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Ekaina 12 | 2005 |
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Urkullu: «Sería tan "anti natura" que el PP diera sus votos al PSE-EE como que Patxi López los aceptara»

 ROBERTO L. DE CALLE

VITORIA.– Recién elegido portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu es consciente del desgaste que ha supuesto para su partido el inicio de la legislatura. Confiesa que no olvida los episodios que obligaron a Atutxa a retirarse, pero es partidario de mirar al futuro: la investidura del lehendakari. Urkullu no tiene duda de que Ibarretxe será reelegido, aunque no explica cuál será el punto de inflexión. Es la lógica, plasmada en la conjunción de diversos elementos, la que mostrará que la suma de votos de PSE-EE y PP dará lugar a un pacto anti natura, inviable en estos momentos.

Pregunta.– Si endiablado parecía el período postelectoral, más lo es el inicio de la legislatura.

Respuesta.– Lo que hasta ahora hemos vivido muestra los intereses particulares de las formaciones políticas sin atender a esa llamada de atención que supuso la composición compleja del Parlamento Vasco y la necesidad de mirar a medio plazo. Pero no es endiablada, es compleja, complicada.

P.– Lo que sí parece es que el PNV, pese a haber ganado las elecciones, está siendo esquilmado incluso por sus propios socios.

R.– Eso ha ocurrido también en el pasado. Al partido mayoritario le corresponde normalmente dar muestras de generosidad. Y, a pesar de que se ha dicho que el PNV considera el Parlamento Vasco como un txoko, como un bazar, es curioso que todos le exigen renuncias en materias que corresponderían a la lista más votada, al partido mayoritario. Son juegos dialécticos.

P.– En este caso concreto, es el PNV el que ha perdido cuatro escaños, mientras EAmantiene sus siete, y parece que los hace valer.

R.– Las conversaciones en torno a la conformación de Gobierno avanzan y no es cierto que EA pretenda hacer valer al PNV su representación. No es así. De hecho, las pretensiones de EAen los pasos que se han dado hasta ahora no han sido cuestiones que tuvieran que ver con el PNV. Ni en el tema de la Presidencia del Parlamento, aun cuando no estamos muy satisfechos de cuál ha sido su actitud en relación al mantenimiento de la candidatura de Juan María Atutxa.

P.– Se ha hablado de que aspiraba a una vicelehendakaritza.

R.– No, en el caso del Gobierno las conversaciones avanzan en torno a la reflexión de la experiencia de cuatro años, la evaluación de la política que se ha llevado en cada uno de los departamentos y del programa de Gobierno que se firmó hace cuatro años. Y estamos en la fase de desarrollo de las políticas programáticas de los próximos cuatro años. Pero no hay nada en principio que no obedezca a una experiencia del pasado.

P.– Usted decía que la postura de EAno ha sido dura en el ámbito de la coalición, pero sí deslegitimó el pacto al que llegó José Antonio Rubalkaba con EB y Aralar para conformar grupos propios. Con el agravante de que buscó el apoyo del PSE para la segregación de su grupo.

R.– Afortunadamente, no tiene que ver con la investidura del lehendakari ni con la gobernabilidad del tripartito, al que aspiramos con acuerdos puntuales de Aralar. Ha tenido que ver con la conformación de la Mesa del Parlamento y de los grupos parlamentarios. Este es un juego que EA ha tenido y del que tendrá que dar cuenta en ese ámbito. Sin más. No afecta a la conformación del tripartito.

P.– ¿Luego el tripartito goza de buena salud, se ha pasado página?

R.– Sí, hay que mirar al futuro y nosotros lo hemos dicho incluso habiendo sufrido el desgaste como partido con el mantenimiento de la candidatura de Juan María Atutxa y la mezquindad que él mismo denunció en la actitud de las formaciones políticas. Sin embargo tenemos que mirar hacia delante. No vamos a olvidar, pero vamos a mirar adelante, es nuestra responsabilidad. Quizás los partidos que no tienen el peso político o la trayectoria del PNV no estén tan urgidos en hacerlo sino en enredarse en el presente.

P.– Javier Madrazo hablaba de deslealtad por parte de EA.

R.– La lealtad o deslealtad será entre quienes tienen algún compromiso...

P.– El PNV lo tenía con Aralar.

R.– Lo tiene con Aralar, pero también indirectamente con Ezker Batua, y el PNV ha hecho un ejercicio de lealtad al posibilitar que Aralar tuviera presencia exclusiva en el Grupo Mixto y, por ende, que EB pudiera tener grupo parlamentario propio. El PNV ha cumplido sus compromisos; si no ha sido posible no es porque no hayamos puesto toda la carne en el asador, porque entendemos que más allá de aspectos reglamentarios es cuestión de voluntad política.

P.– Entonces, ¿qué ha fallado?

R.– Las votaciones están ahí.

P.– ¿Es tan optimista como Ibarretxe e Imaz al decir que el día 22 habrá investidura?

R.– El 22, o el 23, pero sí, soy optimista.

P.– ¿Y de dónde vendrán los apoyos, dando por sentado que han resuelto el de Aralar? Porque si el PP respalda al PSE, habría un empate a 33 y las únicas opciones pasan por la renuncia de los socialistas, el apoyo de EHAK o la disolución del Parlamento.

R.– Esta última no me parecería la más oportuna, por ejercicio de responsabilidad política. Ni las formaciones políticas ni la clase política saldríamos bien paradas de un enquistamiento del empate a 33. Pero soy optimista, tanto porque vamos a hacer lo posible para sumar 33 como porque el planteamiento político que haremos en la sesión de investidura tratará de mostrar la responsabilidad de abordar nuevos tiempos en los que son necesarios otros ámbitos de relación y consenso con todas las formaciones políticas para objetivos que no tienen que ver solamente con la gobernabilidad de las instituciones. Pero también porque me parece que a la hora de plantear una alternativa a la candidatura a lehendakari de Juan José Ibarretxe se tiene que visualizar un pacto anti natura entre PP y PSE.

P.– Entonces, damos prioridad a obtener el respaldo de EHAK y, como opción, al desistimiento del PSE-EE. Pero habría que dar una buena excusa a los socialistas para retirarse y me pregunto cuál podría ser.

R.– No he hablado de desactivar la candidatura de Patxi López, he hablado de que el pacto con el PP sería anti natura, cuando el secretario general del PSE-EE dice que entre sus objetivos como lehendakari estaría, entre otras cosas, una política de izquierda. Me resultaría extraño que si esos son los objetivos que explicita Patxi López en su discurso, el PP pudiera darle sus votos. Sería tan anti natura que el PP se los diera como que el PSE estuviera dispuesto a recibir esos votos, cuando en el conjunto del Estado las circunstancias políticas marcan mucho el terreno entre el PSOE y el PP. Dicho eso, es cierto que nosotros tenemos que hacer un discurso en el debate de investidura dirigido, no sólo al PSE, sino también a EHAK o a la izquierda abertzale.

P.– La legislatura pasada dejó a un PSE dispuesto a iniciar desde cero una reforma estatutaria, a la izquierda abertzale abogando por el ámbito vasco de decisión y al tripartito, con el plan Ibarretxe. ¿Podría ser un punto de encuentro partir de cero en la reforma estatutaria?

R.– No es posible empezar de cero. Son necesarios consensos que fueran reflejo de un mayor apoyo que los 39 parlamentarios que obtuvo la Propuesta de Nuevo Estatuto Político, pero ésta fue aprobada por el Parlamento Vasco y está residenciada en él. A partir de ahí, desde esa propuesta se abre el juego para que haya un posible debate y consensos más amplios. Nosotros tenemos un planteamiento, el derecho a decidir de la sociedad vasca, que podría tener encaje en el ordenamiento jurídico, y el PSE podría aceptar también que ésa es una demanda mayoritaria, partiendo de la base de que el Estatuto de Gernika no es ya el punto de encuentro de una mayoría de la sociedad vasca. El PSE debería también pasar de las palabras a los hechos, de la concepción de descentralización autonómica a profundizar en un verdadero federalismo asimétrico. Serían tesis que podríamos poner encima de la mesa para debatir y consensuar más de lo que se ha logrado hasta ahora.

P.– En el seno del tripartito, dos de sus socios defienden el plan Ibarretxe, mientras el otro, EB, cree que está enterrado. ¿Quedará plasmado en el acuerdo de Gobierno de manera expresa la Propuesta de Nuevo Estatuto?

R.– Sí, es inevitable que, al margen de las aspiraciones legítimas de cada miembro del tripartito, la Propuesta de Nuevo Estatuto sea la base de lo que tiene que ser el compromiso político del tripartito. En todo caso, porque es la propuesta que tiene una mayoría absoluta del Parlamento Vasco.

P.– ¿Se establecerá una fecha para la consulta?

R.– Nos gustaría que esta legislatura fuese para decidir y avanzar. Si lo es, y, además, en ausencia de violencia, estaríamos llegando al anhelo mayoritario de la sociedad vasca de poder vivir un proceso de pacificación, además de un intento de resolución del problema político.

P.– El propio Ibarretxe auguró que será corta.

R.–No sé si podemos tasar su duración. Está al albur de muchas circunstancias, al igual que la española. Hay circunstancias de contexto económico, internacional, de los propios partidos, de otros comicios... Nosotros tenemos claras las tres bases de lo que tiene que ser el compromiso político para los próximos años: gobernabilidad de las instituciones, normalización política y pacificación.

P.–¿Las elecciones gallegas, influirán en el proceso de investidura del lehendakari?

R.– Serán un elemento clarificador entre el PSOE y el PP. El PSOE es consciente de la situación a la que le quiere abocar el PP, y lo estamos viendo estos días, con la propuesta de resolución del Congreso en torno a la solución dialogada, las manifestaciones en Madrid, la utilización de elementos simbólicos para hostigar al PSOE por parte del PP. Una pérdida de la mayoría por parte de Fraga o del PP podría tener sus efectos también en esa formación y, por ende, en el PSOE para sentirse más liberado de las amarras del PP en ese Pacto Antiterrorista que tan nefasto le ha resultado al Partido Socialista, por mucho que se arrogue su autoría intelectual.

P.– ¿Percibe preocupación en La Moncloa por que Ibarretxe sea investido con el apoyo de EHAK o por que haya un adelanto electoral?

R.– Más preocupación tiene el PSOE a que le vengan votos de EHAK al candidato socialista.

P.– ¿Cree que los aceptaría?

R.– Le podría poner en un aprieto que EHAK le prestara algunos votos en la investidura, más que por votar al PNV.

P.–¿El PSE se cree que Patxi López puede ser lehendakari?

R.– Me preocupa más el porqué de la presentación de una alternativa al candidato de PNV-EA, la coalición más votada. Estamos haciendo un esfuerzo por sumar y los votos de PSE y PP no son de suma, son de resta. Porque el PP no tiene ninguna pretensión de trabajar por buscar soluciones al problema político que nos afecta, y el PSE-EE y su candidato, PatxiLópez, deberían pensar que aun cuando le dieran los números para forzar un empate, es una candidatura que nace con el propósito de ser minoría de resta en lugar de sumar.

P.– Hablaba de la pacificación como objetivo del próximo gobierno. ¿Se están magnificando las condiciones para asentar un proceso de paz?

R.– No lo sé. Me parece muy arriesgado alimentar ilusiones porque los datos que conocemos no nos indican que haya habido unos mínimos gestos obligados. Es necesario trabajar con cautela, con prudencia.

P.– Visto el posicionamiento de EHAKen torno a los últimos atentados de ETA, ¿sería políticamente legítimo buscar su apoyo?

R.– Sí, es un partido legal, al albur de la propia Ley de Partidos pactada por PP y PSOE. Tan legítimo es bloquear iniciativas legislativas valiéndose de la supuesta coincidencia de los votos de PP, PSE y Sozialista Abertzaleak, en la legislatura pasada, como legítimo es buscar los votos para sacar adelante determinadas iniciativas. Lo que ocurre es que no hay condiciones para que tengamos acuerdos de fondo con EHAK.

P.– ¿No tiene la sensación de que, hace un año y con los atentados de ETAsobre la mesa, ya se habría iniciado un proceso de ilegalización de EHAK?

R.– Yo escucho lo que dice el fiscal general del Estado y lo tomo con curiosidad. No alcanzo a entender que no es posible una candidatura como Aukera Guztiak y sí otra como la del Partido Comunista de las Tierras Vascas. No sé qué matiz de diferencia hay entre una y otra o la posibilidad de que una pueda ser presentable o no. Me parece que ahí hay un juego entre el PSOE y la izquierda abertzale y lo veo con absoluta curiosidad.

P.– ¿Hay temor en la izquierda abertzale a que no pueda volver a presentarse ante un eventual adelanto electoral?

R.– No lo creo. El hecho de que EHAK haya podido presentarse a las elecciones, cosa que saludo, obedece a un cálculo electoralista del PSOE y ha sentado unos precedentes, con lo que, dadas las circunstancias actuales, no tendríamos que temer una ilegalización.

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