GAUR, eta atrebentzia handia bada ere, Euskeraren gainean idatzi nahi dut baina erderaz. Atrebentziaren arrazoi bakarra nire hausnarketa txiki hau gurean arduradun bai baina euskaldun ez direnei helaraztea da.
Ya sé que esta es época de descanso y de cambio de actividad y no he podido evitar una reflexión sobre lo que hoy, como ayer, además de ser para mi un compromiso personal e ineludible, se ha convertido coyunturalmente en una gran responsabilidad: el euskera.
No he podido evitar la reflexión, sobre todo tras oír las palabras del lehendakari Lopez desde Boise reivindicando el "ser" vasco, la personalidad propia, pero "con otro acento". Es la ausencia en su discurso del "otro acento" quien otorga, a mi modo de ver, la medida visible sobre la importancia de las lenguas, de su preservación, de su fomento y de la imprescindible obligación política de todos y todas para desarrollarlas saludablemente y priorizar.
Desde la responsabilidad que me reconozco, veo un día si y otro también por parte de quienes gobiernan nuestra comunidad o les coadyuvan, mensajes de que el impulsar el Euskera es poco menos que una imposición que acompañados de actitudes de poca preocupación y ocupación hacia el mismo, desembocan en un constante y peligroso recorte de obligaciones. La sordera ante las reivindicaciones, el constante minusvalorar los derechos de quienes quieren vivir y comunicarse en euskera, tratando de imponer lo global como lo importante, me produce una enorme tristeza e impotencia de quien se sabe gobernada por quien ni conoce ni quiere conocer el sentir de una gran parte de su ciudadanía.
Pero todavía nos queda el compromiso, el compromiso de desarrollar una política activa en aras a conseguir una sociedad euskaldun y multilingüe, con conocimiento y conciencia de sus raíces, intentando preservar los vínculos que nos unan a ellas y por ende a la tierra, pero con amplia visión global, compartiendo, e incluso con pragmatismo.
David Crystal, reconocido sociolingüista, dice que el bilingüismo perfecto es aquel en el que las lenguas no compiten entre ellas. Para que no compitan, la mejor manera de evitarlo es posibilitar el conocimiento y prestigio de las mismas.
Y es el Gobierno vasco quien tiene la obligación de hacer que sea posible, y posibilitarlo a través de iniciativas políticas que conlleven junto a recursos económicos, verdaderos compromisos, incluso personales, que muestren acciones que se transformen en mensajes que todos y todas reconozcamos decisivos y que nos den una visión de su verdadera actitud hacia el euskera.
Valga como ejemplo lo redactado en un viejo ejemplar de Euzko Deya, revista editada en Mexiko DF en abril-mayo de 1960 con motivo de un monográfico dedicado a la memoria del lehendakari José Antonio Aguirre. "Igande baten Kortezubiko Batzoki berriaren askuntzra bialdu gendubezan biyok, emakume bategaz. Gure Joseba Andoni Alduna euzkera utz-utzez mintzatu zan Kortezubi urian. Eta andik aurrera horrela mintzatuko zan nigaz beti.
Hori zan maitasun aundiyenagaz artun ebalako Aberria´ren izkuntza ikasteko asmoa, eta ogeta zazpi urte euzala Euzkeraz tautik be jakin ez arren, gaur egunian geu bezala mintzatzen zan. Ona emen irakurle, gure Lendakari andiak izan zun onura gorenguena. Euzkaraz ikastea."
Un ejemplo sin duda y un mensaje del compromiso con su país, compromiso que ha sido mantenido por todos los que hasta ahora le han seguido en el cargo. Y de ahí nuestra exigencia al Gobierno vasco de mayor implicación y esfuerzo y, sobre todo, al lehendakari para que la cadena no se rompa ya que un lehendakari de Euskadi tiene el deber de entender lo que dice su ciudadanía en todos sus acentos.
Por eso y aprovechando la oportunidad del viaje realizado por el Señor López a Boise y sintiéndole emocionado por la experiencia y segura de que allí ha podido comprobar que el euskera es una forma de ver y vivir "en otro acento", que el euskera aún haciéndose global sigue significando País, que el euskera además de comunicación es innovación, progreso y cultura, que el euskera no separa sino que une y cohesiona y al haber comprobado cuánto tiene de sentimiento, recuerde al llegar aquí, que somos muchos los que vivimos, sentimos y nos esforzamos por "ese acento", pero lehendakari jauna, la responsabilidad es suya, y por tanto, suyo debe ser el esfuerzo.