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JOSU JON IMAZ | PRESIDENTE DEL EBB DEL PNV “Tenemos que averiguar si la luz que se ve en el oscuro

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Azaroa 21 | 2004 |
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El Diario Vasco


Josu Jon Imaz, presidente del PNV, intuye algunas “tenues luces” en el túnel de la violencia por primera vez en los últimos años tras la última propuesta de la izquierda abertzale. Aun y todo, aboga por la máxima prudencia “porque hay mucha oscuridad” y considera que no se deben generar falsas ilusiones en la sociedad.

-¿Algo se está moviendo?

-Puede haber condiciones para que algo se mueva, pero a mí me gusta ser prudente en estas cosas. Lo peor que podríamos hacer es generar expectativas en la ciudadanía y que luego no se concreten. Como mínimo todos debemos tratar que se muevan las cosas y dar pasos. Prefiero tener los pies en el suelo y no crear falsas ilusiones.

-Arnaldo Otegi asegura que ETA está dispuesta al abandono de las armas. ¿Usted le cree?

-Yo lo que quiero es ver el pronunciamiento de ETA de que efectivamente abandona para siempre la violencia. Mientras tanto, con todo el respeto, estamos hablando de especulaciones.

-¿Cree que se va a dar ese paso?

-Insisto en la prudencia. Hay un doble declive. Un declive operativo de ETA y un declive social y político de la izquierda radical. Y esto va a continuar. Es ETA la que tiene que tomar una decisión ante este panorama. Y decisiones sólo hay dos. La que todos queremos y esperamos, que es la del abandono definitivo de la violencia. Y una segunda, que sería una huida hacia adelante y un jarro de agua fría a la sociedad y a su mundo. Eso supondría una decadencia progresiva y una grapización.

 

-Habla de abandono definitivo. ¿Ya no sería suficiente una nueva tregua?

-No estamos dispuestos ya como sociedad a vivir procesos tutelados. Hace falta una desaparición definitiva de la violencia. El nivel de exigencia es alto. Los partidos que representamos a la sociedad vasca, cada uno con sus matices, hemos dado una respuesta al acto del domingo que no es cualitativamente muy diferente. Hemos tomado nota y valorado en su justo término las palabras del pasado domingo. A partir de ahí nosotros subrayamos que estamos dispuestos a participar en un diálogo multilateral en este país, que estamos dispuestos a hablar de muchas cosas desde unas bases, de respeto a la decisión de la sociedad, a la pluralidad de la sociedad y sin un principio de unilateralidad, pero es indispensable para que este diálogo político resolutivo se pueda producir que ETA abandone definitiva y de una vez por todas la violencia. Ése es el paso que todos esperamos.

-¿A qué le llama usted diálogo resolutivo?

-Diálogo resolutivo es un diálogo entre todos los agentes políticos que permita que podamos dialogar, negociar y buscar acuerdos. Para que podamos construir un futuro el conjunto de las formaciones políticas vascas, incluida la izquierda abertzale, es necesario que ETA desaparezca.

-¿Está dispuesto el PNV a pactar los términos de una eventual consulta popular con la izquierda abertzale?

 

-Nuestro objetivo es que el Estatuto que sea aprobado en el Parlamento Vasco sea el que la sociedad vasca refrende.

-¿El mundo de la violencia tiene ya madurez para el final?

-Me gustaría que así fuese y demostrar que la apuesta exclusiva por las vías políticas y democráticas -que como término me parece interesante- exige el rechazo explícito del recurso a la fuerza porque no vale lo demás. No vale decir que se aboga por las vías políticas y democráticas y aceptar la fuerza y la violencia.

-Pero Batasuna difícilmente va a condenar a ETA

-Creo que si existe una desaparición definitiva de la actividad terrorista de ETA se habrá dado un gran paso. Si realmente se consolidase la afirmación del pasado domingo con el siguiente paso por parte de ETA, eso abriría un escenario muy interesante.

-¿Usted ha visto novedades en la oferta de Batasuna?

-Hay pequeñas luces pero el túnel es oscuro. Puede haber dos análisis en esta fotografía. Uno es subrayar la enorme oscuridad que existe y si recorriésemos las ocho páginas de la propuesta en la que se repasan la trayectoria histórica de Batasuna y de ETA veríamos el túnel negro, pero la obligación del responsable político es tratar de averiguar de dónde vienen las luces y buscar la salida. Y prefiero quedarme con esos pequeños rayos de luz. Por ejemplo, con la apuesta exclusiva por las vías políticas y democráticas, con el respeto a la pluralidad de la sociedad vasca, con la necesidad de contar con el conjunto de las formaciones políticas de Euskadi en la solución y con la conclusión de que ETA no negocia el futuro político de este país sino que somos las formaciones políticas las que tenemos que negociar la salida política en Euskadi. Nuestro objetivo es seguir esas luces, averiguar de dónde vienen y ver si indican el final de un túnel que, insisto, es oscuro.

 

-¿Se está repitiendo el modelo del Pacto de Lizarra?

-No, fue diferente, fue un proceso por el que muchos apostamos y que desgraciadamente no salió adelante pero en el camino hemos aprendido qué cosas no deben repetirse. Lizarra no debe reeditarse en los términos en los que en su momento recorrimos aquel camino. Hemos aprendido todos en ese camino y desde luego no cabe en ningún caso un proceso tutelado por ETA y los acuerdos y la negociación tienen que ser protagonizados por el conjunto de las formaciones políticas.

Comicios y plan Ibarretxe

-¿Cree que los últimos documentos conocidos de ETA ponen en entredicho la oferta?

-Desde luego, si existiese confirmación de que esas afirmaciones corresponden a ETA y que son posteriores al domingo sería muy preocupante. Prefiero no especular porque no tengo todos los datos, pero quiero creer, y no por ingenuidad y sí por responsabilidad, que la respuesta de ETA en este momento debe ser muy diferente y debe ser el cierre definitivo de las vías violentas. No debemos dar falsas ilusiones a la ciudadanía porque la frustración podría ser terrible. Nuestra obligación es seguir el tenue rayo de luz que se ve, intentar explorarlo, trabajarlo, dar pasos, pero a la vez hablar abiertamente a la ciudadanía porque hay mucha oscuridad en el túnel. Si sale alguna luz es que probablemente hay alguna salida. Pero tampoco hay que descartar que sea lo que decía Oteiza, que la luz puede ser del tren que viene de frente. Por eso habrá que estar cerca de la pared. Las cosas pueden ser diferentes. Quiero aplicar mucha cautela, entre otras cosas, por pura prudencia de las personas que en un momento determinado pueden relajar su propia seguridad.

-En cualquier caso, la izquierda abertzale insiste en que no va a apoyar el proyecto de nuevo Estatuto.

-No es novedoso ese rechazo. Desde luego, Batasuna será la que tenga que hacer la reflexión pero nosotros vamos a impulsar este debate, que está siendo útil para mover determinadas posiciones en el mundo de Batasuna y del Partido Socialista. Si PP, PSE y Batasuna optan por bloquear la salida a este debate en el Parlamento en diciembre, pues nosotros incluiremos la necesidad de un nuevo Estatuto político en nuestro programa de cara a las elecciones en primavera. Trataremos de conformar una mayoría de 38 parlamentarios en torno a la propuesta con el objetivo de, nuevamente, abrir en la próxima legislatura un proceso negociador en el Parlamento Vasco entre las formaciones políticas vascas tratando de recoger aportaciones del conjunto de las mismas para acordar un proyecto.

 

-¿No está utilizando el nacionalismo el plan Ibarretxe como un banderín de enganche para perpetuarse en el poder?

-Para nosotros el proyecto de nuevo Estatuto es un objetivo en sí mismo. La verdad al 100% no la tiene nadie, pero entendemos que si tenemos un proyecto político que puede proporcionar estabilidad para los próximos años en la relación entre Euskadi y el Estado, nuestra obligación es presentarlo a la ciudadanía.

-Pero el rechazo de los no nacionalistas y de la izquierda abertzale, ¿no cuestiona ese objetivo que proclama Ibarretxe de que busca un mayor respaldo que el que tuvo en 1979 el Estatuto de Gernika?

-De momento es el proyecto que mayor consenso tiene a día de hoy en la sociedad vasca, tiene el apoyo de tres partidos como el PNV, EA y Ezker Batua, que representamos prácticamente, según el resultado de las elecciones generales, al 49%, y según las elecciones al Parlamento Vasco, el 48%, prácticamente la mitad de la sociedad vasca. Nuestro objetivo será tratar de ensanchar el cauce del acuerdo en el Parlamento Vasco una vez constituido el mismo a partir de la próxima primavera. No renunciamos al objetivo de buscar acuerdos más amplios.

-¿Qué tal funciona su relación con Zapatero?

-Existen los canales de diálogo, y eso supone un cambio desde el punto de vista del funcionamiento democrático respecto a los cuatro años negros de involución democrática de Aznar. En aquellos aspectos relativos al autogobierno vasco o al debate sobre el proyecto de nuevo Estatuto, me gustaría ver al PSOE con las mismas dosis de audacia que ha demostrado el presidente Zapatero en política exterior. Y ahí es donde veo las posiciones de Zapatero y del PSOE muy enrocadas en las tesis previas al 14 de marzo. Me da la sensación de que el Partido Socialista ha renunciado a cualquier vía de posible acuerdo en este tema.

-¿Después de las elecciones autonómicas sería viable un acuerdo o un acercamiento con los socialistas en la cuestión de fondo?

-Deberá ser sobre otros parámetros diferentes a los que está manteniendo en estos momentos el Partido Socialista.

-¿Sobre los parámetros que defiende el PNV?

-No, no. La verdad al 100% no la tenemos nadie. Pero hay tres principios básicos que hay que conjugar: Respeto a la decisión de la sociedad vasca, respeto a la pluralidad y no unilateralidad.

-Pero ustedes abogan por el reconocimiento del derecho de la autodeterminación...

-No convirtamos las palabras en fetiches. Nuestra propuesta de pacto sobre el respeto a la voluntad de los vascos puede estar más cerca del concepto de la cosoberanía que de la soberanía o de la autodeterminación. El PNV ya ha dicho que está dispuesto a implicarse en un proyecto de Estado plurinacional basado en un principio: que Euskadi participe libre y voluntariamente en el mismo.

 

-¿El PNV se inclina hacia el sí crítico´ al tratado de la Constitución europea?

-En 15 días tomaremos la decisión. Vamos a valorar varias cuestiones básicas. Primero, si supone un paso adelante o no respecto a la construcción europea. Segundo, si existe algo que impida jurídicamente lo que pueda ser la realización de nuestras aspiraciones nacionales vascas en Europa. Y lo hacemos además desde el convencimiento de que una Europa más fuerte y unida debilita los estados nacionales clásicos y puede ser conveniente para un país pequeño como el nuestro. Hay que valorar estas cosas con frialdad, con criterios evolutivos y mirando a largo plazo.

-Ibarretxe ha dicho que «es mejor dormir bajo un tejado con goteras que al aire libre».

-Totalmente de acuerdo.

-El pasado viernes se presentó una iniciativa por «el cambio político» impulsada, entre otros, por Joseba Arregi. ¿Qué opina?

-Creo en una sociedad de personas libres, con derecho a cambiar de opinión y de opción. Respeto ese tipo de planteamientos aunque no los comparto. El auténtico futuro en Euskadi pasa por un impulso al autogobierno basado en el respeto a la voluntad de los vascos.

-¿Tras el jarro de agua fría de Bruselas cómo ve el futuro de La Naval?

-El jarro de agua fría es de la SEPI fundamentalmente. Se ha tomado una decisión política al dejar fuera a La Naval, el más competitivo de los astilleros del Estado, de ese grupo civil-militar. Hay un propietario que es el Gobierno español y que tiene que poner un plan de viabilidad sobre la mesa.

 

Entrevista realizada por Alberto Surio.

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