Maria Eugenia Arrizabalaga
23Maiatza
2012
23 |
Iritzia

La Ertzaintza de Ares

Maria Eugenia Arrizabalaga
Maiatza 23 | 2012 |
Iritzia

ES evidente para cualquiera que el gobierno del cambio ha cambiado la imagen de la Ertzaintza, menos rojo y más azul, menos txapela y más gorra, menos escudo y más polizia. Tanto es así, que ya no resulta fácil distinguir la Ertzaintza de la policía española. No es una adaptación inocente. La nueva imagen a lo Ares responde a la necesidad de que los ciudadanos se vayan acostumbrando a la eliminación de los signos distintivos de una policía vasca propia, nacida de la voluntad de autogobierno de este pueblo. A eso se le llama asimilación.

Este intento de asimilación de la Ertzaintza choca con su naturaleza de "policía integral"; una integridad que, aparentemente, viene siendo asumida por la mayoría parlamentaria, incluyendo al Partido Socialista. El artículo 17 del Estatuto creaba la Policía Autónoma mediante la actualización expresa del régimen foral, como integral, en el sentido más estricto del concepto, reservando para las policías del Estado los "servicios policiales" de carácter extra y supracomunitario. El punto 6 de ese artículo 17 establece, es verdad, posibilidades de intervención a las policías españolas, pero sometidas a limitaciones y cautelas extraordinarias.

Esta naturaleza de "policía integral" que sobre el papel nadie parece cuestionar se pone en duda si atendemos a las actuaciones de algunos responsables políticos. Así, nos encontramos con que, por ejemplo, el delegado del Gobierno (del PP) comparte la tesis de que existen duplicidades entre los diferentes niveles del entramado institucional vasco… salvo, qué casualidad, en lo que se refiere a los servicios prestados por el nivel estatal en Euskadi y, muy especialmente, en lo referente a las policías de España, Guardia Civil y Policía Nacional. Y defiende esa teoría a pesar de que en Euskadi batimos el récord del mundo mundial en cuanto a ratio policial. A los 8.000 ertzainas y a los policías municipales hay que sumar más de 4.000 efectivos desplegados de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. La Unión Europea recomienda un ratio de dos policías por 1.000 habitantes; en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba contamos con casi ocho policías por cada 1.000 habitantes.

Sobran las palabras. Y sobran policías. El repliegue no puede ser un asunto eternamente pendiente. Durante décadas han justificado su presencia por la lucha antiterrorista. Pero es evidente que las circunstancias han cambiado y algo deberá, por tanto, decidir la Junta de Seguridad al respecto. Y no podemos olvidar que el Gobierno vasco tiene una representación igual a la del Gobierno español en dicha junta.

Hay otro aspecto preocupante en la evolución operativa que se ha producido en la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que pone en cuestión hasta qué punto creen algunos en la naturaleza de "policía integral" de la Ertzaintza.

Nos hemos acostumbrado a interpretar que todas aquellas operaciones policiales que exceden nuestras fronteras administrativas corresponden automáticamente a la Guardia Civil o a la Policía Nacional española. Acabamos de ver numerosos ejemplos en los medios de comunicación: detenciones realizadas por la Guardia Civil por delitos de pederastia en la red, detenciones por tráfico de angulas… ¿Cabe entender sin más que estamos ante servicios policiales extra o supracomunitarios? No parece que dicha interpretación automática tenga por qué ser la adecuada. Pero aun suponiendo que así fuera, ¿por qué no aplicar el principio de coordinación policial y que fuera la Er-tzaintza la que ejerciera su función de policía integral dentro de su jurisdicción? No lo sabemos.

En otro orden de cosas, hechos como el anteriormente citado nos plantea otra duda. Si hemos visto a la Policía Nacional española detener a supuestos proxenetas que regían un club en Andoain sin que aparentemente exista una investigación que se extienda por más lugares que el propio Andoain, ¿podemos estar seguros de que las estadísticas de delitos que cada año nos presenta el consejero Ares están completas? Puede que las estadísticas no contengan toda la actividad delictiva que se produce en los tres territorios históricos, por mucho que las Policías Locales se estén adhiriendo al sistema de información Tetra.

Por cierto, viendo lo que estamos viendo durante estos meses, no parece que a raíz del cese definitivo de ETA haya decaído la afición a poner controles por parte de la Guardia Civil. De hecho, mucha gente comenta la cantidad de controles, verdaderos despliegues militares, que nos vamos encontrando por nuestras carreteras. Cada control debería contar con su autorización expresa. Es la Ertzaintza quien debiera autorizarlos, en su caso. ¿Lo hace? Dicho de otro modo, ¿pide permiso la Guardia Civil?

El actual Gobierno de Madrid es del PP. Pero no podemos olvidar que ese mismo Gobierno ha sido durante años del PSOE y que buena parte del mandato del propio Ares ha coincidido con el del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Sin embargo, la Er-tzaintza sigue siendo una policía a la que no dan entrada en Schengen. Ares no tiene ningún problema para defender aparentemente a la Ertzaintza como "policía integral" pero, a estas alturas, es muy razonable pensar que no todos otorgamos el mismo significado a la misma palabra.

Nos alarmamos cuando en el debate parlamentario sobre el repliegue de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la CAV, escuchamos al Sr. Pastor algo así como que la "normalidad" llegará cuando "veamos con normalidad cómo la Guardia Civil patrulla por nuestras calles". Puede ser que, desde la óptica socialista, esa frase sea mucho más sincera que la defensa de boquilla de la Er-tzaintza como "policía integral". A nosotros no se nos ocurre en base a qué título competencial pueda la Guardia Civil dedicarse a "patrullar con normalidad nuestras calles". Dicen los que se dicen "no-nacionalistas" que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "no sobran ni estorban" en la Comunidad Autónoma de Euskadi, que les están muy agradecidos. Pero a lo mejor no es el "agradecimiento" lo que habilita a la Guardia Civil y a la Policía Nacional a permanecer aquí en concurrencia desleal con la Ertzaintza. A lo mejor no hay otra razón que la Defensa Operativa del Territorio… español, por supuesto.

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