1.- Introducción.
Buenos días a todas y todos ustedes por acudir a esta charla y gracias también a José Luis Rodríguez del Forum Europa por esta invitación. Eskerik asko, nola ez, Iñigori zure aurkezpenagatik. Mis palabras están marcadas por un contexto general de crisis económica y financiera, por negros datos sobre paro y por cumbres casi mensuales destinadas a rescatar el euro y la propia Unión del abismo. En el Parlamento Europeo superamos el ecuador de una legislatura histórica porque durante la misma la eurocámara ha ganado poder tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, y está siendo decisiva para aportar diversidad y criterios más abiertos a las decisiones en la Unión, aunque se le siga discutiendo su papel. Mientras, en Euskadi, las malas noticias económicas propias y ajenas conviven con la alegría de la paz. Nuestro país, libre por fin de la rémora que ha supuesto ETA, se apresta a resituarse en el mundo con una imagen más acorde a su realidad social, económica y política. Vivimos pues unos momentos tensos, pero también decisivos.
Nos presentamos a las elecciones en coalición con Convergencia i Unió y una decena larga de pequeños partidos, porque España es un país descentralizado pero carece de circunscripciones regionales para las elecciones europeas. La jacobina Francia las tiene. PP y PSOE mantienen esta situación porque les da una clara sobre representación y evita que formalmente nadie pueda representar en Estrasburgo a las nacionalidades que consagran algunos estatutos de autonomía..
EAJ-PNV está integrado en el grupo parlamentario de los Demócratas y Liberales, ALDE. Nuestro lema para estos cinco años es "Más Europa en Euskadi, más Euskadi en Europa". Y hacerlo realidad solo es posible con la colaboración, el apoyo y la aportación desinteresada, de centenares de personas, organizaciones y colectivos que nos aportan cada día ideas, inquietudes, conocimiento, energía, información y aliento y dan sentido a nuestra presencia allí. La agradezco de todo corazón.
Parto de la base de que la Unión Europea tiene futuro y sentido si acredita ser útil para superar problemas. Lo fue para acabar con la amenaza de la guerra y para crear riqueza y bienestar. Hoy la necesitamos para resolver la crisis sin desarmar un modelo de desarrollo basado en la democracia, la cooperación, el respeto a los derechos humanos y la justicia social. Esas deben seguir siendo las bases de la construcción europea y de su modelo social.
2.- Una crisis global con soluciones globales.
La crisis en que vivimos tiene una dimensión global que solo puede abordarse desde ese nivel. Tenemos un problema con el sistema financiero. Nació como instrumento al servicio de la economía productiva, una herramienta para catalizar el desarrollo y la generación de riqueza material. Se ha convertido en un fin en si mismo. Este cambio tiene su origen en una perversión de valores. Solo la primacía de la política, ejecutada por actores globales coordinados, puede revertir la situación. Para que la Unión Europea sea uno de estos actores necesita liderazgo y un sistema de gobernanza política y económica.
En cuanto al liderazgo hay que recordar que En el siglo XXI no se manda: se lidera. Hoy las organizaciones eficientes vinculan la autoridad a la competencia, a la capacidad de proponer y ejecutar soluciones viables gestionando el conocimiento y las emociones de todos los dispuestos a compartirlas. Justo lo contrario son los alardes de posición jerárquica de Merkel o Sarkozy, el excesivamente discreto encanto del Presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy, el mecanicismo del presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso o el barullo de las presidencias semestrales. Por eso es tan difícil en las crisis saber a quién hay que llamar.
Eso si, con los que no tenemos posición institucional no hay piedad. Recordemos el episodio de las "vacaciones fiscales" en el que las mismas instancias que tienen tantos problemas de autoridad aplican a Euskadi sin vacilar unas sanciones que nunca afectarán, por ejemplo, a Francia que utilizó esas mismas soluciones para fomentar la actividad empresarial en territorios limítrofes con varias regiones españolas. El estado Francés no ha enfrentado, como nosotros, los efectos del terrorismo sobre nuestras posibilidades y expectativas de desarrollo, una de las razones por las que se pusieron en marcha estos incentivos fiscales en Euskadi. Tampoco ha sufrido las denuncias de Navarra, Aragón o Cataluña, regiones que también tienen frontera con Francia y pudieron alegar las mismas razones para denunciar al vecino estado del norte que las que esgrimieron contra nosotros la Rioja o Castilla León.
Sobre la gobernanza económica les propongo un ejercicio de memoria: El uno de diciembre de 2009 entró en vigor el Tratado de Lisboa, tras años de negociaciones y amagos de no adopción por parte de algunos estados miembros. Hoy las fantasías contables de algunos estados, las divergencias fiscales, y la intervención de Grecia, Irlanda y Portugal han obligado a poner en marcha instrumentos de control, supervisión, armonización y un cuerpo de sanciones que van mucho más allá que lo que se hubiese atrevido a plantear el más osado europeísta durante la negociación del Tratado. En su aprobación ha sido imprescindible el papel del Parlamento Europeo, más abierto y diverso y menos plegado a la lógica de los estados que el Consejo o la Comisión. Nuestro grupo, ALDE, ha tenido un papel estelar en este tema. Los dos informes más comprometidos de este paquete de legislación comunitaria han sido coordinados por nuestro grupo.
EAJ-PNV, desde un europeismo militante, ha apoyado los paquetes de gobernanza económica, es partidario de la tasa sobre transacciones financieras, quiere un papel más relevante para el banco central europeo y ha respaldado el informe sobre eurobonos que esta misma semana se ha adoptado en el Parlamento Europeo. Como país y como partido no tenemos ningún miedo al control y la armonización. Pero queremos las mismas oportunidades de participación para todos los sistemas fiscales autónomos presentes en la Unión Europea. Creemos en el rigor presupuestario y en la solidaridad, pero también en el control y en la necesidad de apoyar la economía real como instrumento básico contra el desempleo y la pobreza. Y en eso también nos acompaña la eurocámara. En el minipleno que celebró en Bruselas la última semana de enero ratificó que el federalismo fiscal es una herramienta útil y eficiente para limitar el déficit y promover el desarrollo porque fomenta la responsabilidad. Este respaldo a nuestro Concierto Económico fue el fruto de una enmienda que presentamos conjuntamente catalanes, vascos, flamencos y escoceses.
3.- Mucho más que ahorrar para salir de la crisis
Pero el equilibrio financiero es solo una condición necesaria pero no suficiente para salir de la crisis. Debe complementarse con la puesta en marcha de medidas de relanzamiento económico. Y de esto en Europa se habla mucho y se hace algo menos.. En la pasada cumbre europea de enero por fin se tomaba alguna decisión en esta línea: reasignar parte de los fondos estructurales no empleados para financiar programas de fomento del empleo.
Europa también se juega su futuro aquí. Porque la situación que vivimos, además de fruto de la codicia desmedida de unos pocos es una crisis de modelos de desarrollo. Es una crisis de modos de vida que afecta a nuestro sistema de valores, a nuestros conceptos sobre el empleo, la formación y la competencia y a nuestras culturas de consumo.
El desarrollo necesita infraestructuras. Llevamos años hablando de proyectos prioritarios, con plazos y compromisos que obligan a los estados a terminar vías férreas, puertos, centros intermodales o redes de telecomunicaciones que vertebren el continente en términos físicos y virtuales. Lo necesitamos para favorecer el crecimiento y la competitividad. Pero, las palabras y buenas intenciones superan a los hechos. Por eso nos encontramos tramitando de nuevo el enésimo plan ordenador de la movilidad en Europa. Menos mal. En el eje prioritario europeo que incluye la “Y” vasca se habían olvidado de colocar el tramo que une el puerto de Bilbao con el resto de esta infraestructura. Lo arreglamos con varias enmiendas.
La estrategia de crecimiento "Europa 2020" se ha diseñado para sacar partido a nuestras fortalezas. No podemos competir sobre la única base del precio. Vamos a crecer a base de conocimiento, innovación. Aparecerán nuevos tipos de empresas, nuevos ámbitos de actividad y nuevas modalidades de emprendimiento y negocio que deben afrontar problemas de hoy. Entre ellos el envejecimiento de la población, la generación energética o la producción alimentaria sostenible. En este último campo, por ejemplo son vitales la reforma de las políticas agraria y pesquera comunes sobre las que acabamos de organizar sendas sesiones de trabajo en Bilbao, junto a la fundación Sabino Arana. El objetivo: ofrecer a la Comisión Europea y a ambos sectores una posibilidad de dialogo operativo.
El documento sobre desarrollo "Europa 2020" acordado por Comisión, Consejo y Parlamento cita medidas y fija compromisos . Entre ellos destacaré la apuesta por impulsar la inversión en I +D +I o por insistir en el esfuerzo público por la educación y la formación y su conexión con las necesidades productivas. He preguntado cada año a la Comisión y al Consejo sobre el grado de cumplimiento de estos compromisos. Las respuestas han sido desalentadoras porque al menos diez de los veintisiete estados de la Unión, entre ellos España, han reducido sus porcentajes de inversión en ambos terrenos.
4.- Oportunidades para la eficiencia
La institucionalización europea de hoy esta hecha a la medida de los estados. Sin embargo no son pocas las regiones o nacionalidades que son mucho más eficientes, innovadoras y eficaces en la promoción de estos nuevos modelos de crecimiento que los estados a que pertenecen. La Unión si quiere culminar con éxito los objetivos 2020 necesita sacar el máximo partido a todas las buenas prácticas que funcionen, aunque no estén protagonizadas ni patrocinadas por un estado.
Euskadi tiene pues un problema y una oportunidad. El comisario de empleo, asuntos sociales e inclusión Lázsló Andor decía el pasado martes que solo el 20% de la economía integrada en el estado español es competitiva. Euskadi forma parte de ese 20%. Nuestras empresas, nuestro aparato productivo sufren hoy el coste de esta situación. La demanda "interna" cada vez nos aporta menos. Tenemos que acudir a fuentes de financiación más caras y escasas que las de nuestros competidores, porque se nos aplica una calificación de deuda que no merecemos. La prima de riesgo española castiga en este estado a quienes han hecho los deberes y a los que no. Por eso estas señas de identidad económicas, son hoy un color más significativo que cualquier bandera.
La imagen de Euskadi hoy en el mundo aporta la diversidad de nuestra cultura y nuestra lengua. Además el modelo de desarrollo económico y humano aplicado en las tres últimas décadas en esta comunidad ha conseguido transformar nuestro tejido productivo y convertirlo en un ejemplo de éxito. Así, en treinta años hemos pasado de disponer de un 70% de la renta media europea y ser una ruina industrial a ubicarnos en el cuarto puesto europeo en nivel de renta (130%). Ocupamos los primeros puestos en el ranking de desarrollo humano de las Naciones Unidas. Hemos tenido la mitad de desempleo que España con la misma legislación laboral. La reciente reforma podía ser necesaria, pero como decía el comisario Andor, la clave es el modelo productivo. En suma Euskadi tiene una identidad económica perfectamente definida y muy diferente a la del estado en que se integra. Es visible porque es económicamente viable.
No es por casualidad. La ciudadanía vasca ha apostado en estos años por su país con esfuerzo, trabajo, competencia y en el caso de muchos emprendedores un coraje cívico frente al chantaje y las amenazas de ETA que nunca agradeceremos lo suficiente. Muchos de nuestros subsectores productivos han aprovechado nuestras condiciones históricas, la tradición industrial y el capital humano. En ellos conviven la economía social y las empresas tradicionales, las grandes multinacionales y las PYMES o las empresas familiares. Así ocurre en la Automoción, la Máquina Herramienta, la construcción naval, la fabricación de electrodomésticos, la energía, el medio ambiente y hasta en el sector primario y de transformación agroalimentaria, ámbitos en los que somos lideres o mantenemos una buena posición.
Estas condiciones y el impulso ciudadano se ha acompañado con política industrial y económica y acción institucional, lo que se ha dado en llamar “Modelo PNV”. Entre sus frutos, un grupo de parques tecnológicos, los clusters sectoriales y la red vasca de ciencia y tecnología que producen I+D+I operativo. Un tejido educativo eficiente que suministra personal especializado tanto en el ámbito de la formación profesional como en el de la educación superior técnico-científica. En el ámbito financiero ha habido desde avales a empresas en dificultades a programas especiales para Pymes.
Por detallar algún ejemplo concreto la automoción, reúne todos los factores señalados. Sobre esa realidad, Euskadi creó en 1992, el primer cluster continental de la automoción del que es descendiente directo un centro pionero de generación de valor, el IAC (centro de inteligencia para la automoción) de Amorebieta. La facturación de la automoción vasca creció un 10% en 2011 superando ampliamente los 10.000 millones de euros. Más 70.000 personas trabajan en el sector. De ellos la mitad lo hacen fuera de Euskadi, en 28 países, porque estamos asentados en los mercados tradicionales y en los emergentes. El 80% de la cifra de negocio es exportación. Un reportaje que dedicaba recientemente el Financial Times al IAC de Amorebieta confirmaba que es referencia para todo el continente y describía "la política industrial de la región vasca" como un acierto desarrollado por unas instituciones "surgidas de una sociedad emprendedora, conocedoras de la situación y capaces de planificar y ejecutar las acciones adecuadas".
Además Euskadi genera iniciativas como Hiriko, en las que la capacidad de fabricar un coche electrónico con tecnología propia se suma a la de proponer un modelo de movilidad sostenible e innovación social que permite abrir brecha a un pequeño consorcio en un sector ultra competitivo.
El Presidente dela Comisión Europea JoséManuel Durao Barroso apadrinó la presentación de este proyectovasco elpasado 24 de enero en Bruselas. Hiriko figuraba en lengua vasca en la señalética y los paneles dela Comisión. Decenasde influyentes representantes de la industria y las instituciones europeas jugaban con la sonoridad oriental de esta palabra, la pronunciaban, la mecían en decenas de acentos, mientras preguntaban por las peculiaridades de la lengua más vieja de Europa y las personas que habitan el país en que se habla. Hiriko: I am basque, Made in Euskadi.
Estos casos de éxito formarán parte de una exposición que estamos organizando para el próximo mes de octubre en el Parlamento Europeo, porque otra de nuestras actividades se centra en hacer visibles en Europa iniciativas vascas. Hemos llevado a Bruselas el modelo de Desarrollo humano sobre el que investiga el lehendakari Ibarretxe. Hemos expuesto ejemplos de innovación turística como el Basque Culinary Center, el "Abierto por obras" de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz, y el fenómeno Guggenheim. Hemos hablado de la transformación de Bilbao y de muchas otras cosas. En todos ellos la clave del éxito es el empeño en hacer siempre, "algo más que lo ordinario".
5.- ¿Un cambio rentable?.
La unión Europa busca hoy referencias de este tipo, porque solo el desarrollo acabará con el paro. Por esa vía Euskadi tiene una nueva oportunidad para hacerse visible y abrir camino para la plena integración en Europa de sus peculiaridades institucionales y su identidad nacional. A eso nos dedicamos también en Bruselas, cuando enmienda a enmienda introducimos en los informes parlamentarios los valores de la potente economía social vasca, el modelo vasco de cooperación público-privado, defendemos el Concierto Económico o el encaje definitivo de la Ertzaintza en el sistema Schengen o tratamos de exportar las soluciones que plantea nuestra ley de igualdad entre mujeres y hombres.
En los últimos tres años en Euskadi se ha producido un cambio. El actual Gobierno Vasco accedió al poder sin una mayoría social que respaldase la posición parlamentaria de que disfruta. Se configuró sobre la base de una circunstancia coyuntural, como la ley de partidos y una alianza programática entre opciones políticas que solo coinciden en su opción identitaria. Sin embargo sostienen posiciones antitéticas sobre economía, fiscalidad, desarrollo o política social. En esas condiciones y reconociendo a todo el mundo capacidad y buenas intenciones, es imposible gobernar y menos en una situación como la presente.
Al comienzo de esta legislatura la deuda pública del Gobierno Vasco no alcanzaba el 1% del PIB, poco más de 700 millones de euros. Si se cumplen las previsiones del actual, acabaremos este año con 7.000 millones, lo que supone el 8% de nuestro PIB. Nada que objetar si el esfuerzo merece la pena. Sin embargo se han producido recortes en partidas clave para nuestro desarrollo, como las políticas de innovación. Según el INE el descenso en este último capitulo entre los años 2008-2010 se cifra en el 18,24%, lo que nos coloca de nuevo por debajo del 0,52% en que se sitúa la inversión pública media europea cuando en 2.008 estábamos por encima de acuerdo con los datos del Índice de Innovación Europeo. El 35,87% de los negocios que hacen las empresas vascas hoy proviene de actividades innovadoras. Por eso mantener este esfuerzo es imprescindible. También se ha reducido la inversión directa en cerca de un 10% e igualmente los recursos destinados a resolver los problemas financieros de las empresas en general y de las PYMES en particular.
Hemos perdido posiciones en renta, nada menos que ocho puntos sobre la media europea desde 2008. Ayer volvía a rebajarse la calificación de nuestra deuda. Además menudean las acusaciones de falta de transparencia en la gestión de los fondos públicos. Se han acreditado prácticas contables que nos alejan de nuestra tradición de rigor y solvencia que tan bien sentó a nuestra identidad económica. Los servicios públicos básicos se deterioran y el paro se sitúa en niveles desconocidos tanto por su dimensión como por el ritmo al que crece.
6.- Sin el lastre de la violencia
Aguantamos aún porque hay una base sólida y porque estas circunstancias no detienen el dinamismo de la sociedad vasca que ha demostrado su capacidad y fortaleza moral frente a otras crisis y ante la violencia. Y eso es muy importante porque el terrorismo, las lamentables actividades y las actitudes mantenidas por quienes lo han practicado o apoyado solo han aportado dolor y dificultades de todo tipo en el progreso económico, social y político de nuestro país y nuestra imagen en Europa. Por ello al comienzo de la legislatura organizamos la reunión anual del grupo ALDE en Euskadi. Más de 200 personas, parlamentarios y staff del grupo ALDE nos conocieron de verdad y algunos pidieron disculpas por los prejuicios que manejaban sobre nuestro país.
Los violentos nos deben mucho. Para empezar tienen que asumir su responsabilidad por la muerte y las heridas de las víctimas y el dolor gratuito que ellos, solo ellos, han generado. Necesitamos reparación, memoria y verdad. En segundo lugar nos deben a todos los demás el país próspero en el que viven que ha sobrevivido a sus intentos por destruirlo y se prepara para la generosidad. Por eso estas personas nada pueden enseñar y mucho deben aprender en materia de construcción nacional y social de quienes llevamos desde el resto de las posiciones políticas, desde todas ellas, decenios entregados a esa tarea frente a sus amenazas y crímenes.
En ese terreno también esperamos noticias de Europa porque necesitamos su ayuda para mejorar nuestra convivencia y avanzar en la reconciliación. En Irlanda su implicación fue fundamental para ello. También para superar los problemas de desarrollo económico generados por décadas de violencia y enfrentamiento. Vascas y vascos esperamos ahora que las instituciones Europeas nos acompañen en este recorrido mediante la puesta en marcha de una versión vasca del programa PEACE. Ese es otro de los empeños que anima cada día nuestra actividad, al igual que lograr un adecuado reconocimiento para las víctimas también en el ámbito europeo. Esa actividad incluye desde patrocinar audiencias en Bruselas o Estrasburgo sobre paz y reconciliación a desarrollar iniciativas parlamentarias de todo tipo con la especial participación de las víctimas. Igualmente colaborar en la organización de encuentros como el que Iñigo Urkullu mantuvo en Bruselas en octubre de 2010 con la Comisaria de Asuntos de Interior Cecilia Malmstrom para abordar estas cuestiones.
7.- Conclusión.
Termino. La identidad hoy es solvencia, fiabilidad, capacidad, cohesión social, y capacidad para mantener y desarrollar la economía real. Eso genera bienestar y adhesión ciudadana y construye sociedad porque favorece la libertad, la democracia, la estabilidad y la justicia social.
Esa es hoy la primera bandera y no coincide siempre con los colores ni con el territorio de un estado. Por eso Euskadi, Cataluña, Flandes o Escocia, por ejemplo, realidades sociopolíticas a las que algunos se resisten aún a llamar naciones, disponen ya de unas posibilidades institucionales que hace poco sonaban a ciencia ficción. La paz que acariciamos, fruto también del esfuerzo de todas y todos nosotros, es la condición que nos faltaba. Nos hace más libres. Es La que esperábamos. Multiplica el valor de nuestra energía.
El ex primer ministro Irlandés Bertie Ahern destacaba hace unos días en la ceremonia anual de entrega de premios de la Fundación Sabino Arana que Euskadi reúne todas las condiciones para convertirse en referencia de desarrollo y bienestar a nivel Europeo. Está en nuestras manos confirmar este pronóstico.