1999ko otsailaren
1ean
96.alea
PACIFICACIÓN
Y NORMALIZACIÓN POLÍTICA
Enmienda
a la totalidad presentada por EAJ-PNV y EA a la proposición no de ley de PSOE e
IU para el Pleno del 12 de febrero de 1999.
JUSTIFICACIÓN
Transcurridos más de tres meses desde la celebración de las elecciones
autonómicas y casi cinco meses desde el anuncio por parte de ETA del alto el
fuego incondicional e indefinido; observados y analizados los pasos dados por
unos y otros, resulta pertinente hacer balance de lo actuado y establecer en
este primer pleno ordinario de la cámara vasca las actitudes políticas que
deben presidir nuestra actuación política y parlamentaria durante esta
legislatura.
La actual situación de Euskal Herria ha generado grandes expectativas e
ilusión en la sociedad vasca. Posibilita
avanzar en la superación de una situación anterior por todos conocida y
permite apreciar espacios de colaboración entre formaciones políticas,
sociales y sindicales... en el ámbito propio de cada una de ellas.
Estas circunstancias posibilitan inaugurar una nueva fase política en la
que la búsqueda y desarrollo de espacios y métodos en los que la capacidad de
decisión y la voluntad de construcción de su propio futuro por parte de los
vascos encuentren los cauces adecuados para su democrática plasmación y
aceptación.
Frente a ello, aparece como evidente la absoluta paralización en su
actuación política por parte del Gobierno del Estado Español, que lejos de
apreciar y fomentar esa situación antes descrita, transmite una impresión de
bloqueo y falta de voluntad en la búsqueda de soluciones.
La oposición frontal a cualquier iniciativa que desde la sociedad vasca
se alumbre, y el mantenimiento de situaciones de ilegalidad que han sido amplia
y definitivamente contestadas por la sociedad vasca, son una clara muestra de
esta postura negativa a afrontar la actual situación en una clave positiva, que
permita aportar soluciones que la ciudadanía reclama.
En este contexto se han producido actuaciones contra sedes de partidos políticos
y otras organizaciones socio-culturales (PSOE, HB, AEK ... ), acciones de
sabotaje y actos referidos a cargos electos con presencia de personas frente a
domicilios de algunos de esos cargos (caso del PP), que en algún caso han
tenido consecuencias para algunos ciudadanos, amenazas por escrito a otros (caso
de PP, HB, PNV, EA, UA e IU).
Esta situación descrita, constituye un intento evidente de provocar un
desánimo en quienes han apostado en clave positiva y de avance, por superar una
situación que no se quiere repetir.
A pesar del inmovilismo de unos y el afán boicoteador de otros, la
sociedad vasca, reclama esfuerzo y acierto colectivos que conduzcan al conjunto
de los vascos a un escenario de Democracia y Paz.
Por todo ello, en el momento de fijar posiciones y actitudes cara al
proceso, el Parlamento Vasco acuerda:
1º.-
Alertar sobre el clima de crispación que se pretende instalar en la llamada
clase política y mediática. Clima,
totalmente opuesto a la tremenda esperanza que produjo en toda la población
vasca la tregua indefinida e incondicional de ETA del pasado mes de septiembre.
Ante esta situación el Parlamento Vasco quiere hacer un llamamiento a la
ciudadanía y a los partidos políticos para que, entre todos, se creen las
condiciones objetivas necesarias para asentar definitivamente el proceso de
conversaciones políticas que conduzcan a la sociedad vasca a la Paz definitiva.
2º.-
Instar a las Instituciones del Estado a cumplir la legalidad en todos los ámbitos
y a respetar los acuerdos mayoritarios de la sociedad vasca.
3º.-
Este Parlamento vuelve a reiterar su posición en torno al diseño de una política
penitenciaria que ha plasmado a lo largo de los últimos cinco años en sendos
acuerdos parlamentarios, democráticos y mayoritarios.
Sabe
muy bien el Gobierno español que una política penitenciaria aplicada sobre los
principios recogidos en los referidos acuerdos parlamentarios, humanizaría una
de las consecuencias del conflicto que entre todos debemos superar.
La
obstinación política, el desprecio sistemático a los acuerdos mayoritarios,
el cerrar los ojos ante una manifestación como la celebrada en Bilbao el pasado
9 de enero dice mucho sobre la verdadera voluntad del Gobierno español a la
hora de abordar el proceso político que encaramos.
4º.-
Quienes en primera instancia sintieron preocupación y ahora sienten vértigo
político, saben que en el inicio de un proceso tan complicado no existen
situaciones perfectas. Hoy se dan
imperfecciones y comportamientos incompatibles con la acción política y democrática,
pero quienes tenemos que protagonizar con responsabilidad el proceso de
negociación y resolución de un conflicto de naturaleza política apostamos
porque dicho proceso se realice en unas condiciones de ausencia permanente de
todas las expresiones de violencia.
5º.-
Manifestar que las acciones y reacciones vulneradoras de derechos elementales de
los ciudadanos, de los cargos públicos y organizaciones políticas, además de
merecer nuestra reprobación son incompatibles con actitudes y métodos políticos
y democráticos.
6º.-
Siendo muchos los pasos que entre todos tendremos que dar para propiciar y
consolidar un proceso, que superando el conflicto político instale a Euskal
Herria en un escenario definitivo de democracia y paz, nos marcamos el objetivo
de que el sufrimiento existente en la sociedad vasca remita hasta su desaparición.
7º.-
Finalmente, el Parlamento Vasco quiere manifestar que la consolidación de dicho
proceso exige sacrificios por parte de todas las fuerzas políticas, así como
por parte de toda la ciudadanía vasca. Todos
debemos estar a la altura del magnífico reto histórico que tenemos ante
nosotros. La paz justa y definitiva
necesita previamente de actitudes de reconciliación y aceptación pacífica de
las posturas políticas y sociales diferentes a las propias.
En la construcción de una verdadera cultura por la paz Euskadi se juega
buena parte de su futuro como Pueblo. Por
ello, este Parlamento Vasco espera que todos los agentes sociales y políticos
implicados sepamos llevar el proceso de pacificación y normalización de
Euskadi a buen término.