Joseba Egibar
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2008
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Elkarrizketak

El Correo

Joseba Egibar
Ekaina 01 | 2008 |
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Egibar: "La consulta popular abre un nuevo proceso de negociación"

ALBERTO SURIO

Ha sido una semana trepidante y Joseba Egibar tiene la intuición de que los movimientos se van a acelerar en los próximos meses. Mide al máximo sus palabras, consciente de que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha estado en el ojo del huracán estos días y de que su partido necesita evitar las disonancias. «La consulta abre un nuevo proceso negociador», asegura.

-¿Buscan ustedes el apoyo al proyecto de ley de consultas de EHAK sabiendo que PSE y PP no lo van a respaldar?
-La intención de cualquier proyecto de ley es que salga adelante. Ha habido una posición contundente en contra por parte del Partido Socialista y del PP, y el grupo Ezker Aber- tzaleak ha manifestado que actuará con responsabilidad y altura de miras, aunque cree que es una propuesta incompleta y partidista. Está en sus manos desvelar la postura que vayan a mantener.
-Usted dijo que este proyecto no sería un 'trágala', pero la propuesta es de lectura única. Sólo permite votar sí o no. O lo tomas o lo dejas
-No es un 'trágala' porque la doble pregunta que se presenta abre un nuevo tiempo y nuevos espacios. Ni el lehendakari ni el PNV hemos introducido ninguna posición ni condición particular en esas preguntas. Nos hemos basado en los posicionamientos de esta Cámara en las últimas legislaturas. Los proyectos de cada formación política quedan intactos. La consulta popular abre un nuevo proceso de negociación, unas vías de trabajo, de consenso, de mayorías.
-¿A usted le gustaría el apoyo de EHAK?
-A mí me gustaría que el 25 de octubre tuviéramos consulta.
-¿Le resultaría políticamente incómodo ese apoyo?
-No, porque las preguntas precisamente dan pie a que los partidos vascos desarrollemos un proceso negociador sin exclusiones. Lo que no puede hacerse es, de entrada, decir que no voy a permitir o me resulta incómodo o agradable la presencia de una u otra formación. La propia pregunta abre espacios para que puedan concurrir todos. La solución no debe excluir a nadie.
-Hay quienes sostienen que EHAK hará todo lo que pueda para hacer daño políticamente al PNV.
-Tampoco es una novedad, sería una visión cortoplacista. La izquierda abertzale se pregunta si éste es un paréntesis en la historia del PNV en el que se saca a la palestra la propuesta del lehendakari o el PNV tiene escondido el proyecto de reforma estatutaria. La izquierda abertzale todavía hasta anteayer pensaba que estábamos en vísperas de un nuevo fraude estatutario, una reproducción del esquema autonómico y de la partición territorial. Y esa desconfianza existe. Ellos lo ven así. Zapatero se ha subido a su vez a una peana de arrogancia en relación con Euskadi a partir de su triunfo electoral y cree que existe otra versión, otra alma, en el PNV, y cree que ya vendrá el PNV histórico, prudente y equilibrado, que le dará pie para llegar a un entendimiento. Ése es un análisis estático y muy conservador. Porque las cosas van cambiando, y también en el PSOE, en el PP, y en el tripartito, en la izquierda abertzale y en el PNV.
-Pero no cree en el fondo que la izquierda abertzale quiere dividir al PNV y que pierda el poder.
-Desde el nacimiento de ETA en 1959 existe un intento de disputar al PNV el liderazgo del nacionalismo. Pero en lugar de adaptarse a las nuevas realidades se ha convertido en un fin en sí mismo. Así como en el inicio de la transición el desafío era la puesta en marcha de un sistema de libertades, que hoy está básicamente garantizado pese al retroceso que ha habido, hoy los retos de esta sociedad son la necesidad de la paz y el derecho a decidir. Y la sociedad ya está transitando a ese escenario. Y ETA sigue anclada en el 'esquema Txiberta', con un sentido de vanguardia en el que cree que no necesita ni de instituciones ni del voto popular, porque tiene un interlocutor, que es el Gobierno español, que se sienta enfrente si decide retirar la pistola. El PSOE hasta cierto punto ha participado de esa tesis. Eguiguren ya decía que para hablar con el PNV ya tenían al Parlamento, pero que el derecho de autodeterminación era una materia en exclusiva para el Gobierno español, la izquierda abertzale y ETA. Ese esquema se ha roto.
Rechazo de la violencia
-Urkullu anunció que la primera pregunta contendría un explícito rechazo de la violencia. Pero el texto no lo recoge. ¿Cómo lo explica?

-Para mí sí. Pedir la desaparición de ETA es rechazar la violencia. Si nosotros hacemos una pregunta en la que emplazamos a la ciudadanía a que diga si apoya un final dialogado de la violencia siempre que ETA manifieste inequívocamente el abandono de la violencia de una vez y para siempre estamos introduciendo en la pregunta una nueva categoría que hasta ahora no se ha dado en ningún proceso, ni en Lizarra, ni en Loyola ni en Europa. Aquí se sitúa el final dialogado en un escenario definitivo que introduce una nueva condición, la decisión de desaparición. Aquí no vale el billete de ida y vuelta, primero tregua y luego la rompo. Por primera vez se le marca el escenario a ETA desde la sociedad.
-¿Y cree que ETA va a ser sensible a esa opinión de la sociedad?
-El 'off' y 'on' de su lucha armada lo tienen ellos, pero no el interruptor de la política.
-¿Pero de verdad piensa que esta propuesta servirá para desactivar al mundo de la violencia?
-Si la sociedad toma la palabra y se abre camino, serán sensibles o no, no voy a vaticinar eso, pero estoy convencido de que no tienen resortes para mantener la estrategia de la lucha armada. Pueden seguir, y policial y judicialmente serán detenidos y juzgados. Pero si ETA hubiera escuchado la opinión de la gente es evidente que hace tiempo lo habría dejado.
-La segunda pregunta plantea buscar un acuerdo sobre el derecho a decidir. O sea que lo que es el objetivo se fija como premisa. ¿Puede explicarlo?
-Esa es nuestra posición, se podrá estar de acuerdo o no. Hay quien cuestiona que existe el derecho a decidir. Ya ha habido pasos suficientes en esa dirección como para no retrotraernos a una discusión previa sobre el sujeto político del pueblo vasco. Cuando hablamos del derecho a decidir no lo hacemos sólo desde la nebulosa sino para decidir políticas públicas, institucionales, sociales
-¿Es eso derecho de autodeterminación?
-El derecho de autodeterminación es inherente a la existencia de los pueblos, y no siempre debe traducirse a un esquema de independencia. En el ejercicio del derecho de autodeterminación puedes decidir un determinado estatus.
-Se reprocha que esas dos preguntas no son claras.
- La consulta sirve para habilitar un proceso, no para definir un estatus jurídico-político. Yo creo que las preguntas son muy claras.
-¿Su propuesta es un banderín electoral?
-¡Mucho banderín para que esté dos años en la sociedad! Es la consecuencia de un ejercicio coherente de los compromisos contraídos con la sociedad. Algunos lo llaman a eso tozudez y empecinamiento. Pero la gente también valora mantener un rumbo claro.
-A la sociedad también se le dijo que la consulta sería en ausencia de violencia y con un acuerdo previo entre partidos.
-No voy a entrar en la disquisición de consulta y referéndum, se hablaba de un escenario de no violencia para el referéndum resolutivo. Y eso se mantiene porque el propio proceso como tal va a provocar movimientos. Pero ETA tampoco va a determinar el discurrir de las cosas. Esto sería coherente si Zapatero hubiera suspendido las elecciones tras el asesinato de Isaías Carrasco. ¿El impacto de este asesinato ha tenido algún efecto? Seguramente sí. ¿Alguien ha cuestionado las elecciones? Nadie.
-¿Habrá elecciones anticipadas en octubre?
-Espero que no. Pero si el proyecto no sale en el Parlamento, el lehendakari tiene comprometido convocar elecciones de forma anticipada en otoño.
-¿Y si el Parlamento vasco autoriza la consulta y el Tribunal Constitucional la suspende?
- Sería un elemento diferente. No tendría por qué provocar necesariamente un adelanto electoral. Sería un elemento negativo que no consolidaría el sistema democrático. Parto del principio de que una consulta nunca debilita un sistema democrático, en todo caso lo refuerza. Se le haría un grave daño al sistema democrático y agrandaría el problema político que se quiere resolver.
-¿Se debería llevar a cabo la consulta incluso aunque fuese prohibida?
-Si hay suspensión habrá que ver qué mecanismos de respuesta se articulan. Desde mi punto de vista, habría que poner al descubierto la posición antidemocrática del Gobierno español. El valor de la participación ciudadana debería ir en sintonía con una socialización y denuncia incluso ante la comunidad internacional. Para comparar la situación con Escocia, por ejemplo.
-¿Para ustedes es rentable otra vez el victimismo?
-Ir de víctima está descontado en el mercado. La ciudadanía tiene madurez suficiente para darse cuenta.
-¿Intuyen que la campaña de 2001 entre Ibarretxe y el bloque constitucionalista se va a repetir?
-Es una situación diferente. Entre otras cosas porque un cambio en las formas del PP a lo mejor es un imán para cierto voto templado del constitucionalismo refugiado en Zapatero.
-Pero es que Zapatero no es una pared de frontón, es una lona, como dijo Arzalluz, y la pelota no rebota.
-Claro, cubre de lona el frontón y cambia las reglas de juego. Y aquí se le está diciendo que juegue con las mismas reglas. Por eso suben a las azoteas de los hoteles. Y lanzan algunas propuestas que mueven a la hilaridad.
-¿Por qué?
-No entiendo por qué el Partido Socialista se ha ido negando sistemáticamente a ofrecer alternativas a nuestras propuestas en los últimos años. El Partido Socialista formuló el 'plan Guevara'. Lo presentaron en un hotel y por la zona de servicio lo aparcaron. ¿Dónde está la alternativa? Que nos diga Patxi López que si es lehendakari abrirá un proceso negociador nos da risa. Ha tenido momentos claves para configurar una alternativa y no lo ha hecho. Por ejemplo, con las transferencias. Se quedan en el mensaje pero se niega la mayor, que es la capacidad de consulta. Se escudan en una fachada de eslóganes. Por ejemplo el acuerdo entre vascos, entre diferentes.

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