askatuta. Oraindik pausu garrantzitsuak falta dira emateko. Eta pausu hauek gutako bakoitzak eman behar ditugu.

  Kontzeptuak erlatibizaten dira. Mezuak egokitzen dira. Pertsona eta estrategiak aldatzen dira, baina batzen gaituen helburuak, Euskadiren askatasunak, hor jarraitu behar du.

  Eta honetarako bide bat ezarri beharra daukagu. Eta Eusko Gazteditik, ezarri dugu bidea. Burujabetasun Egitasmoa. Gizarte anitz batentzako Burujabetasun Egitasmoa. Hau da gure bidea. Hau da gure erronka.

  Hiru dira nire ustez, Burujabetasun Egitasmo hau posibilitatzen duten gako edo klabeak. Adorea, Batasuna eta Sinesgarritasuna.

  Berauen aurrean hiru dira ere Burujabetasun Egitasmo hau oztopatzen duten arriskuak. Epelkeria, Bakoitzkeria eta Ustelkeria.

Lehenik,

  Adorea eta honen aurrean epelkeria.

  Politika zerbait bada, erabakiak hartzea da, eta erabaki oro hartzeak dakar berekin arrisku bat. Ez dago arriskurik gabeko erabakirik. Eta hau gutako bakoitzak ondo daki. Enpresa mailan inbertsiorik gabe etekinik ez dagoen bezala, politikan ere ez dago emaitzik erabakirik gabe.

  Eta lortu beharreko emaitza zenbat eta handiagoa izan, orduan eta pauso ausartagoa eman behar da, eta ondorioz orduan eta arrisku handiagoa jasan behar da.

  Hau, besteak beste, guztiz aplikagarria zaio, administrazioaren erreformari, pakebideari eta ondorioz baita ere, Euskadiren askatasunari. Horrela arriskurik gabe, ez dago ez administrazio eraginkorrik, ez pakerik eta ondorioz ez askatasunik ere.

  Eta ez dut esan nahi jarrera temerarioetan erori behar garenik. Ezta gutxiagorik ere. Bai ordea, hain tentagarri diren epelkeri eta erosotasunak albora utzi behar ditugula.

Bigarrenik,

  Batasuna eta honen aurrean bakoitzkeria (edo bakoitzak bere botere esparrua mantenu nahia).

  Alderdi bezala 20 urte pasa ditugu erakundeetan. Emaitza onak lortu ditugu. Positiboa izan da herriarentzat. Euskadi egituratuz doa. Baina badugu arrisku bat. Instituzionalizatzearen arriskua. Nerbioa galtzearen arriskua alegia.

  Hau epelkeri edo erosotasunarekin lotua dago noski baina badu bere lotura beste arrisku batekin ere. Bakoitzkeria edo bakoitzak bere botere gunea mantentzeko nahiarekin.

  Azken bolada honetan beldur nahiz probintzialismo gehiegitxo ez ote dagoen gure artean. Lurralde arteko tira-bira gehiegi. Aberri proiektuetaz hitz egin beharrean lurralde proiektuetaz hitz egiten da. Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa eta Zuberoa dira gure  Lurraldeak, baina Euskadi da gure Aberria.  Ez dezagun beraz, gure aberri ikuspegia galdu.  Zazpiak bat.

Hirugarrenik,

  Sinesgarritasuna eta honen aurrean ustelkeria.

  Badugu inor libratzen ez den beste gaitz bat ere. Ustelkeria. Korrupzio zikina. Gizabanakoari atxikia doa gaitz hau eta ondorioz ez da politiko eta alderdi politikoen gaitza bakarrik. Baina gurea ere bada.

  Horrela Alderdiaren itzala aprobetxatuz, interes amankomunari  begiratu gabe, interes partikularra asetu nahian oportunista bat baino gehiago izan dezakegu gure artean. Garbi izan behar dugu. Mota honetako jarrerak zenbat eta lehenago moztu hobe, horrelakoetan gero beti baita berandu. Baserritarrek ondo dakiten bezala, belar txarrari hasten uzten bazaio uzta guztia galtzen baita.

  Honekin batera ez dugu ahaztu behar, Alderdiak zerbaitetarako aukeratzen gaituenean, Alderdiaren ordezkari garela eta une horretan gure izena Alderdiaren izena dela. Jokatu dezagun beraz Alderdiarekiko leialtasunez. Bestelakoan asko dira eta huts egiten diogun pertsonak eta.

  Gure mezua sinesgarria izatea nahi badugu, zintzotasun eta garbitasunez jokatu beharra daukagu, ez daukagu beste erremediorik.

  Funtsezkoa da baita ere, gure mezua zabaltzailea eta egituratzailea izatea.

  Batetik, Zabaltzailea, euskal gizartea anitza delako, eta aniztasun hori aberatsa delako. Burujabetasun Egitasmoak aurrera egingo badu, aniztasun honen islada izan behar duelarik.

  Bestetik, Egituratzailea, Burujabetasun Egitasmoaren funtsak euskal gizartearen egituratzea edo artikulatzea izan behar duelako.

  Burujabetasun Egitasmoak ez du EGI eta EAJ-PNVren Burujabetasun Egitasmoa izan behar, euskal gizartearen egitasmoa izan behar du.

  Datozen urteak batera egiteko gai izan behar dugu. Ez da hain zaila.  Guk egiten dugu zaila. Ondorioz guk erraztu dezakegu. Ez dezagun ahaztu azken helburua Euskadiren askatasuna dela. Beraz helburua berdina bada, ez dezagun tresnek berau estal dezaten utzi.