DURANTE el último semestre Busturialdea está en boga. La posible implantación de una infraestructura museística en las actuales colonias de la BBK en Sukarrieta ha motivado diversos y muy variados comentarios. Hemos podido escuchar, por ejemplo, que la implantación de este equipamiento cultural, bajo la marca Guggenheim, supondría "la pérdida del carácter de Reserva de la Biosfera atribuida por la Unesco" (Blanca Urgell, consejera de Cultura del Gobierno vasco) o que "no es sostenible para Urdaibai la visita de un millón de personas" (Pilar Unzalu, consejera de Medioambiente). El Gobierno vasco está alentando las mismas actitudes de descrédito que emplea la izquierda radical respecto a este proyecto. La situación se repite. La negativa a proyectos tales como el metro de Bilbao, Guggenheim Bilbao, TAV, la planta de Boroa en Amorebieta... que mostró en su día la izquierda radical es idéntica a la mostrada a día de hoy por el actual Gobierno vasco.
Así pues, denuncio de manera rotunda el juego sucio que está realizando el Gobierno vasco para menospreciar este proyecto y exijo que las informaciones que emita al respecto sean previamente confrontadas. Además, me gustaría aclarar que los términos Busturialdea y Urdaibai no se refieren geográficamente a la misma realidad. El primero lo conforman los municipios de Bermeo, Mundaka, Sukarrieta, Busturia, Murueta, Forua, Gernika-Lumo, Muxika, Errigoiti, Morga, Arratzu, Ajangiz, Kortezubi, Mendata, Nabarniz, Ereño, Ea, Gautegiz-Arteaga, Ibarrangelua y Elantxobe. Urdaibai, en cambio, es el espacio físico que conforma toda aquella superficie cuyas aguas vierten al río Oka o a la ría de Mundaka. Dentro de este espacio se incluyen tanto los terrenos rústicos como urbanos de los municipios. De esta manera, cuando se determina la construcción de una infraestructura en Urdaibai en ningún caso se plantea su construcción en suelos protegidos, sino en espacios en los que la propia normativa medioambiental actualmente ve posible su implantación.
Hecha la precisión, el proyecto museístico propuesto por la Diputación Foral de Bizkaia y avalado en su totalidad por la Fundación Solomon R. Guggenheim, constituye una solución para reavivar la situación económica de la comarca y refundar un nuevo compromiso de la sociedad vasca con el Guggenheim, dotando de valor añadido el concepto cultural de Euskadi.
La comarca de Busturialdea ha sufrido en los últimos 20 años una parada en su actividad económica. La quiebra de empresas en el municipio de Gernika-Lumo y la crisis en la actividad pesquera han supuesto una recesión en la economía. Quién suscribe estas líneas cree en Urdaibai. Entiende que la consideración de esta zona como Reserva de la Biosfera es una de las mejores decisiones que bendice nuestra comarca. Sin embargo, es necesario gestionar esta consideración como una oportunidad y no como un arma arrojadiza.
Un claro ejemplo de esta gestión mal entendida la tenemos en el polígono industrial comarcal previsto para Muxika. En 1997 surgen las primeras previsiones de una zona apta para su desarrollo como polígono industrial que sirva para aglutinar la actividad de toda la comarca. Así, los veinte municipios de Busturialdea se disponen a renunciar al desarrollo de polígonos propios y propugnan un único polígono que aglutine la industria de la zona. Este esfuerzo compartido obedecía a la sostenibilidad del ámbito natural.
En 1999 se definió que la ubicación idónea resultaba una superficie radicada en Ajangiz y Mendata, pero la negativa de la izquierda radical de Gernika y Ajangiz supuso la necesidad de buscar otras ubicaciones. Finalmente, fue el paraje de Agarre-Untzeka de Muxika la zona elegida y la que impulsaron la totalidad de los ayuntamientos. Esta iniciativa conjunta se encuentra, todavía hoy, sin desarrollar y no precisamente por falta de impulso de la Diputación Foral de Bizkaia. Fueron otros quienes la torpedearon. Y ahora han sido numerosas las empresas que han optado por otras ubicaciones ante la demora de este polígono comarcal. Busquen ahí responsabilidades, entre ellos, encontrarán a los valedores de esta comarca natural vacía e inactiva.
Frente a esta actitud, las principales actividades industriales de Busturialdea han recibido un respaldo desde las administraciones gobernadas por EAJ-PNV. La actividad conservera, por ejemplo, ha vivido una reforma integral con las nuevas implantaciones en los polígonos Landabaso de Bermeo y Lamiaran en Mundaka. En la actividad de transformación de la madera, empresas como Ebaki e Inama han tenido propuestas de nueva implantación en ubicaciones más acordes y adecuadas a su sostenibilidad ambiental. La principal empresa de automoción, Maier, ha recibido un apoyo incondicional por la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco anterior, además de por los presupuestos del Estado con aportaciones exigidas por el PNV. La apuesta foral para la innovación también se vislumbra en el centro Denokinn de Bermeo, que se hace extensiva a toda la comarca, con el convenio suscrito con la ADR Urremendi (aglutinadora de los 20 ayuntamientos). Y ahora se vislumbra una oportunidad única para nuestro bienestar, con los proyectos de túneles en Autzagane y Sollube y la construcción de esta infraestructura cultural única en el mundo.
Pero ¿qué ha hecho el Ejecutivo López en 8 meses de gobierno? El actual Gobierno vasco reunió, al igual que el anterior, a fecha de 5 de junio, su Consejo de Gobierno en el palacio Udetxea de Gernika-Lumo, sede del Patronato de la Reserva. Allí, el lehendakari López publicitó a bombo y platillo el llamado Pacto de Urdaibai, un acuerdo por la sostenibilidad ambiental y "en honor" a este ámbito. Nos tiene acostumbrados este Ejecutivo a términos grandilocuentes pero vacíos de contenido.
Veamos lo que importa Urdaibai a este nuevo Gobierno:
1.- El Gobierno de López, avalado por el PP, niega a esta comarca la calidad óptima de las aguas que desembocan en la ría de Mundaka. En efecto, en los presupuestos de 2010 no existe consignada financiación alguna para la terminación de la Red de Saneamiento Integral de Urdaibai. Esto es, Urdaibai, la famosa Reserva de la Biosfera, la que debe preservarse de la masiva visita de turistas, la que sirve para dar nombre a grandes pactos, seguirá vertiendo sus aguas residuales a la ría, incumpliendo así la normativa europea. Mientras tanto, la Diputación Foral de Bizkaia se comprometió y lleva proyectando y construyendo las obras de los colectores de los núcleos de población más importantes como Bermeo y Gernika-Lumo y de menor población como Mundaka, Ereño o Nabarniz.
2.- Las consejeras de Cultura, Medioambiente y la propia portavoz del Gobierno vasco afirman que la implantación de un museo marca Guggenheim en las actuales colonias de Sukarrieta resulta imposible y vetan su construcción. Otros dirigentes socialistas afirman la necesidad de contar con una infraestructura museística de entidad, pero niegan la posibilidad de que se ubique en Urdaibai. Avalan su implantación en Basauri, en Durango o en Zorroza. En cualquier lugar menos en Urdaibai.
3.- En ocho meses de gobierno, este Ejecutivo no ha mantenido ni una reunión conjunta con la totalidad de los ayuntamientos de esta comarca. El ámbito de Urdaibai es el único de toda Bizkaia que es controlado y gestionado por un Patronato que depende directamente del Gobierno vasco. Reitero que en lo que va de año ni la consejera, ni el Gobierno, ni tampoco el nuevo director de Biodiversidad se han presentado a los munícipes de la Comarca. Desconocemos cuál es su política, su programa, sus metas. Desconocemos sus proyectos, sus ambiciones.
4.- La línea de ferrocarril Bermeo-Amorebieta-Etxano tenía asignada una inversión de 20 millones de euros para su ejecución hasta 2011. El puerto de Bermeo tenía consignado un importe de 9 millones para el año 2009. Nada sabemos de la voluntad socialista al respecto.
Una vez achaqué al lehendakari López desde la tribuna del Parlamento que gobernaba para unos pocos y no para todos. No tienen reparo en destinar enormes cuantías monetarias a municipios gobernados por socialistas pero Busturialdea-Urdaibai no merece ser atendida. Bermeo, Mundaka o Gernika-Lumo son municipios non gratos para este Ejecutivo. Quizá si nos dedicáramos al cultivo y plantación de la rosa roja socialista, urbanita y española, otro gallo cantaría.