Anasagasti: "Tenemos puestas las velas a todos los santos para que ni PSOE ni PP saquen mayoría absoluta"
Roberto L. Calle
BILBAO.– Pese a situarse en un segundo plano durante la campaña electoral, Iñaki Anasagasti continúa siendo incisivo y contundente. Por eso considera «horrenda» la posibilidad de que PSOE o PP logren la mayoría absoluta. Aunque tendrá 64 años cuando concluya la próxima legislatura (nació el 16 de noviembre de 1947 en Cunamá, Venezuela), defiende que los partidos deben combinar «renovación» y «experiencia», y por eso rechaza hablar de ésta como de su última legislatura. «Mientras me nominen, yo, encantado», sentencia.
Pregunta.– Haga un pronóstico electoral.
Respuesta.– Veo al Partido Socialista con una cierta preocupación, pero me da la impresión de que van a ganar sin mayoría. Nuestras velas están puestas a todos los santos para que no saquen mayoría absoluta ni el PP ni el PSOE porque sería horrenda. A mí me ha tocado vivir mayorías absolutas del PP y del PSOE, y minorías mayoritarias. Con minorías mayoritarias nosotros tenemos juego político en Madrid y con mayorías absolutas lo que tenemos es sufrimiento en vena.
P.– ¿Y en el ámbito del Senado? ¿Qué pasa en Gipuzkoa y Álava?
R.– He notado un subidón de adrenalina en el partido en Gipuzkoa en relación con el Senado. Como una mayor confianza de que se van a tener los tres senadores. Y en Álava, María Jesús Agirre es un lujo porque es muy currela y contestataria, y no se va a callar por nada. Para los intereses de Álava sería muy importante que saliera elegida senadora. Y, en Navarra, existe la posibilidad de que los críticos del Partido Socialista no voten a Chivite y voten a Koldo Martínez. Se puede dar que voten a Zapatero en el Congreso pero no voten a Chivite en el Senado. Y eso sería una muy buena noticia para nosotros.
P.– Decía antes que la mayoría absoluta de PPo PSOE anularía el juego político. Pero, teniendo como eje la hoja de ruta del lehendakari, ¿queda margen para ese juego político en caso de que el Gobierno la rechace?
R.– Si hay algo que caracteriza al lehendakari es su claridad de ideas. Nosotros basamos nuestra estrategia en que, de aquí a junio, si no hay mayoría absoluta, nos tenemos que emplear a fondo para llegar a un acuerdo. Cuanta más fuerza tengamos en Madrid, y si Zapatero quiere gobernar cuatro años, tiene que hincarle el diente. Yo sé que el Zapatero de la campaña electoral es muy diferente al Zapatero del 10 de marzo.
P.– Pero no me responde. Si el Gobierno se negara a negociar esa hoja de ruta, ¿anularía el juego político? ¿Se autoexcluiría el PNV?
R.– No, no nos autoexcluiríamos del juego político. Pero nosotros no queremos poner vallas al campo sino apostar por una esperanza, por la posibilidad de que entren en razón. Cuanta más fuerza tengamos en Madrid y más nos necesiten, más poder político tendremos. En eso estamos y no queremos salirnos de ese guión.
P.– En su programa electoral abogan por eliminar las «leyes de excepción», como la de Partidos. ¿Hasta qué punto pujarán?
R.– Si el PSOE gana las elecciones, el Zapatero dos será diferente al Zapatero uno, de campaña, y ésta es una asignatura pendiente en la que ha fracasado. Debe cambiar de chip y hacer una apuesta en serio. Lo que no puede hacer es una apuesta con el Partido Popular, porque eso significa que esto no sale. Ya lo hizo cuando rechazó el plan del lehendakari, porque ni lo admitió a trámite. Si lo hubiera hecho, ya se habría encargado Alfonso Guerra de cepillarlo, pero no lo hizo. Eso no se puede dar ahora, no creo que se dé. Y tenemos en medio la situación de Cataluña, con una sentencia del Tribunal Constitucional que puede convulsionar la vida política de este país. Todavía hay muchas incógnitas encima de la mesa.
P.– Iñigo Urkullu se empleó con contundencia en Madrid al afirmar que si no se afrontaba el conflicto vasco España estaría abocada a la mayor crisis institucional de su historia. ¿Ya no va a haber más prórrogas para abordar ese debate?
R.– Hombre, es que incluso le presentaron como el yerno que todas las suegras quieren tener. Eso puede ser amable, pero inocuo desde el punto de vista político. Y él dijo que no es el yerno que la suegra de España quiere tener. Representa a un partido que dice que ya está bien de cuatro años de buenas palabras de Zapatero pero ninguna transferencia. Si hubieran movido el Estatuto de Gernika habríamos podido decir que ha habido sonrisas. Hemos logrado el presupuesto vasco como consecuencia de nuestro apoyo al de Zapatero, la Y vasca,... Fue un trombón en un concierto de violines, pero marcó bien el terreno.
P.– ¿Fue una advertencia de que esta apuesta se llevará hasta el final?
R.– Sí, yo creo que sí. La izquierda violenta está en crisis total y se encuentra en pleno debate interno. A lo único a lo que están abocados es a ir a la cárcel, y a generaciones sin salidas de ninguna clase. No van a acabar con el Estado español. Yo creo que la maduración tiene que venir ahora por parte de ese mundo. Y si lo hace, se sumarán esfuerzos.
P.– ¿Cree que la consulta del 25 de octubre se celebrará?
R.– Se puede celebrar de muchas maneras, con unas elecciones anticipadas,... Yo creo que sí porque si algo caracteriza al lehendakari es que es más terco que otra cosa. Si ha dicho que la hará, la hará.
P.– La campaña está siendo relativamente tranquila, viendo el caso de las municipales y los procesos de ilegalización de ANVy EHAK. ¿Pensaba que se iban a reeditar los incidentes?
R.– Sí, pensaba que iba a ser más agresiva por parte de ese mundo, y eso nos da una indicación de que están en una situación de debilidad. Pero siempre digo que no tienen que meterse con nosotros sino con ellos mismos. Hace cuatro años me tocó bajar a la tribuna del Congreso de los Diputados en contra de la Ley de Partidos, más solo que la una, y todo el mundo estaba en contra, lanzando improperios. Hicimos lo que teníamos que hacer, pero ellos no lo han hecho:decir a ETA que desaparezca. Nadie puede pretender liderar una sociedad democrática si no tiene un discurso ético, es de cajón. Hemos pasado demasiado tiempo con demasiadas contemplaciones y dándole vueltas al molinillo. Yo creo que es el abecé de la democracia que no se ha cumplido y que ahora están sufriendo las consecuencias.
P.– ¿Cómo interpreta el llamamiento a la abstención?
R.– Como un síntoma de debilidad y de control para que la gente no vaya a votar. El voto nulo me obliga a hacer el acto positivo de acudir;ahora no, lo único que pretenden es que la gente no vaya a votar, sobre todo en los pueblos.
P.– ¿Y ETA? ¿Volverá a actuar antes de las elecciones?
R.– Ese tipo de organizaciones deben su existencia a la demostración de fuerza. Imagino que tratarán de hacerlo, pero cada vez están más intervenidos; cada vez hay mayor relación entre España y Francia; cada vez la gente la rechaza más; cada vez caen antes; cada vez son más jóvenes... Podrán hacerlo pero no tiene ningún futuro.
P.– ¿Ha tejido el gobierno un «cordón sanitario» lo suficientemente fuerte como para resistir el impacto de un atentado potente?
R.– Sí. [Alfredo Pérez] Rubalcaba se ha pasado el día diciendo "que viene el lobo" para que cuando se produzca ese atentado pueda decir que ya lo había advertido. No sé cómo será como ministro del Interior, pero maneja bien la propaganda.
P.– De estar permanentemente en los medios como azote del Rey, ha pasado a un segundo plano, precisamente en campaña electoral.
R.– El Senado no tiene la visibilidad del Congreso, pero siempre es un valor el hecho de presentar a una mujer, que es Margarita Uria, y, además, se está haciendo hincapié en la figura del lehendakari, del presidente del Bizkai, de Josu Erkoreka, y bueno, yo, como llevo ya desde el 77, no me hacen falta más campañas. Con esta entrevista ya he hecho campaña. Además, en el caso de Erkoreka, Marga Uria y de Pedro Azpiazu, son fichajes personales míos.
P.– ¿Será ésta su última legislatura?
R.– Hombre, no depende de mí, pero yo soy un hombre muy atípico. Soy el último superviviente del Bizkai Buru Batzar del 77. Entiendo la renovación, pero también tiene que haber referencias. Y el secreto de los partidos políticos es que tiene que haber un equilibrio entre la experiencia y el futuro. Mientras me nominen, yo encantado. Cuando fui a Madrid por primera vez lo hice para cuatro años y llevo ya 22, y entonces, claro, llega un momento en que tu mundo es éste. No hay otro mundo.
