Urkullu: "No hemos sabido explicar la consulta ni a la sociedad ni al propio partido"
JORGE SAINZ
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, cree que hay que abrir una nueva etapa para «explicar mejor» a los vascos y dentro del propio partido la consulta defendida por el lehendakari. El objetivo es frenar la «desorientación» y «la caricaturización» creadas en torno a esta iniciativa. Urkullu defiende celebrar una consulta en octubre porque sólo busca un pronunciamiento, sin valor jurídico, de los ciudadanos contra ETA y en favor de un acuerdo entre los partidos sobre el futuro marco político que, posteriormente, sí sería sometido a referéndum en 2010 en ausencia de violencia.
-¿Es cierto que la dirección del PNV ha pedido a Ibarretxe que retire su plan de consulta?
-Es cierto que durante unos cuantos años nos hemos estado mirando al ombligo y mirándonos de reojo. Pero creemos que hemos terminado ya con ese ejercicio que ha servido para que determinados medios hayan alimentado noticias sin bases ni fundamento en relación a la vida del PNV, como es ésta.
-O sea, que no es cierto.
-No. En absoluto.
-¿En todo caso, le gustaría que se recondujera la estrategia de Ibarretxe?
-No que se recondujera, sino que la sepamos explicar bien en el tiempo próximo. Y hago autocrítica porque quizás no lo hemos sabido explicar bien y hemos dramatizado en exceso sobre de qué se trata esta iniciativa del lehendakari, hasta el punto de que se han hecho fetiches y caricaturas sobre cuál es su verdadero objetivo. Y esta iniciativa institucional no hace más que reforzar la necesidad de un acuerdo ante los incumplimientos de ETA, en cuanto a los principios éticos, y del Gobierno español, en cuanto al principio democrático de que la sociedad vasca sea consultada sobre su estatus político. Vamos a ser capaces de explicar mejor el principio ético y democrático de esta iniciativa.
-¿También lo explicarán dentro de su partido?, porque el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, ha cuestionado la 'hoja de ruta' de Ibarretxe.
-Obedece a esa sensación de desorientación y desconcierto creada quizás por no habernos sabido explicar. Pero los pasos de esta iniciativa institucional son básicos y están bien explicitados, pero no lo hemos sabido trasladar a la sociedad ni al estadio político e, incluso, dentro del propio partido. Se confunde la consulta con el referéndum, se confunde que el referéndum final tiene que ser en ausencia de violencia, no así la consulta, que no tiene validez jurídica. Vamos a explicarlo todo mejor. Porque a la hora de hacer fetiches y caricaturas también el PNV ha incurrido en esos juegos de dramatización.
-¿Entonces, cómo sería el proceso? ¿La persistencia de la violencia de ETA no obligaría a aparcar la consulta?
-La consulta no, el referéndum, sí. Hay que diferenciar. La iniciativa institucional plantea un acuerdo político entre el lehendakari y el presidente del Gobierno para hacer un diagnóstico sobre las diferentes sensibilidades de la sociedad vasca. Y también para buscar un acuerdo político que incorpore la posibilidad de una consulta a los vascos dentro de un Estatuto de autonomía con otras potencialidades, un régimen de bilateralidad y capacidad de profundizar el autogobierno en Europa. Eso se puede hacer en estos momentos. Otra cosa bien distinta es que el resultante de un acuerdo entre partidos de lo que pueda ser la definición de un estatus político de los vascos en relación al Estado español tenga que tener ya, junto con el fondo competencial de una reforma estatutaria, un refrendo con valor jurídico por parte de la sociedad. Eso la iniciativa institucional lo contempla al final de todo el recorrido, siempre bajo la premisa del fin de la violencia y la no exclusión de ninguna sensibilidad política.
«No es una aventura»
-¿O sea que la consulta de octubre no sería, como se está diciendo, un referéndum sobre un nuevo marco político vasco?
-Ésa es la fetichización y caricaturización que se ha hecho de la consulta prevista en octubre. El referéndum sobre un acuerdo político final entre los partidos está previsto para 2010. Lo recoge la iniciativa institucional. La consulta no es el referéndum. Sólo tiene un efecto político de apelación a la sociedad vasca para que exija a ETA el final de la violencia y para que los partidos busquemos un acuerdo que luego sí sea refrendado por la sociedad.
-¿Pero usted cree posible esta consulta después de que Zapatero haya dicho que 'no' a lo que califica de «aventura»?
-El PNV sabe arriesgar cuando hay que arriesgar pero no se lanza a la aventura por la aventura. En todo caso arriesgará siempre y cuando sepa las consecuencias de ese riesgo. Y sabe que tiene que estar acompañado por una mayoría de la sociedad. Devolviéndole la pelota a Zapatero, yo me pregunto cuáles son las certidumbres de Zapatero. ¿No era una certidumbre el Estatuto de Gernika o el pacto de Ajuria Enea? El PSOE ha incumplido el Estatuto e, incluso, el acuerdo de la Mesa de Ajuria Enea de 1988 y no se atrevió a hacer el trabajo que estaba dispuesto a hacer con el plan Ardanza por miedo al PP. Pero es que capacidad de consulta a la ciudadanía sin valor jurídico la tienen los catalanes y andaluces. ¿Por qué no los vascos? Y es de lo que se trata, de una consulta sin valor jurídico, sin que sea una aventura. No contempla esta capacidad el Estatuto de Gernika, pero creemos que la actualización de los Derechos Históricos debe contemplar la capacidad de consulta. El PNV no va a entrar en nada que no sea legal.
-¿Ve voluntad política en Zapatero para abrir un proceso de diálogo?
-Es una incógnita. Tengo la sensación de que la estrategia del PSOE es dejar que el tiempo pase dando la impresión de que la sociedad ha cambiado tanto que ya no puede haber una mayoría nacionalista que aspire a sus ideales. Sigo viendo a Zapatero apelando a conceptos como el diálogo, pero ¿para qué? Si el diálogo es decir 'más Estatuto' y luego se incumple, surgen muchas dudas.
-¿Que diálogo quiere el PNV?
-Hablar de la profundización del autogobierno es hablar de un problema político irresuelto, de convivencia de identidades y sentimientos. Esto es una cuestión de Estado, como ocurrió hace 30 años. Por eso apelamos a un acuerdo singular entre vascos y con el Estado, en base a los Derechos Históricos, que dé solución a la profundización en el autogobierno.
-¿El PNV maneja como hipótesis la posibilidad de un adelanto electoral de las vascas para octubre?
-No, porque diferenciamos que hay un programa tripartito con leyes pendientes todavía, y querríamos agotar la legislatura y separarlo de la iniciativa institucional. Bien es cierto que el lehendakari dijo que si no se aceptaba por el Parlamento Vasco la consulta, estaríamos hablando de la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones. Pero el PNV querría analizar la situación con el lehendakari en cada momento.
-¿Existe la posibilidad de que no sea Ibarretxe el candidato a lehendakari?
-No nos lo hemos planteado
-¿Creen que, tras la tendencia descendente de las dos últimas citas con las urnas, tienen posibilidades reales de perder los comicios?
-No, porque hemos hecho una lectura de las últimas elecciones que tiene que ver con los cambios de la sociedad en los últimos diez años. Hemos pasado de una sociedad que guardaba unas esencias de compromiso con la política a ser una sociedad desafecta; de una sociedad que apostaba por caminos a explorar a otra caracterizada por estar 'en contra de'. En 2001 no supimos leer que la sociedad se pronunció no tanto en favor de Ibarretxe, que también, como en contra de Mayor Oreja y Redondo Terreros. Y ahora ha sido en contra de Rajoy. Aunque también tenemos cosas que corregir, no tenemos miedo a las elecciones por una posible extrapolación de las generales. Eso está intentando hacer el PSOE, pero la sociedad no funciona igual. En las pasadas generales había una coyuntura de bipartidismo y bipolarización.
-¿La fórmula del tripartito del Gobierno Vasco está agotada, como sostuvo Bilbao?
-No entro a enjuiciar. Es una fórmula más, como otras que existen en otros ámbitos institucionales, en este caso circunscrita al Gobierno Vasco. Entre los partidos del tripartito ha habido apuestas que se han hecho también en relación a otros partidos. Después de las elecciones vascas veremos los resultados y las sintonías que se dan entre los programas, sin dejarnos llevar por opiniones ni externas ni internas
-En EB hay voces ya contrarias al tripartito como la de Oskar Matute.
-Resulta curioso que una opinión bienintencionada de un representante institucional (José Luis Bilbao), que hace una valoración sobre una fórmula determinada, levante todo tipo de comentarios, y, por contra, que olvidemos todo lo que se dice por parte de otros partidos del tripartito. Pero yo respeto las opiniones.
-¿Qué piensa de las tesis de Bilbao propugnando un acuerdo de gobierno transversal con el PSE-EE?
-Yo no creo que Bilbao se refiriera a un pacto de gobierno. Más bien entiendo que una relación con el PSOE, en la medida que el PP se autoexcluye, busca dar un acuerdo global singular en el desarrollo del autogobierno. A partir de ahí si el PSE quiere afrontar las elecciones autonómicas extrapolando las generales y haciendo 'las cuentas de la lechera', en vez de buscar acuerdos de Estado, pues podemos ir a un choque de locomotoras. No le tengo miedo a unas elecciones con ese planteamiento. Pero haciendo un ejercicio de responsabilidad me pregunto: ¿Y después qué?
Tres retos
-Josu Jon Imaz defendía que la prioridad política y social es acabar con ETA. ¿Está de acuerdo?
-En nuestra ponencia se reflejan los tres retos fundamentales: El reto de la paz, el de decidir y el de la construcción social. En el siglo XXI se hace urgente terminar con la lacra del terrorismo que condiciona la convivencia.
-¿Ve posible un nuevo pacto contra el terrorismo en el que se impliquen el PNV y el PP a la vez, junto con el Gobierno?
-No termino de tener claro el planteamiento del PSOE. Ante el fenómeno terrorista pueden contar con el PNV siempre y cuando una búsqueda de esfuerzos no tenga el mismo carácter que el pacto antiterrorista de PP y PSOE. Si piensan que para afrontar el terrorismo los demás tenemos que renunciar a nuestras ideas, dando a entender que compartimos los mismos fines que ETA, el PNV no está dispuesto, porque no compartimos ni fines ni medios con una organización terrorista. Si el PSOE basa la suma de esfuerzos desde la excepcionalidad política no puede contar con nosotros. Todo lo que no sea eso, sí. Las bases deben ser el rechazo a la violencia y la deslegitimación social del terrorismo. También cabe la acción policial y judicial pero respetando las reglas de juego del Estado de Derecho.
-Después de medio año al frente del EBB, ¿cree que ha logrado encauzar las heridas internas de los últimos años?
-En el día de hoy creo que soy honesto cuando digo que esto ya ha terminado y que en los próximos tiempos vamos a ver la fortaleza del PNV. El tiempo pasado ya ha terminado.