Urkullu: "La consulta incluirá un rechazo explícito a ETA; el PNV no puede ser ambiguo"
DAVID GUADILLA
Iñigo Urkullu se muestra tajante al aclarar que las preguntas que elabora el Gobierno vasco para formular en una hipotética consulta expresarán un explícito rechazo a ETA. El presidente del PNV asegura que el texto concreto aún se está perfilando y que su partido no negociará con EHAK para que vote a favor del referéndum en el Pleno que se celebrará en el Parlamento vasco a finales de junio. Además, el líder jeltzale se muestra partidario de agotar la legislatura y arremete contra los socialistas.
-¿Están redactadas ya las preguntas de la consulta?
-No. Hay un esquema general, pero no se ha concretado del todo.
-¿Pero estarán a punto de hacerlo?
-Lo que hay es una reflexión abierta sobre los pasos que hasta ahora hemos dado y a dónde nos abocan las negativas de Zapatero a sentarse a dialogar. Nosotros hemos hecho todos los esfuerzos para que el PSE se siente a negociar.
-¿Se conocerán en breve?
-Si vamos a un pleno en junio, se tienen que ir clarificando.
-¿Hay posibilidades de que no se celebre ese pleno?
-Hombre, hay muchas variables abiertas, pero la 'hoja de ruta' del lehendakari es clara y sitúa el pleno en junio.
-¿La pregunta de la consulta incluirá un rechazo explícito a ETA?
-Evidentemente, no casa lo ético con mirar hacia otro lado en lo que se refiere a la existencia de una organización terrorista.
-Es decir, no habrá preguntas ambiguas para que EHAK vote a favor.
-El PNV no puede jugar con preguntas ambiguas cuando se habla de un principio ético.
-Unai Ziarreta, presidente de EA, aseguró el sábado que puede estar basada en la declaración del Congreso de 2005.
-Quizá. Aquel texto, que sigue en vigor, señalaba que se podía dialogar con ETA si demostraba su voluntad de dejar las armas. Pero también expresaba un rechazo firme a la violencia terrorista.
-Joseba Egibar dijo ayer que el pleno del 27 de junio no va a ser un «trágala», que se hablará con todos. ¿Incluso EHAK?
-No, no se hablará con EHAK. Como presidente del Euzkadi buru batzar puedo decir que no se va a buscar un acuerdo político con ellos.
-Por tanto, es previsible que EHAK vote en contra.
-No lo sé. Lo que haga la izquierda abertzale depende de ella.
-¿Aceptarían sus votos?
-Nosotros vamos a plantear un rechazo ético a ETA. Ellos sabrán qué es lo que hacen.
Variables
-Si no hay consulta, entonces habrá adelanto electoral.
-No lo sé. Ese es un calendario a explorar. Estamos en la culminación de lo que es el primer paso que pusimos en la iniciativa institucional, que va desde septiembre de 2007 a junio de 2008. Y todavía estamos en mayo. Ya se verá.
-Pero la 'hoja de ruta' del lehendakari hablaba de convocar elecciones en otoño.
-No, no se plantea que haya elecciones en otoño; se plantea gestionar una iniciativa institucional que tiene sus variables. Hay procesos judiciales que están pendientes: el que afecta al lehendakari, a Patxi López y Rodolfo Ares, el de la Mesa del Parlamento vasco, el de las ilegalizaciones de EHAK o ANV... Son muchas variables que no nos pueden hacer pensar que lo presentado en la iniciativa institucional, por mucho que esté tasado y detallado, sea posible llevarlo a efecto.
-¿En qué medida pueden afectar esos procesos judiciales a la fecha de las elecciones?
-Imagínese que EHAK es disuelta: ¿Qué pasa con ese grupo parlamentario? ¿Qué decisión toman los parlamentarios de ese grupo? ¿Qué pasa si Kontxi Bilbao queda inhabilitada? Usted se pregunta en qué medida influye todo esto en la posible convocatoria de unas elecciones. No, incide previamente en la posibilidad de presentar una iniciativa.
-¿Hay alguna posibilidad de que se agote la legislatura, que concluye en primavera de 2009?
-Como PNV entendemos que lo razonable sería agotar la legislatura. Otra cosa es que luego las circunstancias obliguen al adelanto electoral.
-Perdone que insista, pero en esa 'hoja de ruta' presentada por Ibarretxe, por lo menos en su espíritu, se insinuaba que si el Parlamento rechazaba la celebración de una consulta habría ese adelanto electoral.
-La iniciativa dice muchas cosas que habrá que saber gestionar. El lehendakari ya dijo en su momento que puede haber flexibilidad. No elevemos la propuesta a algo cerrado sin que se vayan gestionando cada uno de los plazos.
-¿Está el PNV decepcionado con Zapatero?
-Sí, porque antes de las elecciones generales le emplazamos a que respondiese ante la sociedad vasca a una pregunta: qué grado de compromiso estaba dispuesto a adquirir con el autogobierno vasco. No dio una respuesta en ese momento y lo que se percibe ahora es que deja pasar el tiempo con una estrategia, que es un modelo de Estado tan centralista como el que puede defender el PP.
-Estaba claro que era muy complicado que Zapatero aceptase una propuesta como la presentada por el lehendakari.
-Una cosa es que se pueda aceptar una iniciativa institucional con todas las cartas boca arriba, y otra no tener una disposición al diálogo con algún objetivo. No vale sólo la apelación al diálogo, a hacerlo hasta la extenuación. ¿Pero en base a qué objetivo? No hemos visto otro que el de esperar a las autonómicas.
-Pero es evidente que Juan José Ibarretxe también se mueve por un cierto interés electoral.
-Es difícil pensar en un interés electoral cuando la iniciativa institucional se presentó en septiembre del año pasado en el Parlamento vasco. No se puede entender esta iniciativa si no se toma en consideración, por ejemplo, el 'no' al proyecto de nuevo Estatuto político por parte de las Cortes Generales del Estado. Por tanto, interés electoral por parte del PNV, ninguno.
-Pero sí por parte de los socialistas.
-Es obvio que quieren esperar hasta las elecciones autonómicas pensando en que los resultados de las generales son extrapolables.
-¿No es desleal utilizar unos documentos elaborados para unas conversaciones secretas, como las de Loyola, de manera partidista?
-No es partidista en la medida en que el lehendakari planteó las bases de lo que estuvo a punto de ser un acuerdo. Efectivamente, no lo hubo, pero estuvimos a punto de alcanzarlo. Son unas bases planteadas a modo de propuesta abierta, y sobre ella se puede hablar. De todas formas, el partido socialista me tiene bastante desengañado en lo que son filtraciones o utilización de documentos que se hayan trabajado en el pasado. No ha sido el lehendakari el que ha desvelado las bases de lo que se negoció en Loyola; ya fue filtrado a una revista el año pasado. Y no fue el PNV.
-El PSE le acusa de actuar con «mala fe».
-Insisto, es una propuesta abierta, y nadie cree que una fórmula de este tipo pueda estar planteando una encerrona o un callejón sin salida.
«Cepillado»
-¿Qué tiene de mala la propuesta socialista de hablar primero en Euskadi?
-Es una postura de entender la política de 'si es conmigo bien, pero sino nada'. Tal y como decía el acuerdo de Ajuria Enea, lo que aprobaron los partidos vascos tiene que ser respetado por las instituciones del Estado. Y éste es el planteamiento que nosotros también presentamos al partido socialista. ¿Pero qué es lo que pasa? Que cuando hablamos con el PSE nos dice que eso es mejor que lo hablemos con el PSOE. ¡Si es el PSE el que nos ha dicho en reuniones privadas que tenemos que hablar con el PSOE! También había un acuerdo entre catalanes y no se respetó por las Cortes Generales, con el famoso «cepillado» dicho en términos de Alfonso Guerra.
-¿No es deseable buscar un acuerdo transversal? Lo que sucedió en Cataluña no tiene por qué repetirse en Euskadi.
-Es que el esfuerzo de las conversaciones entre el partido socialista, Batasuna y el PNV no buscaba otra cosa que un acuerdo plural. Y cuidado, porque eso de transversal ya no se sabe si tiene una connotación peyorativa, prefiero hablar de sensibilidades diferentes. Ya hemos dicho que este país necesita acuerdos plurales. Nadie nos puede reprochar el que no hayamos querido buscarlos.
-Pero por eso mismo, ¿no sería más lógico alcanzar un amplio acuerdo en Euskadi para luego trasladarlo a Madrid?
-¿Y por qué no se hace? ¿Por qué no se sienta el PSE a hablar?
-Es decir, que los que se niegan a sentarse no son ustedes, sino el PSE.
-El lehendakari le ha planteado a Rodríguez Zapatero una iniciativa institucional para hacer una consulta. ¿Con qué objetivo? Para que los partidos políticos se sienten a negociar una solución a un problema político. No se está prefijando la solución, sino apelando a que los partidos nos sentemos a hablar.
-Convocar una consulta sin un mínimo acuerdo con las principales fuerzas de la oposición, ¿no genera más problemas de los que puede solucionar?
-¡Pero es que la consulta tiene como propósito apelar a los partidos políticos! ¿Qué hay de malo en preguntarle a la sociedad si los partidos nos debemos sentar a dialogar?
-Pero se está generando una evidente crispación
-Sí, interesada.
-¿No hay una cierto victimismo por parte del lehendakari?
-¿Cómo puede hablarse de victimismo cuando está sometido día tras día a una caricaturización de lo que es su propósito de ofrecer un camino de salida a la sociedad vasca para resolver un problema político.
-¿Será el candidato del PNV?
-Esa pregunta tiene morbo. Hay unos procesos internos que hay que respetar.