Iñigo Urkullu
06Uztaila
2010
06 |
EBBren agiriak

AGIRREK UTZI DIGUNA-EL LEGADO DE AGUIRRE

Iñigo Urkullu
Uztaila 06 | 2010 |
EBBren agiriak

Cursos de Verano de EHU-UPV

Arratsaldeon denoi.  Buenas tardes a todas-todos.

Este Curso, a cuyos organizadores y patrocinadores agradezco sinceramente esta invitación, se formula bajo la pregunta "¿Quién hace la historia?". La respuesta es sencilla: "Aguirre hace historia".

Repasar la vida y la biografía de José Antonio Aguirre es repasar la historia del siglo XX. Es, además, certificar que Aguirre fue un líder político de su tiempo, un estadista con dimensión internacional. Y con "peso" internacional. Tenía entrada en  las Naciones Unidas o en el Departamento de Estado de los Estados Unidos. En la sede de la Delegación del Gobierno vasco en París -comprada por el PNV gracias a donaciones de exiliados, incautada durante la Guerra Mundial por los nazis, devuelta en 1945  y "entregada" a Franco por el Gobierno francés en 1950 (realpolitik)-  se crearon los Nuevos Equipos Internacionales, el germen de la Democracia Europea.

Y la prueba es la vigencia de su legado. Este es el contenido en el que he centrado esta comunicación de hoy.

En cualquier caso, quiero comenzar por subrayar una imagen que me ha acompañado en  todo momento al documentar y preparar esta intervención. Es la imagen de un José Antonio Aguirre joven. Fue un político joven, un líder joven, y creo que su legado mantiene hoy la frescura de esa juventud.

Aguirre adquirió responsabilidades políticas e institucionales desde muy temprana edad. Podemos decir que Aguirre fue siempre joven, su hiperactividad, su presencia a lo largo y ancho del mundo, su don de gentes y capacidad de representación, responden a la vitalidad de la juventud. Y pienso que, de alguna forma, esto explica también que fuera un "adelantado" a su tiempo. Todavía hoy,  cincuenta años después de su muerte, sorprende comprobar la vigencia del camino que trazó durante una vida de compromiso. Una vida que se truncó también demasiado pronto y que dejó un gran vacío.

Esta conferencia resume lo que considero que es el legado de Aguirre hoy. Un legado que agrupo en torno a diez ámbitos, en los que como se comprobará Aguirre tuvo un gran protagonismo. Y en los que, además, encontramos ideas y referencias de plena actualidad.

 

Este es el legado de José Antonio Aguirre:

1.- El legado político

José Antonio Aguirre fue, en primer lugar, un militante político, afiliado desde muy joven al Partido Nacionalista Vasco.

Toda su trayectoria política está vinculada a la causa vasca, a la construcción política de la nación vasca. Aguirre simboliza el espíritu "jeltzale", "Jaungoikoa eta Lege zaharra"-

Su ideario está basado en el estudio y el profundo conocimiento de la historia de Euskadi. Aguirre edificó su acción política sobre esta base: "los fueros de los territorios históricos son las constituciones vascas". Sobre esta base afirmó el camino de la institucionalización de Euskadi, a través de su lucha por el Concierto Económico, por el Estatuto y, finalmente, por la constitución del primer Gobierno Vasco que presidió como primer Lehendakari.

Aguirre está reconocido como el político vasco más importante e influyente del siglo XX. Es innegable que abrió el camino de la institucionalización de Euskadi, una senda  por la que hoy  seguimos caminando.

Quiero culminar este capítulo del legado político, con las palabras de Aguirre en una intervención ante el Parlamento español en 1934: "Miradnos a través de nuestra alma, comprendednos, respetadnos, dejadnos que nos gobernemos libremente, que ya tenemos mayoría de edad".

Una frase que tiene plena vigencia política hoy en día.

2.- El legado académico

Aguirre se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto. Y ejerció como joven abogado con despacho en la calle Iturribide de Bilbao.

Fue también consejero de la editorial Euzko Pizkundia, editora del diario Euzkadi.

Él mismo llegó a ser profesor en la Universidad de Columbia en Nueva York, donde comenzó a escribir el libro "De Guernica a Nueva York pasando por Berlín".

El legado académico de Aguirre se recoge en su obra.

Además del libro ya citado, publicó "Entre la libertad y la revolución", sus "Diarios", recientemente editados, y una "Historia de Euskadi" que dejó inacabada a su muerte.

Aguirre apostó siempre por la formación y la educación como base del desarrollo humano. Y sintió un gran respeto por el trabajo intelectual y universitario.

3.- El legado institucional

José Antonio Aguirre ha pasado a la historia como primer Lehendakari de Euskadi, pero lo cierto es que desde muy joven asumió gran número de responsabilidades institucionales.

Con sólo 27 años fue elegido Alcalde de Getxo, logrando quince de los veintiún concejales del municipio. En abril de 1931 cuando se proclamó la República, tomó la iniciativa de proclamar la "República vasca vinculada en federación con la República española".

Ese mismo año lideró la Asamblea de Ayuntamientos vascos que se celebró en Estella, aprobando el proyecto de primer Estatuto de Autonomía para Euskadi, que había sido presentado por Eusko Ikaskuntza. Aguirre calificó  el Estatuto de Estella como "texto extraordinario de redacción y contenido".

Aguirre fue elegido también Diputado a Cortes en Madrid. Y, como diputado más joven, ejerció como secretario del grupo "Minoría vasco-navarra".

Participó activamente  y se posicionó con claridad en defensa de la democracia y la legalidad  de la República, ante la "sublevación  militar fascista del 36".

Pero lo más destacado en el ámbito institucional es que José Antonio Aguirre fue nombrado primer Lehendakari de Euskadi el día 7 de octubre de 1936.

Aguirre dio comienzo al proceso de institucionalización y de autogobierno de Euskadi.

Una frase resume bien su ideario y su legado: "errijak ez dira egiten egun batean", el pueblo no se construye en un día.

Una frase que considero que tiene también hoy plena actualidad.

4.- El legado internacional

José Antonio Aguirre fue un "hombre de Estado" y adquirió una gran proyección internacional.

Ya en 1935 había participado en el Congreso de las Nacionalidades Europeas celebrado en Ginebra.

Asumió la responsabilidad de liderar el Gobierno vasco durante la Guerra Civil y el exilio. Tomó posesión del cargo de Lehendakari en Gernika, pero en 1937 tuvo que trasladar la sede del Gobierno a Barcelona. Dos años después partiría al exilio acompañando al presidente catalán Lluís Companys, e instalando la sede del Gobierno Vasco en París.

Aguirre fundó las Delegaciones Vascas en el extranjero. Tenía muy claro que el futuro de Euskadi, el político, el cultural  y también el económico no solo se jugaba en Euskadi, sino en el concierto internacional. En 1937 el diseño de la política exterior impulsada por el Lehendakari incluía 40 delegaciones y embajadas con un estatus "semidiplomático".

Aguirre recorrió todos los países de Europa y América defendiendo tanto la causa de la democracia como la causa vasca. Impulsó la creación de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos. Una entidad participada por personalidades del mundo de la cultura, la política y la sociedad, que tenía como misión defender la imagen de Euskadi en el mundo.

Apostó decididamente por las fuerzas aliadas y por la democracia cuando el fascismo dominaba Europa. Y cuando el eje Alemania-Italia-España ofreció  un acuerdo de colaboración, lo rechazó tajantemente.

Junto al proyecto de las Delegaciones y de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, el otro gran pilar de la política exterior del Gobierno vasco en el exilio fue el Servicio Vasco de Información.  Para finales  de 1939 este Servicio estaba ya plenamente en funcionamiento, dirigido por José María Lasarte. Los "servicios secretos" vascos siguieron funcionando hasta poco antes de la muerte de José Antonio Aguirre en 1960, pero la mayor parte de sus actividades de este periodo todavía permanecen sin investigar.

Lo relevante es que Aguirre puso a todos los vascos del mundo al servicio de las tropas aliadas en labores de información, oponiéndose a quienes incluso desde dentro del propio Gobierno vasco pedían, de forma previa, contrapartidas firmadas de reconocimiento de un Estado vasco. Aguirre antepuso, por lo tanto, la lucha por la democracia y la libertad. Éste es su legado.

5.- El legado humano

Hay una frase que sintetiza el legado humano de Aguirre: "el hombre es el centro alrededor del cual debe de girar todo". Repetía siempre que "el valor es la persona" y toda su actividad estuvo siempre orientada a las personas, a garantizar su bienestar, dignidad y libertad.

Aguirre fue un hombre de familia. Un hombre carismático con un gran sentido del humor. Le gustaba disfrazarse y gastar bromas en familia.

Fue además un gran deportista. Jugó en el Athletic de Bilbao y fue pelotari.

Practicaba un optimismo arrebatador. En palabras de Indalecio Prieto, "la fuerza mágica de Aguirre era su inquebrantable optimismo".

Su humanismo practicante alcanzó su máxima expresión durante la Guerra, lo que le llevó a volcarse en la asistencia a los refugiados y exiliados. Labor que coordinó personalmente tanto a través de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos como de los propios servicios del Gobierno Vasco.

6.- El legado empresarial

Aunque menos conocida, la gestión empresarial es también una faceta importante en la primera juventud de Aguirre.

Implantó nuevos modelos de gestión, revolucionarios para la época, en la empresa familiar "Chocolates Bilbaínos".

Siempre desatacó por su gran capacidad de organización y por su facilidad para integrar a los equipos de trabajo en pos de un objetivo común.

Siendo diputado presentó una propuesta en el Parlamento español en la que solicitaba la implantación del salario familiar, así como la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas. Fue, sin duda, un adelantado a su época.

7.- El legado ideológico

Para Aguirre la política era una actividad al servicio de las personas, y así orientó su militancia nacionalista en EAJ-PNV.

Participó en la puesta en marcha de la Democracia-cristiana europea. Dotó a la doctrina nacionalista de un discurso de defensa de la justicia social y de una visión humanista de la acción política.

Fue inspirador y fundador de  Galeusca y podemos rescatar una frase, que expresa bien su ideario, y que adquiere también hoy plena actualidad: "Los vascos, y con ellos los catalanes y gallegos, tendrán que advertir que un resultado indiscriminado de la democracia española que pretenda imponer, por la fuerza del número, una voluntad contraria a la manifestada libre y mayoritariamente por aquellos pueblos, no pueden admitirla ni tolerarla. No pueden admitirla no sólo los pueblos interesados, sino tampoco aquellas personas que tienen un sentido honesto de la libertad y de su ejercicio".

José Antonio Aguirre organizó el primer Congreso Mundial Vasco en 1956 en Paris. Su objetivo era ideológico, quería fomentar las ideas y ofrecer un nuevo "programa de futuro" para Euskadi, tras el análisis de los cambios sociales, culturales y económicos del entorno.

8.- El legado europeísta

José Antonio Aguirre fue un europeísta por vocación y convicción. Tuvo la visión de vincular el desarrollo de la construcción de la nación vasca con el proceso de construcción de una comunidad europea.

El año 1947 los Nuevos Equipos Internacionales se reunieron en la sede del Gobierno Vasco en París.

Aguirre participó además en la Conferencia del Movimiento Federal Europeo.

Y fue miembro fundador de la Confederación de la Democracia Cristiana Internacional.

Podemos decir que Aguirre participó desde primera línea en la génesis del proyecto de la Unión Europa, tal y como hoy la conocemos. Su visión es hoy una realidad.

9.- El legado pacifista

En el inicio de la Guerra Civil en 1936, Aguirre consiguió que todo Euskadi se alineara con la legalidad de la República contra el golpe de Estado.

Tuvo que exiliarse en París. Y tuvo que volver a exiliarse de París por la ocupación nazi.

Trabajó siempre por un Gobierno de unidad, por el acuerdo y por la utilización exclusiva de las vías políticas y democráticas. Su ideario era "marchar juntos, con ideologías diferentes, por Euskadi".

Una frase resume bien su militancia por la paz y el diálogo como forma de resolver los conflictos: "No queremos más sangre. Queremos que todos los problemas se vayan dilucidando como deben dilucidarse entre los pueblos y entre los hombres civilizados: con el diálogo, con la persuasión, con el convencimiento".

Son palabras de Aguirre, palabras de un pacifista convencido. Palabras que desgraciadamente debemos de seguir repitiendo hoy en Euskadi, por la persistencia de la amenaza terrorista.

10.- El legado abertzale

Una nueva cita de Aguirre: "Ciertamente, es curioso observar la coincidencia entre las fuerzas de izquierda y las de derecha monárquica españolista de nuestro pueblo, que se produce cuando el pueblo vasco se levanta por su libertad. Entonces las coincidencias son lícitas, fluyen naturalmente. Toda clase de pactos destructivos son justificables".

Es una cita del libro "Entre la libertad y la revolución" de Aguirre, que podría decirse que está redactada pensando en la realidad de hoy en día.

Aguirre fue un nacionalista comprometido. Su compromiso fue con la cultura vasca y el euskera: "que aquel que desconozca el verbo vasco lo aprenda" escribió.

Propuso siempre una Euskadi con voz propia en el concierto internacional.

Y Aguirre se dirigió especialmente a la juventud. "Resistencia significa acción y vigilancia, decisión y presencia. Es resistente quien cultiva el idioma nacional, quien colabora en las obras de cultura, quien remueve las conciencias dormidas de los demás, quien enseña nuestra historia y aprende nuestras leyes, quien estudia los caminos del progreso social, quien contribuye al desarrollo económico del país con espíritu de humana solidaridad, quien sirve a su pueblo allí donde necesita ser servido cada día".

Este es el ideario abertzale de Aguirre: euskera, cultura vasca, conciencia, conocimiento de la historia, progreso social, desarrollo económico, solidaridad y servicio al pueblo.

Este es, palabra por palabra,  el ideario de Aguirre hoy, el ideario abertzale de EAJ-PNV en la Euskadi de hoy.

ADOS, EL LEGADO DE AGUIRRE

El legado de Aguirre es el legado del Acuerdo. El legado de la democracia. De la libertad. El compromiso con la construcción de Euskadi como una nación de vanguardia. El legado de la institucionalización, del pueblo que se construye cada día. "Errijak ez dira egiten egun batean".

Este es el legado que EAJ-PNV relanza hoy con el proyecto ADOS.

Aguirre dejó escrito que "los pueblos caminan hacia grandes espacios económico-políticos en los que todas las libertades tendrán posibilidad de desarrollarse, y donde lo universal y lo nacional se conjugarán armoniosamente. Todas nuestras aspiraciones políticas, sociales y económicas encajan en esa concepción".

Esta es la visión de Aguirre hace más de medio siglo y es la que orienta hoy nuestra actuación.

Los pueblos han caminado y conviven hoy en nuevos espacios socio-económicos. Nuestro objetivo es encajar en este nuevo escenario nuestras aspiraciones políticas, sociales y económicas. Este es el principio inspirador del proyecto ADOS.

Aplicando el "ideario Aguirre", ADOS es en primer lugar un "programa de futuro". EAJ-PNV puso en marcha esta propuesta el pasado mes de febrero y nuestro horizonte se sitúa en el año 2013. Euskadi vive hoy una crisis económica y también política e institucional, porque el proyecto de Gobierno actual no encaja en la sociedad.

Nuestro horizonte es ofrecer un nuevo programa de futuro para Euskadi, para la Euskadi global. Un programa que permita responder a los retos económicos, que tienen hoy dimensión internacional. Y que ofrezca también nuevas respuestas políticas a las aspiraciones políticas de Euskadi.

Vivimos un tiempo de "nuevo centralismo", cuya última expresión ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional en relación al Estatut de Catalunya. Un Estatut aprobado en el Parlamento de Catalunya, aprobado en las Cortes Españolas y aprobado en referéndum por el pueblo catalán. Un Estatut vigente y activo durante tres años, pero ahora cuestionado y mutilado por el Tribunal Constitucional.

La "vía catalana" ha sido cortada. La "vía vasca" ya lo fue cuando la propuesta de Nuevo Estatuto Político aprobada por el Parlamento Vasco no fue ni admitida a trámite por las Cortes Españolas.

Asistimos a una pretensión evidente de cortar las vías del Estado plural. Cortar las vías a una realidad plurinacional y plurilingüe, que en realidad existe en el Estado. Nosotros somos su expresión. Y somos mayores de edad.

Asistimos a un nuevo centralismo que desde el "sistema central" impone en la práctica una única realidad nacional. Nuestra respuesta, catalana y vasca,  ha sido clara: "Somos una nación. Nosotros decidimos".

No vamos a cejar en el empeño, profesamos el optimismo de Aguirre, y el empeño se llama ADOS. Queremos propiciar un acuerdo, sin prisa pero sin pausa. Un acuerdo que se inspira en la visión de Aguirre para Euskadi.

No hace falta que "levante la cabeza".  Cuando José Antonio Aguirre falleció, todavía joven, en el año 1960,  EAJ-PNV firmó un documento en el que destacó del Lehendakari  su "anhelo de libertad y de hacer de Euskadi una nación de vanguardia".

Este es el objetivo que nos mueve: "hacer de Euskadi una nación de vanguardia". Este es el legado de Aguirre, hoy más vigente que nunca.

No hace falta que Aguirre levante la cabeza. Si lo hiciera, diría ADOS- De Acuerdo!.

Eskerrik asko denoi.

Notas de apoyo a la conferencia:

1) Dieciséis de estas sedes eran principales y las otras dependientes de éstas. En concreto Aguirre había abierto o iba a abrir delegaciones en Barcelona, Ginebra, París, Londres, Berlín, Roma, Moscú, Bruselas, Praga, Vaticano, Copenhague, Nueva York, México, Buenos Aires, Bayona y Valencia. A través de la Delegación de Londres se controlaban las subdelegaciones de Dublín y de los dominios ingleses. Desde Praga se supervisaban las  delegaciones en Varsovia, Bucarest, Belgrado, Viena y Budapest. El responsable de Copenhague se encargaba también de coordinar otras delegaciones en Oslo, Estocolmo, Helsinki, Tallin, Riga y Kauna. México sería la encargada de dirigir todas las actuaciones vascas en Centro América. Desde Buenos Aires se controlarían  las delegaciones de Santiago, Río de Janeiro, Montevideo, La Paz, Lima, Quito, Bogotá y Caracas.  Y Egipto y El Vaticano. En cualquier caso tres fueron las Delegaciones que, por distintas razones y en distintas épocas, cobraron especial relevancia política: Nueva York, Londres y Venezuela)

 

2) El 6 de mayo de 1940 Aguirre les escribía una carta a Manuel Irujo y José Ignacio Lizaso, desde París. En la misiva les informaba de su intención de partir hacia Bélgica el día 8 con el fin de visitar a su familia allí exiliada y les emplazaba para una próxima entrevista en la capital gala con el fin de tratar de todos los temas que tenía en cartera la Delegación de Londres. Sin embargo, la carta tendría carácter de despedida inesperada debido a las circunstancias que se desarrollarían inmediatamente. La visita del lehendakari iba a coincidir con las operaciones alemanas para ocupar Francia evitando la línea Maginot, el sistema defensivo levantado por el Estado francés para contener la posible invasión alemana. Para ello el ejército alemán arremetió por el pasillo abierto que en realidad formaban Holanda, Bélgica y Luxemburgo. El lehendakari quedaba copado en el pueblecito de La Panne, lugar de veraneo donde se encontraba la familia Aguirre. Como consecuencia del desastre militar José Antonio Aguirre tuvo que esconderse para salvar su vida, primero en Bélgica y más tarde en Alemania de donde lograría salir hacia América, no sin antes pasar por Suecia. Durante este periodo se hacia cargo de la dirección del Gobierno vasco la delegación del Gobierno en Londres, dirigida por Manuel Irujo. Ofrecieron la colaboración vasca a cambio de un reconocimiento del Pueblo vasco una vez finalizada la Guerra. José Antonio Aguirre, a salvo ya en Estados Unidos, retomaba a partir de 1941 las riendas del ejecutivo. No le había agradado la gestión que se había realizado durante su ausencia en Londres por haber cometido un error táctico, jugar con los ingleses al todo o nada. Para el presidente del Gobierno vasco "Si el todo o nada hubiera sido nuestra política en Euzkadi, yo no estaría en estos momentos escribiéndoos en la representación que ostento. Y si por empeñarnos en mantener posiciones que han dado resultados negativos, desamparamos a nuestro pueblo, no estamos en relación con él, no lo organizamos porque no llegarán los medios de hacerlo -y además por nuestra culpa- un día tendremos que oír voces que nos dirán con ese sentido práctico de los nuestros, que estuvimos perdiendo el tiempo mientras ellos sufrían y nosotros filosofábamos".[1])

3) En 1942 el Gobierno de Estados Unidos le organizó a Aguirre  un viaje por mucha de las delegaciones vascas en el mundo. Aguirre les ordenaba que se pusieran a disposición de los aliados. Coordinados desde Nueva York cientos de vascos repartidos por el mundo pasan a trabajar para los aliados.  En Europa, América y Asia. Vascos residentes desde hace muchos años o vascos recién llegados. Junto con otros cientos de marineros enrolados en las tripulaciones de todo el mundo.)

Después de la Guerra, es seguro que "Los Servicios" siguieron colaboraron con otros servicios de información, pero la mayoría de los documentos están hoy desaparecidos. Hay constancia de la labor realizada por los vascos, sobre todo en América, desde 1942 hasta 1956. Primero, a las órdenes de la inteligencia militar aliada y luego en los Estados Unidos trabajando directamente para el FBI

4)En 1945 participó en la Conferencia Fundacional de la Organización de las Naciones Unidas en San Francisco. Entre 1945 y 1951 El Gobierno vasco, con Agirre a la cabeza, tomaron parte activamente en los debates que se desarrollaban en la ONU en torno al aislamiento internacional del régimen de Franco. Y hasta 1956, año en que muere asesinado Jesús Galíndez, el Gobierno de Aguirre mantendría una Delegado, de carátcer oficioso, pero reconocido,  en las Naciones Unidas.)


[1] Carta de José Antonio Aguirre a José Ignacio Lizaso 20-4-1943, AN-GE-466-2.

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