Zubia: "El PSOE y el PP defienden el mismo modelo territorial para el Estado"
EL SENADO ha cobrado un protagonismo sin precedentes en esta legislatura por el juego de mayorías establecido tras las elecciones de marzo de 2004, ya que de los 259 miembros de la Cámara Alta 125 son del PP. El portavoz del Grupo Vasco, Joseba Zubia (Bilbao, 1950) se felicita por el margen de maniobra que esta situación ofrece a partidos como el suyo y que ha posibilitado, entre otras cosas, el histórico acuerdo sobre la "Y" vasca.
¿Cómo cabe interpretar políticamente el compromiso "in extremis" sobre la "Y" ?
Ha sido un auténtico éxito , aunque se pasó en un segundo de la nada al todo. En el mes de octubre se llegó a un acuerdo político con el PSOE en el Congreso, pero faltaba la elaboración de un convenio en el que, entre otras cuestiones, se estableciera el sistema de financiación del tramo de la "Y" que va desde Bergara hasta Irun. Además, con carácter previo, había que incluir una modificación de la Ley Ferroviaria en el convenio para que se posibilitara que la gestión fuera cedida al Gobierno vasco ya que, según la ley vigente, la competencia de infraestructuras ferroviarias de interés general la ostenta el Estado.
Ha sido una negociación agónica, ¿verdad?
Y tanto... Tras un intercambio de borradores sobre el convenio, se logró un primer acuerdo y en la primera semana de diciembre prácticamente había ya un acuerdo sectorial cerrado entre el ministerio de Fomento y la consejería de Obras Públicas del Gobierno vasco, con la fórmula de financiación incluida. Pero el Partido Socialista fue demorando la negociación hasta que el 9 de este mes, el puente de la Inmaculada, nos remitieron un convenio casi definitivo con los aspectos técnicos acordados ya en un 98%, pero con la cláusula sobre la financiación suprimida.
¿Qué explicación les dieron?
Fomento nos dijo que la financiación era una cuestión a dilucidar con Hacienda. Es decir, con Solbes, quien decía haberse enterado el viernes de este asunto. El lunes 12 comenzaba la tramitación presupuestaria en el Senado y ese mismo día hablaron el lehendakari y el vicepresidente. Tras múltiples vicisitudes, el acuerdo definitivo se produjo en el momento preciso en que se votaba el veto a los presupuestos, a las cinco y media en punto. Solbes me dijo: «Una vez más os habéis salido con la vuestra», y me manifestó sus discrepancias con la fórmula acordada. Los acuerdos con el PSOE son siempre en el último minuto, pero en este caso fue en el último segundo.
¿Cómo se entiende el cambio del Gobierno respecto a la negociación presupuestaria anterior?
El veto del Senado a las Cuentas Públicas por segundo año consecutivo hubiera supuesto un desgaste para el Gobierno. La anterior fue la primera vez que el Senado vetaba los presupuestos en la etapa democrática, y quiérase o no, eso denota debilidad política.
En cualquier caso, el proyecto de "Y" ha tardado más de dos décadas en comenzar a llevarse a cabo...
Es un proyecto que nuestro partido ha tenido en mente durante 22 años. Por eso tiene tanta relevancia que, aunque sea en 2006, después de tanto tiempo, se vaya a comenzar la obra gracias a un acuerdo político de este tipo que posibilita la encomienda de gestión al Gobierno vasco. Va a ser la obra más importante de la historia de Euskadi, con un impacto muy importante en el ámbito del empleo o en la investigación, por ejemplo.
¿Qué trascendencia puede tener en el futuro la nueva fórmula de financiación que han acordado?
Es un punto fundamental de este acuerdo y consiste en que el Gobierno vasco va a ejecutar la parte guipuzcoana vía encomienda de gestión, va a pagar esa obra y después habrá minoración de todo el coste a través del Cupo. Es decir, que al final será el Ejecutivo español quien pague la obra. Es la primera vez que se utiliza esta fórmula porque al PSOE y al propio Solbes no les gusta que se abra la espita tremenda de minorar vía Concierto el pago de materias que no son de la competencia del Gobierno vasco.
¿Ese logro justifica por sí mismo que apoyen los presupuestos?
Es un logro muy importante, pero no el único. Se ha conseguido la integración del Gobierno central en la sociedad pública para regenerar la bahía de Pasaia, así como la creación de un centro de investigación científica para espalación de neutrones. También se contemplan inversiones en infraestructuras, en ciencia y tecnología y en cultura.
Esta vez el Senado ha servido para algo, pero sigue pendiente de su reforma. ¿Se avanza?
No se avanza en absoluto. De la reforma del Senado se habla desde el mismo momento en que se constituyó, en el año 78. En este momento es poco creíble que se afronte la reforma y de cara a un futuro más o menos próximo resulta también muy difícil. Por lo tanto, no creo que vaya a producirse.
¿Por qué?
La reforma tendría que ir encaminada a reforzar el Senado, y es difícil pensar que un Gobierno, como el actual, que no tiene mayoría en la Cámara, esté dispuesto a dar ese paso. Al PSOE le interesa decir que sí a la reforma pero dilatarla al máximo, mientras que el PP no está dispuesto a darle nuevas atribuciones al Senado ni en éste ni en ningún otro momento porque está en contra de todo lo que suponga el reconocimiento de las singularidades territoriales. Lo dice sin tapujos y sin rodeos. El PP sólo estaría dispuesto a apoyar un cambio de estilo, con alguna pequeña función más... pero sin ir más lejos.
O sea que no ve diferencias de fondo entre PSOE y PP en esta cuestión...
Ni el PP ni el PSOE están por la labor del reconocimiento del hecho diferencial, del carácter plurinacional del Estado. Los socialistas no lo dicen abiertamente porque ya lo hace el PP y les ahorra ese trabajo. Argumentan que no pueden abordar las reformas sin el apoyo del PP. Además, no nos engañemos: una reforma del Senado supondría una reforma constitucional de gran calado, y ese escenario no les interesa. El PSOE y el PP defienden el mismo modelo territorial del Estado y las diferencias son virtuales.
¿Está justificada la existencia del Senado con su actual configuración ?
Estoy convencido de que si en su día los constituyentes apostaron por un sistema bicameral no fue porque creyeran en su utilidad sino por seguir la tradición. No hay que olvidar que el año 78 todavía no estaba definido el desa-rrollo del modelo territorial. La Cámara Alta viene bien a veces para corregir los defectos de algunas leyes, pero que haya 259 senadores para hacer esa segunda lectura tiene un costo que no parece estar justificado.
Tampoco responde a la función constitucional de representación territorial...
No, porque las 4/5 partes de los senadores son elegidos tomando como referencia la provincia, no la comunidad autónoma.