Nuria López de Guereñu: «La minoría que se opone al TAV no impondrá sus ideas a la sociedad vasca»
Aitor Alonso
La consejera de Transportes, Nuria López de Guereñu (Eibar, 1969), advierte de que puede estar «horas» hablando de la 'Y' vasca. Nadie lo pone en duda porque, de hecho, ya lo ha demostrado a lo largo de los últimos tres años, en los que el proyecto de la alta velocidad ha centrado su mandato hasta casi fagocitar el resto de la política de su departamento. López de Guereñu niega «tibiezas» en su partido, el PNV, o en sus socios de EA, pese a las escasas declaraciones públicas de apoyo a la 'Y' en un momento como el actual en el que parte de la oposición al TAV ha comenzado a mostrar su rostro más radical en forma de amenazas, ataques y coacciones. Para la consejera jeltzale no hay marcha atrás posible y sostiene contundente que «la minoría que se opone a la alta velocidad no impondrá sus ideas a la mayoría de la sociedad vasca».
-Desde que asumió la cartera de Transportes ha afirmado que impulsar la 'Y' ferroviaria vasca no era un encargo sencillo pero, ¿se esperaba una oposición como la que se está articulando?
-Lo que asumí desde el comienzo es que la 'Y' es un proyecto que lleva 20 años tramitándose por sucesivos gobiernos en Euskadi, todos legítimos, y que en algún momento debía llegar su construcción. Ese momento ha llegado ahora y así lo asumo. Insisto, con el respaldo que dan muchos años de desarrollo, de procesos técnicos y de análisis a través de diferentes gobiernos.
-Las primeros actos violentos los han sufrido las empresas que colaboran en los trabajos y una, al menos, ha preferido desvincularse ya ante la presión radical. ¿Teme que se extienda esta postura?
-Lo decía la consejera de Medio Ambiente y comparto totalmente su reflexión. Nadie entendería que la 'Y' no se haga. Nadie entiende que una infraestructura de este tipo, que aporta tantas ventajas y que funciona tan bien en Europa, no pueda hacerse aquí. A la última licitación de obras concurrieron 36 empresas. Las firmas vascas, que vienen apostando por este país en condiciones muy complicadas, lo seguirán haciendo en lo que respecta a la 'Y'. Y el Gobierno vasco continuará apoyándolas, como lo ha hecho siempre. Ha habido otros proyectos estratégicos también contestados y ha habido empresas para llevarlos a cabo. Al igual que hoy nadie entiende una Euskadi sin metro o sin Guggenheim, dentro de poco nadie la entenderá sin 'Y'. Tampoco quienes están en contra, porque del progreso que han generado esos otros proyectos también se benefician quienes se opusieron. Y también se beneficiarán de las ventajas de la 'Y' vasca.
-La ministra de Fomento dijo que la 'Y' vasca es «irreversible». ¿Lo comparte o cree que existe alguna posibilidad de que la oposición al TAV logre detener el proyecto?
-La voluntad de este Gobierno es dar a la ciudadanía esta alternativa de transporte y en esa línea vamos a seguir trabajando.
-La izquierda abertzale y el resto de la oposición al TAV insiste en su queja de que falta debate y de que se trata de una imposición.
-Se ha debatido durante 20 años en diferentes foros, ayuntamientos, diputaciones, universidades, cámaras de comercio... ése ha sido el proceso. A las minorías hay que tenerlas en cuenta, pero las minorías no pueden imponer sus proyectos o sus 'no-proyectos', como es este caso, a las mayorías. La minoría es respetable, tiene cauces democráticos para mostrar su oposición, pero no impondrá sus ideas a la mayoría de la sociedad vasca.
-En ocasiones ha dado la sensación de que usted ha tirado del proyecto casi en solitario. ¿Se siente realmente arropada por su partido, el PNV?
-Me he sentido arropada por mi partido, por mi Gobierno y, sobre todo, por la sociedad. Las demostraciones de apoyo son permanentes, constantes.
-Pero en el ámbito nacionalista, esos apoyos han llegado casi de forma exclusiva de la portavoz del Gobierno autónomo, Miren Azkarate, y de su propia consejería. ¿A qué atribuye el silencio de otros peneuvistas, como los influyentes líderes de las ejecutivas territoriales?
-Se le olvida decir que también he recibido el apoyo del lehendakari, que en diversas ocasiones ha manifestado claramente su respaldo. Y más apoyo que el del máximo representante de la sociedad vasca...
-Tampoco se ha prodigado mucho.
-Últimamente ha tenido constantes manifestaciones a favor, en el Parlamento y en otros foros.
-¿Liderará Ibarretxe la 'Y' vasca como ha anunciado que hará con la lucha contra el cambio climático?
-Por supuesto. Las manifestaciones que ha hecho a favor de la 'Y' hablan por sí solas.
-¿Y veremos al lehendakari con el casco y a pie de obra?
-Cumpliremos con la normativa de seguridad, por supuesto, cuando vayamos e inauguremos las obras. El apoyo del lehendakari ha sido constante y las declaraciones que ha realizado así lo ponen de manifiesto, en un momento, además, en el que se han producido ataques a los que ha sabido responder claramente con el grado de apoyo que ha dado. Es un impulsor de esta infraestructura.
-¿Existen sectores del PNV que prefieren no pronunciarse?
-De temas internos del partido no...
-Me refiero a los líderes territoriales, con influencia lógica en los pueblos, a los que no se les ha escuchado ninguna declaración de apoyo explícito al TAV, como en el caso de Gipuzkoa o de Álava.
-El PNV lo ha definido siempre como un proyecto estratégico. En esa medida, tiene el apoyo de todos los representantes y cargos del partido, con mayor o menor intensidad o dependiendo de las circunstancias. En ese sentido, no...
-Si en el PNV no hay fisuras, reconocerá que en el tripartito sí las hay. Uno de los socios, Ezker Batua, está claramente en contra y no ha ocultado su objetivo de paralizar el proyecto. ¿Aprecia deslealtad en EB en un momento en que la unión parece más necesaria que nunca?
-La postura de EB ha sido clara desde el principio. Es minoritaria dentro del Gobierno y así lo asume, por lo que se trabaja con normalidad. Y quiero remarcar que cuando se han producido ataques contra las empresas ha dicho claramente que en ningún caso utilizará otras vías que no sean las pacíficas para expresar su oposición. En ese sentido, es una actitud respetuosa con las opiniones mayoritarias en el Gobierno a favor de la 'Y'.
-¿Cómo se entiende la permanencia de EB en el Gabinete Ibarretxe o su apoyo al presupuesto, cuando es la mayor apuesta del Ejecutivo en materia de infraestructuras?
-Se entiende por esa capacidad de llegar a acuerdos entre los partidos que formamos el Gobierno vasco.
-EA, el otro socio, no se ha destacado tampoco por su apoyo público a la 'Y' vasca. Alcaldes como el de Legutiano se han mostrado contrarios a firmar las expropiaciones.
-Nunca he sentido tibieza en los apoyos de EA ni del PNV. El respaldo de EA a la alta velocidad es obvio y conocido. La consejera de Medio Ambiente lo hizo explícito hace poco.
Legitimidad
-¿Cree que existe un sector de la izquierda abertzale que está a favor de la alta velocidad, o al menos no radicalmente en contra?
-Poder desplazarse en media hora entre las capitales vascas es algo muy atractivo, sin duda, y responderá a sus necesidades. La 'Y' viene a resolver un problema de 47.000 personas que viajan a diario entre las grandes urbes vascas. Si les es útil, les parecerá atractivo.
-¿Qué opinión le merecen las consultas celebradas en localidades como Elorrio, Anoeta y Aramaio?
-Las consultas son instrumentos que se pueden utilizar en las sociedades democráticas y que seguramente se utilizarán cada vez más, pero no son la única vía. Los gobiernos se constituyen mediante elecciones legítimas, y en el caso de la 'Y' vasca, todos los pasos se han venido dando por gobiernos que representaban a la mayoría de la sociedad.
-En las votaciones, sin validez legal, el rechazo al TAV es tajante. Y le recriminan que no lo tome en cuenta.
-Son instrumentos para conocer, no se puede terminar diciendo que la ausencia de consultas equivale a que las decisiones no son legítimas o no están respaldadas por la mayoría de la sociedad. Este gobierno toma a diario muchas decisiones, pone en marcha muchos proyectos, y lo hace con la legitimidad que le da el apoyo en las urnas. La 'Y' es una infraestructura de interés general y un pueblo no puede paralizar o poner trabas al beneficio de toda una sociedad.
-Acusó hace pocos días a la izquierda abertzale de orquestar la campaña de coacciones contra el Tren de Alta Velocidad.
-En las últimas semanas hemos presenciado cómo se ha tratado de manifestar la oposición a la 'Y' vasca de manera no precisamente democrática ni pacífica. Son posiciones que, desde mi punto de vista, no tienen cabida en ninguna sociedad democrática.
"LA MAYOR AGRESIÓN AL MEDIO AMBIENTE ES NO HACER EL TAV"
-¿En qué cambiará Euskadi con el TAV?
-La mayor agresión que podemos hacer al medio ambiente sería no construir la 'Y'. Hay que actuar contra la verdadera agresión, que es nuestro actual sistema de transporte basado en el coche y la carretera. Euskadi es una pionera en poner en marcha planes contra el cambio climático. La aportación de nuestro departamento a esa lucha es plantear alternativas al actual sistema de transporte, y la 'Y' es una de ellas.
-Pero su afección es importante y su coste, multimillonario.
-El ferrocarril no tiene emisiones de CO2, como los coches o los camiones. Ocupa menos suelo que el resto de infraestructuras viarias, tres veces menos para desplazar al mismo número de personas. La energía procede de combustibles no fósiles. Y son sistemas de alta eficiencia energética. Las ventajas son claras.
-El nuevo tramo Antequera-Málaga (55 kilómetros), con un recorrido equiparable a un Bilbao-Vitoria, arranca con una tarifa de 25 euros. No parece un precio que pueda disuadir a los conductores.
-Ese será el precio de un billete ocasional, que siempre está penalizado. En Euskadi llevamos años favoreciendo con bonos a quienes utilizan de forma habitual el transporte público. Eso también ocurrirá con la alta velocidad. En otros países, como Francia, donde el TAV lleva 20 años, tiene un gran éxito social porque no es para una élite, lo usa toda la sociedad.
-¿Cómo puede garantizar aquí que será un tren social, como demandan sus detractores?
-Es un gran proyecto social porque responde a la demanda de movilidad diaria de la ciudadanía. La 'Y' es una solución para las medias y largas distancias, que en la actualidad no tienen una oferta que no sea la carretera. Es un paso muy importante en la vertebración del país. Bilbao, San Sebastián y Vitoria estarán a 30 minutos de distancia una de otra.
-¿Entiende las críticas desde el punto de vista medioambiental?
-No, porque tampoco se plantean otras alternativas. Eso es difícilmente comprensible. La única alternativa que hay sobre la mesa a la actual situación es la 'Y'.
-En las capitales preocupa la falta de definición de los accesos ferroviarios. ¿Se llegará a tiempo al año 2013, cuando está previsto estrenar el servicio en toda la línea?
-Son proyectos complicados, pero Fomento nos viene informando de que están avanzados y en breve esperamos que nos comuniquen cuáles son los resultados de esos trabajos técnicos. La 'Y' es un conjunto y confío en que se acompasarán todos los trámites para que esté operativa en su totalidad.