La República Argentina ha presentado, desde el año 1840, particularidades históricas, políticas y económicas, que determinaron en gran medida el asentamiento en su territorio de miles de vascos, sobre todo en la región denominada Pampa Húmeda, que presenta características inmejorables para las actividades agrícolas y ganaderas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que esta posibilidad laboral no fue el único motivo por el cual la inmigración vasca llegó a este territorio; existieron además, elementos políticos determinantes, entre los cuales se cuentan las consecuencias de las Guerras Carlistas, la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial.
Tal fue el impacto de lo político que, en 1877, un grupo de fueristas fundó el Centro Vasco Laurak Bat de Buenos Aires; años después llegarían las ideas sabinianas al Río de la Plata y, posteriormente sus discípulos y seguidores, afincados en las ciudades bonaerenses de Buenos Aires, Necochea y Bahía Blanca. Otros eligieron la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe, pero siempre en la ya mencionada Pampa Húmeda. Este grupo estuvo formado por Nemesio de Olariaga, Sebastián de Amorrortu, Andoni de Bereziartua, Policarpo de Barrena, Zoilo de Azpiazu, José Lino de Muxica, Pablo Carulla, Martín de Urkia, Víctor de Landeta, Bernardo de Viana, Benito de Urrutia, Julián Muro, Lorenzo Retes, Bernardo de Ustaran, Tomás de Bilbao y Elorriaga y Gregorio Zubillaga . Estos jelkides se convirtieron en difusores del ideario sabiniano en Argentina, ya sea a través de su actividad, fundando y participando dentro de las euskal etxeak, editando publicaciones de inspiración nacionalista o bien participando a través de artículos de opinión en los medios de comunicación vascos del país.
Propias de este momento y haciéndose eco de los acontecimientos ocurridos dentro de la comunidad en Euzkadi y Argentina, pero siempre actuando como difusores de las ideas nacionalistas, podemos mencionar a: Eskual Herria (1898), Irrintzi (1903?)Haritza (1905), Euzkotarra (1913), Egi Zale (1915), Navarra (1917), Euskal Herria —quien posteriormente cambió su nombre por Euskalduna—(1922) y por último, no puede dejar de mencionarse a La Vasconia (1893), que cambió su grafía como signo evidente de los cambios ideológicos por “La Baskonia” (1918).
Este cuadro de situación daría como resultado que en el año 1904, en la ciudad de Buenos Aires, se creara el Comité Nacionalista Vasco o Baskongado —tal como aparece en otros documentos—, presidido por el entusiasta José María Larrea .
Puede considerarse a este Comité, que funcionó con facultades autónomas de carácter administrativo , como la primera organización nacionalista vasca de Argentina, a partir de la cual comenzaría una evolución hacia lo que actualmente es la Organización Extraterritorial de EAJ-PNV en Argentina.
Los objetivos del Comité fueron:
1. Divulgar la causa vasca
2. Difundir el Euskera
3. Mantener los usos y costumbres por medio de meetings, veladas y romerías
4. Proteger a nuestros compatriotas
Las condiciones requeridas para afiliarse permitieron que amplios sectores de la comunidad vasca residente en Argentina pudieran afiliarse. Pocos años después, la semilla daría sus frutos, primero con la creación en Buenos Aires, el 9 de julio de 1911, de Eusko Gastediya, a partir de la reunión de un grupo de jóvenes con los objetivos de: “fomentar las tradiciones de nuestro país, fundar batzokis análogos a los de otras ciudades y pueblos de la Nación, usando como medio de propaganda la prensa, dando conferencias y realizando excursiones, etc., de carácter vasco, bajo el lema ‘Jaungoikoa eta lagi- zarra ’. Su fin la independencia (…) combatir la tiranía extranjera en Euzkadi y divulgar la doctrina sabiana ”.
Su organización interna funcionaba de acuerdo a una Comisión Directiva y a las comisiones de Prensa, Fiestas y Trabajo. Contó con una importante participación de jóvenes y con la realización de actividades destinadas a difundir las ideas nacionalistas a través de diversas alternativas de participación.
En el local de Euzko Gastediya, ubicado en la calle Tacuarí, el 25 de mayo de 1912 flameó por primera vez en la ciudad de Buenos Aires la ikurriña. También surgió en esta institución el primer grupo de dantzaris de Argentina, a instancias de Andoni de Bereciartua, que a partir de 1926 pasaría a ser parte de Acción Nacionalista Vasca.
Con pocos días de diferencia, nacería en la ciudad santafesina de Rosario, el 21 de julio de 1911, el Comité Nacionalista Vasco, en el que participaron figuras señeras del nacionalismo vasco como José María Beitia, Benito de Urrutia, Francisco Bilbao y Bernardo de Viana .
La primera actividad fue organizada con motivo de las fiestas de San Ignacio, a partir de la formación de la agrupación Eusko Jayak, el 12 de julio de 1912. Esta agrupación tendría origen el 14 de julio de 1912, con el izamiento de la ikurriña, conmemorando el primer izamiento en el Batzoki de Bilbao en 1894. Es aquí donde a partir de 89 vascos patriotas, se concreta la idea de formar el Centro Vasco Zazpirak Bat de Rosario, primera institución nacida como netamente abertzale en Argentina. Actualmente es una de las euskal etxeak más importantes de Argentina, habiendo festejado sus primeros cien años de existencia.
En la ciudad de Buenos Aires, en diciembre de 1923 quedaba conformada Acción Nacionalista Vasca de Argentina, durante una asamblea de la que participaron 140 jelkides. Cabe aclarar que, por cuestiones de normativas, debió modificar su nombre en 1924 por el de Acción Vasca de Argentina. Esta institución representó oficialmente al Partido Nacionalista Vasco en Argentina desde el 03 de septiembre de 1933.
La actividad institucional se intensificó a partir de la guerra civil, ya que a su labor de difusión de la causa vasca, se agregó la permanente solidaridad con los vascos que, a ambos lados de los Pirineos, sufrían las adversidades de la guerra, la posguerra y posteriormente de la dictadura franquista. Es en esta época que surge dentro del Partido la rama femenina del mismo, a partir de la creación de Emakume Abertzale Batza de Rosario y su homónima de Buenos Aires, que desarrolló una labor fecunda y patriótica, recaudando dinero y ropa para enviar a Euzkadi y formando una red solidaria destinada a la asistencia de los exiliados y sus familias. Además, tuvo su grupo de danzas femenino que junto con los jóvenes de Acción Vasca de Argentina llevó, a través de la danza, el mensaje del pueblo vasco por toda la República Argentina.
Fueron años de trabajo incansable, donde todos sus miembros asumieron el compromiso de ayudar incondicionalmente a Euzkadi.
Sería a partir de 1975, con la muerte de Franco, que el escenario político cambiaría. Algunos jelkides volvieron a la patria, otros con sus familias formadas en Argentina quedaron definitivamente afincados aquí pero sin renunciar a la participación política e institucional que seguiría dando vida a lo vasco en Argentina. Prueba de ello es la continuidad de la actividad vasquista en Argentina hasta la actualidad, lo cual se traduce, por ejemplo, en las Semanas Nacionales Vascas, fiestas que congregan a miles de vascos y vascas de todas las edades, donde se organizan variadas actividades de difusión cultural, en las que se cuenta con la participación de innumerables grupos de dantzaris de las aproximadamente cien euskal etxeak de Argentina, grupos musicales, etc.
Desde el año 1995, el Partido se ha reorganizado bajo la denominación de Organización Extraterritorial de EAJ-PNV en Argentina, que dentro del organigrama partidario tiene el mismo estatus que las organizaciones municipales.
Más de un siglo de existencia después, enfrentando diversos escenarios sin perder los ideales que le dieron vida, trabajando silenciosamente, siendo el motor de lo vasco en Argentina, es el legado que se le deja a las nuevas generaciones, que seguramente responderán acabadamente con su trabajo y patriotismo.