Iñigo Urkullu
31Uztaila
2008
31 |
Elkarrizketak

Deia

Iñigo Urkullu
Uztaila 31 | 2008 |
Elkarrizketak

Urkullu: ""Estoy centrado en ofrecer a la sociedad un partido que se preocupe por lo que inquieta a los ciudadanos"
IGOR CAMAÑO

ñigo Urkullu habla con pasión de los temas sociales, de los proyectos de su partido para mejorar la vida de los vascos, de su último viaje por Estados Unidos y del que le espera por India y Singapur.

Recolecta experiencias, ideas que también puedan germinar en Euskadi al cobijo del Think Gaur Euskadi 2020, el programa de futuro que el PNV elabora para la sociedad vasca.


113 años después, ¿cómo está el PNV? ¿Cuál es su diagnóstico?

Creo que llegamos a este aniversario mejor que otros años, con más tranquilidad, con la ilusión de poner un partido líder como elemento de construcción y transformación social. Tenemos que mejorar el clima interno, pero me gusta la imagen que transmitimos a la sociedad de que nos preocupamos por las cuestiones que le importan a la gente: la crisis económica, las medidas que, coordinadas por el PNV, las instituciones vascas han puesto en marcha para frenar esa crisis, el encaje de la sociedad vasca en un mundo globalizado...

Y su presidente, ¿cómo está?

Tranquilo y muy ilusionado. Soy consciente de la situación y de lo que estoy haciendo. También de las críticas, incluso de las que hablan de falta de liderazgo, de una subordinación a las estrategias del lehendakari. No me afecta lo que se dice. Me he marcado un rumbo y ese rumbo es que yo sea un eslabón en la vida del partido para mantenerlo unido. El eslabón mantiene unida la cadena. Estoy centrado en ofrecer a la sociedad vasca un partido preocupado por lo que inquieta a los ciudadanos. El reto es ilusionar a la gente con la política y desdramatizar determinadas cuestiones que parece que sólo pueden derivar en una política de trincheras. Pese a lo que nos está lloviendo a mí y al partido, tengo una esperanza absoluta en que a corto plazo sabremos ofrecer a la sociedad una tarjeta de presentación muy atractiva.

Esa supuesta falta de liderazgo contrasta con un partido más calmado, al menos de puertas hacia afuera.

Por eso estoy tranquilo y moderadamente satisfecho del clima que tenemos. Uno tiene su manera de trabajar, y mi manera tiene mucho de componente íntimo y de labor puertas adentro para poder ofrecer luego de puertas afuera una imagen más atractiva a los ciudadanos.

Acaba de regresar de EEUU. ¿Qué le ha quedado de lo que ha visto?

Queda el compromiso de profundizar día a día en las áreas de actuación del Think Gaur Euskadi 2020, demostrar que el acto que hicimos el 14 de junio en el BEC no era de cara a la galería, y queda trasladar a la sociedad que tenemos partido, que tenemos personas y que tenemos proyecto. La consulta y el Think Gaur son las dos caras de una misma moneda de un partido que quiere transformar esta sociedad. Lo que hemos visto nos ha ratificado que en innovación, sostenibilidad y movilidad urbana hacemos bien las cosas, aunque hay que afinar en los retos de futuro. La política cultural, por ejemplo, quizá la entendemos aquí como un compartimento estanco, pero en Nueva York he podido ver la importancia de las sinergias entre cultura, educación e industria. Y la complicidad de la universidad con todo ello. Hay que dotar de un plus a asociaciones como Bilbao Metrópoli 30, que buscan una relación entre lo institucional y lo privado, que actúen más allá de Bilbao, en toda la CAV. La importancia de la innovación en las empresas, y de las pequeñas y medianas empresas sobre las grandes... Entre todo esto y el viaje que nos queda a India y Singapur -una ciudad estado como podría ser la Euskal Hiria, que decía Atxaga, un término sobre el que deberíamos reflexionar- tendremos elementos que nos permitirán ofrecer un catálogo de actuación a la sociedad vasca a final de año.

¿Resiste Euskadi una comparación con EEUU?

No todos los estados de allí son iguales. Si entendemos a Nueva York como un referente, lo primero que me sale es que en Euskadi tenemos una calidad de vida impresionante. Euskadi está muy bien situada, pero tiene que ser consciente de su dimensión. Necesitamos una política de sinergias; no podemos andar cada uno por nuestro lado porque el tamaño sí importa. Sólo uno de los 54 estados tiene sanidad pública. Las prestaciones sociales de los vascos no las tienen allí. Ni nuestro modo de vida. Eso ni es bueno ni es malo; es lo que hay.

¿El Euskadi way of life?

No podemos vivir en la autosatisfacción de ser los únicos y los mejores en el mundo. No podemos quedarnos en lo conseguido hasta ahora. Tenemos que buscar el reto de mejorar en base a unas señas de identidad propias pero abiertas al mestizaje. No podemos pensar que somos un referente en todo; tenemos que decidir en qué y acertar. Hay que apostar. Tenemos que ser conscientes de nuestra dimensión. Estamos bien pero el mundo se mueve a una velocidad vertiginosa y hay que adaptarse.

Ciudadanos vascos y del mundo.

En EEUU me hicieron la pregunta tópica de si el nacionalismo se cura viajando. El nacionalismo no es una cuestión negativa. Todo el mundo es nacionalista, lo reconozca o no. Todo el mundo quiere tener su propia identidad y preservarla.

Recibió el compromiso del secretario de Estado para Europa Occidental de implicarse en las soluciones para Euskadi. ¿Era una frase para quedar bien o hay un canal abierto?

Lo hay. Aquel día hablamos de la doble Europa, la de los Estados nación y la que podemos conocer en un futuro inmediato, de las regiones, y no sólo por identidad política, sino por relaciones culturales, sociales o económicas. Euskadi es un pueblo entre dos estados, ubicado en el eje atlántico, un punto muy interesante en la conformación de la Europa de las regiones. También hablamos de fórmulas de relación entre estados. Lo vasco no se limita a independencia sí o no, al blanco o el negro, a todo o nada. Ése es un discurso maniqueo. En el siglo XXI hay modelos de relación política por explorar más allá del Estado nación. En la Edad Media eran las ciudades las que ejercían su influencia. Seis siglos después podríamos estar en la misma situación con la Euskal Hiria. Hay todo un mundo por explorar.

Avión de vuelta, y vuelta a lo mismo: atentados de ETA, detenciones...

Los estadounidenses tienen una imagen de nosotros que nos condiciona: el fenómeno terrorista. Eso es ineludible. Cuando vuelves y te encuentras con lo mismo dices: ¿no nos acabaremos de dar cuenta? ¿Aquellos que justifican y alientan la acción violenta no se dan cuenta del freno que supone para la sociedad vasca? Y aquellos que utilizan la violencia como veto, ¿no se dan cuenta de que tenemos pendiente la tarea de desarrollarnos como sociedad? No podemos vivir con una política en la que ETA ha decidido que esto va para largo y en la que el PSOE y el PP han decidido que, como ETA ha dicho que va para largo, aplican políticas a largo plazo basadas sólo en la vías policial y judicial.

Es la polémica de la semana.

El PNV no discute esas vías, pero no es la fórmula suficiente para hacer avanzar este país. La acción-reacción no sirve. Quien paga las consecuencias políticas de eso es la sociedad vasca. Ése es el discurso difícil en el que se halla el PNV, el discurso que yo entiendo como el más responsable de todos y el discurso en el que tenemos que seguir trabajando sin desmayo.

Los planes de ETA demuestran que ha apostado por su línea más dura. ¿Dispone de datos que lo avalen?

Es una cuestión muy delicada. Tengo algo más que intuiciones o percepciones que me llevan a estar seguro de que ETA ha optado por su línea más dura. También es cierto que hay una cierta contestación interna que no está aflorando, quizá por los códigos internos de ese mundo. Hay un cierre de filas impuesto que ha generado mucho malestar dentro.

¿Prevé desmarques?

Me pregunto si todas las personas que están en la cárcel por pertenecer o colaborar con ETA están de acuerdo con que se les imponga la prohibición de acogerse a beneficios penitenciarios, o de pagar fianzas para salir, y con que haya otras personas acusadas de lo mismo que sí pagan fianza y salen de la cárcel. Y me pregunto también si entre los que están en la cárcel hay presos de primera y presos de segunda. Los presos de ETA son los rehenes de la propia organización para mantener un pulso social. Les utilizan a ellos y a sus familiares. Hay mucho debate interno pero hoy por hoy la directriz es cierre absoluto de filas, prohibición de disensiones y una apuesta por la clandestinización. Entienden que ETA va a sentar cuando quiera al Gobierno español a una negociación. El PNV nunca admitirá que nadie negocie ningún contenido político que corresponde a los partidos.

¡Qué lejos queda Loiola!

ETA no se sintió satisfecha con el proceso de conversaciones políticas que tuvo Batasuna con el resto de fuerzas políticas. Entendió que quizá pudiera parecer que había una rebaja de sus planteamientos iniciales. Por eso cerró filas, anuló la oportunidad de un final dialogado y volvió a un esquema habitual en ella. ETA no va a dar bazas al PNV porque nos considera un partido traidor a sus pretensiones supuestamente políticas. Tampoco va a dar bazas al lehendakari con la consulta y por eso le ha puesto a él y al PNV en una tesitura muy delicada con su voto a favor en el Parlamento. Por eso endurece su postura con el PSOE, para que no tenga escapatoria ante la presión del PP. Así ha vuelto al esquema de que la solución sólo pasa por una negociación entre ETA y el Gobierno español. Esto es a lo que me rebelo como presidente del PNV: a la imposibilidad de hacer política ante el empate infinito que protagonizan ETA y el Gobierno.

En este escenario, ¿qué pinta la autodenominada izquierda aber-tzale?

Nada, desgraciadamente. En Loiola se vio que cualquiera puede hablar en su nombre, pero que quien decide o impone es ETA, y no el brazo político. Por eso no reconocemos interlocutores válidos en ese mundo. Por cierto, la denominación de izquierda abertzale me parece insultante para el concepto aber-tzale: amar a la patria y defenderla. Ese mundo hace todo lo contrario. Además, ellos mismos se reconocen socialistas, revolucionarios... Esa izquierda tiene poco de abertzale y ahora no pinta nada.

El PNV nunca ha escondido sus contactos con ese mundo. ¿Quién representa a ese sector ahora?

Con quienes actúan en las ruedas de prensa, en las entrevistas... no tenemos ningún contacto. Hay personas con las que tenemos un mayor nivel de conocimiento y reconocimiento en cuanto a su sinceridad y apuesta política con las que indirectamente sí hablamos. Pero ahora mismo no hay nadie en ese mundo que pueda asumir un liderazgo al margen de ETA.

¿Le han llegado rumores sobre la posible formación de un partido con personas de ese sector social pero críticas con la violencia?

Rumores hay muchos, pero yo no actúo en base a rumores. Tengo algo más que la impresión de que en ese mundo no se mueve nada positivo. Nada. Y no quiere decir que no haya quien quiera mover las cosas, pero esas personas ni tienen fuerza ni tienen autonomía para hacerlo.

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