Iritzia
02Iraila
2008
02 |
Iritzia

A cinco años del bicentenario 2013

Iritzia
Iraila 02 | 2008 |
Iritzia

Xabier Ezeizabarrena

Iritzia

El Diario Vasco


En este 31 de agosto de 2008 faltan solo cinco años para que se cumpla el bicentenario de aquel 31 de agosto de 1813, que tan infausto recuerdo de sangre y llamas dejó en nuestra querida ciudad. Tan importante efeméride se suma, en estos momentos, al reto colectivo que buscamos todos con el logro de la Capitalidad Cultural Europea para 2016.
La determinación y capacidad de organización de los donostiarras en 1813 supuso una auténtica reinvención urbanística de San Sebastián desde una Parte Vieja devastada hacia su primer ensanche y en la superación de los viejos muros y conceptos de plaza militar y amurallada en la historia.

En una escala y en una época radicalmente diferentes, la efeméride de 2013 debe servirnos también para transformar en positivo nuestro capital social, histórico y urbano abriendo la ciudad al exterior y mostrando sus diversas caras al mundo que nos rodea. En este contexto, resulta imprescindible garantizar un papel a la sociedad civil donostiarra; sin el papel activo de la ciudadanía la empresa se antoja imposible y, sobre todo, nacería vacía de contenido real. Hay que contagiar a cada uno de los donostiarras el entusiasmo ante este reto colectivo. Todos deberíamos ser copartícipes del proceso para que Donostia en 2013 sea una auténtica exposición universal de valores, cultura, paz y sociedad en movimiento.

Y esta empresa tiene que trascender más allá del municipio. Es una empresa que hay que compartir con el territorio desde su génesis; invitemos al territorio a que participe, a que se implique activamente. Gipuzkoa atesora historia, pujanza económica, patrimonio urbano y marítimo, etc.; ingredientes muy válidos para que el proyecto gestado en nuestra ciudad gane en empaque, en coherencia y en la celebración de un bicentenario más fuerte y atractivo.

Pero debemos mirar más lejos. Se trata de un objetivo para todo el País. Es una empresa de País, que en el caso de Donostia debe aprovechar la proximidad y los lazos históricos que existen con Iparralde y la Eurociudad Baiona-San Sebastián. Nuestra situación transfronteriza, en una UE abierta y en un marco de tres y más lenguas que conviven, es una singularidad que puede marcar, también, nuestro bicentenario 2013.

Y Donostia tiene buenos mimbres para proyectarnos. Una riqueza festivalera asentada y difícilmente igualable. Una apuesta tecnológica y de innovación creciente en Miramón. Una cultura gastronómica que en parámetros de calidad y variedad le sitúan en la cima mundial, etc. Pero más allá de los contenidos exportables que atesora San Sebastián, su proyección al exterior debe asentarse en unas bases sólidas trabajadas desde ya. Y esas bases sólidas pueden también ayudarnos a ganar la Capitalidad Cultural Europea en 2016.

En Tabakalera y el Centro Internacional de Cultura Contemporánea que se ubicará en dicho edificio abordamos una fase que culminará con la apertura definitiva del Centro, previsiblemente en 2013. Tenemos que ser capaces de incluir estos contenidos en la celebración del Bicentenario 2013.

Además, entre todas las instituciones hemos conseguido atraer para nuestra ciudad la Biblioteca Nacional de Euskadi que se ubicará en el Koldo Mitxelena. Si a ello unimos que también San Sebastián contará con la presencia del Instituto Etxepare para el estudio y la divulgación del euskera, la apuesta por Donostia, la cultura y el euskera son una realidad que generará en nuevas sinergias positivas, también con el bicentenario 2013 y la lucha por la capitalidad cultural europea. En ello, la sociedad donostiarra está llamada a jugar un papel central aportando, criticando, generando nuevas ideas.

Tabakalera acogerá igualmente la Filmoteca Vasca y dará continuidad a otra gran factoría cultural como Arte-leku en Donostia. Se vislumbra un Centro Internacional de Cultura Contemporánea donde la imagen y la creatividad se funden en San Sebastián para que nazca una nueva centralidad cultural que tirará de Donostia, de Gipuzkoa y de Euskadi en dos fechas fundamentales para la ciudad: 2013 y 2016.

Toda una apuesta colectiva por la innovación en las ideas y proyectos, sin perder de vista nuestra rica historia en valores y personas. Chillida, Oteiza, Cortazar, Elkano, Urdaneta, Usandizaga, Sorozabal, Bilintx, Zipitria, los hermanos Elhuyar, Munibe, Etxaide, Lasala, Baroja,… y tantos otros nombres singulares deben tener su protagonismo de cara al bicentenario. Tanto como nuestro rico patrimonio urbano, marítimo, social, natural, cultural y de valores. Sería bueno, sin duda, que para antes del bicentenario de 2013 la paz se hubiera instalado ya entre nosotros. Sería el mejor homenaje a quienes murieron y sufrieron el saqueo bélico de aquel 31 de agosto de 1813. Restan cinco años de intenso trabajo colectivo.

PARTEKATU